Niño famoso | Finn Wolfhard y tú

✧ d i e c i o c h o ✧

— Encantada de conocerlas — Dijo la madre de Finn con una sonrisa.

— Igualmente — dije sincera junto con mi madre, entonces me hizo un ademán con la mano para que pasáramos, una vez dentro vi la casa de Finn, era hermosa, acogedora y cálida.

— Cariño, ahora voy a hablar unas cosas con la madre de _____, llévala a tu habitación ¿si? Los llamaremos para cenar. — dijo la madre de Finn con una sonrisa.

— Ven _____ — dijo Finn tomando mi mano, me llevo casi corriendo hasta su habitación, subimos las escaleras, este abrió la puerta, me hizo pasar y una vez dentro vi a un Chico buscando algo entre sus cosas.

— Nick ¿que haces aquí? — preguntó Finn mirando a aquel chico. Entonces su vista volvió a mi. — Es mi hermano. — me hablo, asentí con la cabeza.

— Hola — dijo coqueto

— Hola — dije con una risita

— No me dijiste que tenías novia, ahora entiendo porque tu habitación está tan ordenada, porque vendría... — hablo Nick.

— ______ — le dije mi nombre.

— Porque vendría ______ — dijo este con una risita.

— No es mi novia — «Por ahora» pensé. — ¿Que quieres? — preguntó este.

— Estaba buscando un videojuego — soltó este, y le mostró el que traía en las manos — Gracias, los dejó solos — dijo guiñando un ojo y salió de la habitación. Reí ante eso.

— Perdón por eso — Dijo Finn nervioso, sonreí.

— No importa — solté, entonces comencé a ver la habitación de Finn, era linda, tenía unos cuantos peluches infantiles, supongo que los conserva desde pequeño. Tenia posters de bandas y demás, era una hermosa habitación.

— Wow — dije al ver una guitarra acústica — ¿Puedo? — pregunte, Finn asintió, tomé la guitarra y la aprecié unos segundos.

— ¿Sabes tocar? — preguntó

— Solamente me se una canción — mentí.

— ¿Ah si? ¿Cual? — preguntó

— No la conocerás, es vieja y es en español. — solté

— No importa, quiero escucharte cantar — dijo este con una sonrisa, haciendo que yo también sonriera.

Finn camino hacia su cama y se sentó, me hizo un ademán con la mano para que me sentara a su lado y eso hice, entonces comencé a tocar.

— Quiero invítarte a conocer la vida que imagine, donde no existe el dolor y cabe un río de amor.
Si me ayudas a aprender a mirar, yo te prometo enseñarte a soñar.
Quisiera mostrarte el corazón que buscas, veni conmigo.
Quiero invitarte a respirar, un aire de libertad, vivamos esta ilusión, toda la vida de a dos.
Se qué hay un cuento para compartir, donde se escribe una historia feliz, quisiera mostrarte lo que quiero decir, veni conmigo.
Para vos, este amor, si me das un mundo mejor, todos mis sueños te doy, te doy.
Para vos este amor y yo escribo en tu corazón, la letra de esta canción, nuestra canción...

Deje de cantar, Finn me miraba como si hubiese entendido la letra, era obvio que le estaba dedicando esa canción, era obvio que me gustaba, y quería que lo supiera, aunque sea "subliminalmente"

Tosí falsamente para traer a Finn devuelta al mundo. Lo cual pareció funcionar, ya que sacudió la cabeza para volver a la realidad.

— Cantas hermoso — dijo con una sonrisa.

— Gracias — dije de igual forma. Finn me miraba tiernamente, me ponían nerviosa que me vea de esa forma, hacia que las mariposas de mi estómago revolotearan.

Entonces sin darme cuenta, estábamos muy cerca, demasiado, podía sentir el cosquilleo en todo mi cuerpo, la respiración de Finn se mezclaba con la mía, entonces hablo.

— ¿Quieres hablar sobre lo qué pasó en el aeropuerto? — preguntó con la voz ronca, tragué saliva. ¿Se acuerdan que el día que Finn debía volver nos besamos como si no hubiese un mañana?.

— ¿Tu quieres hablar sobre eso? — pregunte tímida, aún estábamos demasiado cerca, alguno de los dos debería romper esa distancia entre nosotros.

— Yo... — la puerta se abrió, haciendo que nos separamos a toda velocidad.

— Wow — soltó Nick, me petrifiqué. — Solamente venía a decirles que bajen a comer — dijo y cerró la puerta, al terminar de cerrarla pude oír una carcajada proveniente de el.
Puedo jurar que un tomate es blanco al lado mío.

— ¿Vamos? — preguntó tomando mi mano.

— Vamos. — dije y bajamos las escaleras.

Una vez abajo, Nick y el padre de Finn estaban preparando la mesa, mientras que mi madre charlaba con la madre de Finn. Me alegra no ver machismo en esta casa, es decir, podrían haberles dicho a las mujeres que lo hagan, pero las dejaron charlar tranquilas y ellos se ocuparon.

Ayude a los chicos a preparar la mesa, para que podamos sentarnos a comer más rápido, además, no podía venir y no hacer nada, me sentía mal, mínimo podía ayudarlos a poner la mesa.

Una vez que estuvo todo listo nos sentamos a comer.

— Hijo, ¿quien es esta linda y amable señorita? — preguntó refiriéndose a mi, sonreí.

— Es una amiga, la conocí en mi viaje a Argentina — hablo Finn.

— Oh — soltó el padre con una sonrisa — Cintia, mi esposa me comentó que trabajarán juntas, es genial que hayan decidido vivir aquí en Vancouver — casi me ahogo con mi lechuga. Creí que nos quedaríamos un tiempo.

— Si, quiero lo mejor para mis hijas, y aquí tienen una gran amplitud para lo que quieran seguir — sonrió, mire con ternura a mi mamá, definitivamente es la mejor.

La noche pasó en charlas y risas, la familia de Finn es genial, me lleve muy bien con Nick, hablamos mas y resulta que tenemos cosas en común, además es muy confiable, es como el hermano mayor que nunca tuve, es decir, la que tengo tiene mi misma edad. Pero en fin, adore a Nick.

Los padres de Finn son geniales, ambos me amaron o eso dijeron, yo también los ame, son geniales, mi madre se llevo muy bien con la madre de Finn, esta fue una gran noche.