Olivia

Inocente

-¡Ahí está! Víctor Hudge, Cuéntanos, ¿Qué parentesco tenías con Olivia Newman? 

-¿Acaso nos ocultan algo usted y sus conocidos?

No soportaba más esta asquerosidad y estaba a punto de explotar, pero sé que a ella no le gustaría verme en problemas...

- Yo... Dije mientras descubría mi cara. Yo soy su ex novio y no tengo nada que ver con ella ya, por favor no me involucren en problemas, soy sólo un chico normal que quiere terminar de llegar a su primer clase, pero que ustedes no lo dejan pasar, ¡permiso, gracias! Dije mientras me apartaba de ellos y corría al salón, sabía que al profesor Milo le importaba un carajo nuestra vida personal y los medios de comunicación, llegar tarde el primer día me iba a costar todo su semestre. Al abrir la puerta, como era de esperarse, todos estaban pasmados al verme, claro, excepto Milo, el cuál ya estaba escribiendo en la pizarra.

-Disculpe en verdad Mr. Milo, se que no es excusa, pero, los medios de comunicación me inmovilizaron. ¿Puedo pasar?

Fue la cara más estúpida y las palabras más miedosas que salieron de mi boca, aún me da pena pensar en la cara que puse.

- Como usted sabe... Señor "escándalo", a mi no me interesa incluso si viene el Presidente. Mi clase, mis reglas. Y si usted no resuelve sus asuntos legales y personales, a mí no me importará que no se gradúe con honores.

Era tan maldito, que sólo sentía como todos se reían de mí, como en primer año, como volviendo al pasado y es que ya no estaba la chica que me defendió por primera vez en mi vida, sólo estaba dentro de mí...

-Profesor, yo no tengo la culpa de que los periodistas no sepan que yo no tengo ninguna relación con lo sucedido, para mí lo más es importante es graduarme con honores de la Universidad, siento mucho haberlo molestado, buen día.

No insistí, pues ya sabía que de todas formas no iba a pasar, me di la vuelta y sólo pude escuchar cómo la vida se apiadaba de mí.

- Víctor... será mejor que llegues más temprano si tus fans te abordan en la entrada.

 Y así fue, señaló con sus ojos mi asiento y prosiguió en la pizarra y así me di cuenta que hasta el más podrido, puede ser gentil. Pasaban mis horas, quizá ser un matado me distraía de todo, me distraía de ella, estaba en mi última clase y pareciera que era la primera, pero la última clase, era especial... Era su clase favorita.

- Bienvenidos chicos a sus últimas clases, sé que fue un largo camino, pero, aquí estamos, aunque pasemos por problemas o por victorias, nunca olvidemos quienes somos, de dónde salimos y de qué estamos hecho.

Aún no sabía por qué decía eso, pero, podía ver que no era la única persona que sintió las palabras de la maestra Beth.

-Ahora guardemos un minuto de silencio, por la reciente pérdida de...(No puede ser, ¿Lo tenía que decir? Era todo lo que no quería escuchar...)De Michelle Dallas, nos acompañó un periodo corto, pero, sé que fue compañera de ustedes, en muchas clases.

Inmediatamente volteaba a ver a todos los asientos del salón y sí, como era de esperarse, sólo habían dos asientos vacíos. ¿Pero en qué momento? No podía ni siquiera pensar en qué momento me alejé de todos, no podía ni siquiera pensar en qué cosas mis vacaciones habían pasado tan rápido, no podía creer que dijera que ella había muerto, pues al parecer, nadie sabía a ciencia cierta qué había pasado con ella... En toda la clase no pude dejar de pensar en lo alejado que estuve del alrededor, me costaba recordar las veces que me topaba a mis compañeros, más bien, las veces en las que podía salir de casa. Y es que no vi la luz del Sol por dos largos meses...

-Señor Hudge, ¿nos acompaña en la clase o está en otra vida? ¿Señor Hudge?

Ella sólo movía mi hombro y fue como entré en razón.

- Ah. Disculpe señorita Beth, yo... Yo, estaba distraído, lo siento.

Pues claro, hace 3 años que no me importaba la clase de artes, siempre me distraía.

-Víctor, estábamos comentando las cosas que tenemos planeadas hacer al salir de la carrera, pero, ya era su turno, compartalo...

¿Las cosas que tengo planeadas hacer? Al parecer todo se había ido con ella, tenía planeado recordar el asco de persona que fui cuando ella me necesitaba....

- Yo... Sólo... Aún no tengo un plan. Ja. Sólo escribo y dejo que mi mente fluya... En mi habitación.

Pude escuchar como todos me llamaban raro y se burlaban de mí, pero bueno, quizá hoy era mi día, la campana sonó y fui el primero en salir, como nunca. Sólo pensaba en salir de ahí...

El semestre pasado, el profesor de Cine y teatro, nos había dejado un proyecto, era un documental, no estaba seguro si era bueno, pero sólo sabía que allí estaba toda la verdad.

-¿Maestro Whaters?

- Oh, pasa Víctor, hace meses que no te veía. Hizo una seña con sus manos para que entrara.

- Traje el documental, ya que mañana me ausentaré por...

- Sí, entiendo. Espero lo hayas revisado, confío en ti y sé que no estás metido en problemas, Víctor

 - No recuerdo haberlo revisado, pero, tengo una copia en mi casa, todo está bien, lo recuerdo.

- Lo veré en cuanto salga del trabajo, te veo en unas semanas para darte tu calificación final.

Sólo asentí con la cabeza y me retiré. Esperaba que en la puerta de la escuela, siguiera alguien molestándome por lo ocurrido, pero a la vez no quería ver a nadie. Y así fue, no había nadie, me dirigí a mi carro y a su vez, a casa. Estar tres años viviendo sólo tenía sus virtudes, la mía, era que mi casa era un desastre, tras dos meses de vacaciones, sentía que eran tres años. Aún pasaba por mi cabeza si había revisado o no mi documental, así que decidí verlo...

- Espero esto sirva... Hola, mi nombre es Víctor J. Hudge y esta es la historia de cómo mi felicidad se acabó por una sola razón, ¿Su nombre? Olivia Newman Barret... Y la historia de porqué soy inocente...

Todo inició un 24 de Agosto, cuando iniciamos clases, recuerdo que la primer clase, como siempre, era la del profesor Milo, ser la persona más callada e inteligente del salón, no era bueno, pues siempre recibía burlas. Hasta que un día... Ese maldito día, un alma rebelde decidió dar la cara por mí...