11.手랭た뉴 田스킹 ヲせ곧弓。

39 1 0
                                    

En el anterior capítulo fuisteis partícipes, ¡oh, lectores! de cómo y de qué forma y manera fue entrada a mi hogar cierta presencia bastante avol e insidiosa. Sin embargo, a continuación podréis leer cierto giro de los acontecimientos que sin duda os sorprenderá.

No tan rápido, Oh!... —dijo Zhan frunciendo el ceño— ¿Has dicho la "Anulación del Amor"?

—¡Hazte el sordo también, si tanto disfrutas fingiendo! En efecto: ¡La Anulación del Amor!

—Pero... Sangwoo... ¡No puedes firmar eso!

—¿¡Cómo que no!? ¡Claro que puedo hacerlo si quiero!

No debes caer ahí, Oh!: ¡eso es un timo!

—¡Tú si que eres un timo!

—Aunque sea... no lo hagas por Yaoyao.

—Ella me ha pedido que acceda.

—Pero si... ella jamás soportaría pasar tanto tiempo sin tí... De veras te ama, Sangwoo. Tú no sabes todo lo que ha estado sufriendo durante tu ausencia, ni cuántas lágrimas ha derramado cada noche por tí...

—Pero entonces... ¿Porqué ha puesto tanto empeño en tratar de que lo firme? ¿Porqué, incluso, no ha parado hasta romper mi corazón en mil añicos?

—Supongo que ha sido justamente por eso, Sang: porque te ama como nunca antes quiso a nadie: de forma tan pura y desinteresada que prefiere condenarse a sí misma a una vida mísera de infelicidad y acedía, sufriendo en silencio, a tu melancolía... y está dispuesta a hacer todo lo que sea necesario para que encuentres la felicidad en esta vida.
» Por eso mismo, si tú en verdad la amas de modo semejante, no deberías permitirte anular vuestro amor... Ya no te hablo como el ser que fue tu amigo, ni como el que ha contribuido a arruinar tu vida...: simplemente lo hago como persona amantísima de Yaoyao, sabiendo, o al menos esperando, que tú también seas una y lo demuestres, dejando atrás nuestras diferencias. Conozco todos tus trabajos, pero esto es lo último que te pido: que no seas egoísta y libres a Yaoyao de sufrir padecimientos que en verdad no se merece.

Apenas aquel odioso de Zhan había terminado hablando, vino el Mitxubishi ese a interrumpir nuestro coloquio.

—Sangwoo sama, aquí tengo ya preparado el contrato de la Anulación. Además, acabo de comprar en el chino de la esquina este diploma que me acredita como notario. Ya solo falta su firma...; Yaoyao chan ha venido para apoyarle.

—Está bien, Michibichi. Déjalo sobre la mesa.

—Como ordene.

Él hizo cuanto le dije, y me acerqué lentamente hacia el contrato.

Mi madre y mi hermana tampoco tardaron en aparecer.

Sangwoo, esta es la última vez que nos querrás en los próximos 2 años —dijo Hatsu—. Pero queremos que sepas que nosotras te seguiremos queriendo igual.

Yo me acerqué a ellas y las abracé fuertemente, sin poder contener ni un minuto más las lágrimas que fluían sobre mis mejillas.

—Tú has nacido para ser famoso, y no consentiré que nada se interponga en tu destino.

—Gracias, mamá. Os quiero mucho.

Volví a la mesa y busqué un fudepen.

—Yo, Mitxubishi Demchungdongrub, por el poder que me ha sido concedido por el gran mikado celestial Meriáandanoo XV y por las leyes imperiales del ancestral Estado Chorcheíta de Formosa-Cipango, Morada de la Serenidad, emito este eterno edicto. Si alguien puede demostrar justa causa para no estar de acuerdo con los términos y condiciones deste contrato, que hable ahora o calle para siempre.

Un silencio incómodo se adueñó de la estancia mientras cogía mi fudepen y lo dirigía hacia el papel de arroz en que estaba escrito el contrato.
Cuando apenas llevaba escrito un trazo de mi firma, una repentina exhortación me hizo detenerme.

—¡Alto! ¡Yo me opongo!

—¡No me importa tu opinión, Zhan! ¡Has estropeado mi rúbrica!

Pero Sangwoo... ¡Ni siquiera has leído el contrato antes! Tienes que saber lo que pone antes de firmarlo o, de lo contrario, te timarán.

—Pero es mucha letra, toda muy pequeña —protesté—. Además, está escrito en esos asquerosos sinogramas...

Yaoyao se acercó a mí y me abrazó para apoyarme.

Ánimo. Sé que puedes hacerlo.

Así que sin dudar más terminé lo que había empezado.

Por fin podría comenzar a tener el estilo de vida que siempre había querido, lleno de lujos, famas y privilegios.

Pero... si realmente estaba realizando mi sueño... ¿Por qué me sentía tan mal? ¿Por qué cuando por fin conseguía lo que había estado buscando toda una vida me sentía como si no hubiera hecho lo correcto? ¿Como si no mereciera la pena...?

A partir de ese día comenzaría a hacerme famoso. Sería rico. Podría comprarme todos los lujos que se me antojaran. Todos me admirarían y me tratarían como a un dios. Y podría tener a todas las chicas que quiera para disponer de ellas a mí voluntad. ¿Acaso había algo de malo en ello?
No tenía ni idea de lo que me estaba pasando. ¿Por qué dudaba?

Sangwoo, ¿estás bien? —preguntó Hatsu.

En ese momento cogí nuevamente el contrato y lo rompí violentamente ante la atónita mirada de todos los presentes.

—¿Por qué hace eso, Sangwoo sama?

—Lo siento. No puedo hacerlo.

¿Quién sabe?, tal vez en el siguiente capítulo se aclaren las causas que me llevaron a realizar esa precipitada y pasional acción.
Además podréis saber cómo fue la cena del Viernes, a partir de la cual todo comenzó a cambiar y tras la que se tomaron decisiones muy relevantes.

The Annulation of Love: TAMAGOCHI (amigo huevo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora