48

560 40 11
                                    

Martes. (Ay guerooo lo que me costo saber que pinche día era acá en el libro JAHSJAHAJ, hasta abajo dejaré una nota para que entiendan algo que quiero aclarar respecto a las fechas en la que está aconteciendo esto, sin más, prosigan la lectura).

Lauren.

¿Saben lo que se siente cuando la persona que te gusta se te queda viendo fijamente y tratas de ignorar esa mirada, pero no puedes? Así me siento ahora.

Nunca he sido una persona a la que le interesa lo que piensen de ella, la vida es tan corta y no tengo tiempo para perder mi tiempo en mierdas como esas. Las etiquetas solo me interesan si están en algo que compre.

–Te odio. –dijo en voz baja abrazándome.

–Lo más lindo que me han dicho hoy. –dije sarcásticamente devolviéndole el abrazo.

–Hey, tú me abandonaste en los helados. –se separó de mi y me miró entrecerrando los ojos, recordando aquel día, ya había pasado una semana y aún me lo reprochaba, increíble la gente.

–Si, bueno, fue un accidente. –me encogí de hombros.

–Entra y cuéntame TÚ accidente. –me tomo de la mano y me guío al interior de su casa.

–Tú casa es linda. –dije mientras miraba los lindos muebles que adornaban la sala de estar. -¿Están tus papás?

–Gracias, y no, así que siéntate. –señaló un sofá café y así lo hice.

–Y... ¿que tal tu día? –pregunté sonriendo.

–No Lauren, hoy yo hago las preguntas. –negó sentándose a mi lado con los brazos cruzados. –Al principio creí que yo era la rara pero ahora, parece que estamos compitiendo.

–De acuerdo. –reí ante tus comentario.

–¿Por qué te fuiste? –sus ojos estaban justo sobre los míos, me miraban atentamente esperando una respuesta, casi podría decir que me siento acosada con esa mirada, ¿policía? necesito ayuda.

–Yo he tenido unos cuantos problemas que solucionar, pero que ya están solucionados, así que, realmente ya no importan.

–Bien, ¿por qué hoy me dejaste en la heladería? –ohno.

–Realmente no se que fue exactamente lo qué pasó, un segundo estaba contigo apreciando tu hermosa sonrisa y al otro estaba sin ti... –me detuve y la miré ahora un poco sonrojada. –Perdón por eso. –reí nerviosamente.

–Tranquila, es imposible no apreciar mi hermosa sonrisa, es decir, mírame, parezco modelo. –comenzó a hacer diferentes gestos en su rostro haciéndome reír.

-Increíble, he creado un monstruo. –sonreí al mirarla. –¿Donde quedó aquella Camila que tenía pánico de hablar con cualquier persona? Incluso conmigo –la verdad estaba feliz de que Camila ganara confianza en ella misma en estos meses, lo podía notar y era una locura lo mucho que ella había mejorado, y lo mucho que yo había empeorado, ¿siempre tiene que ser tan negro o blanco con nosotras? 

–Soy.

–¿Soy que? –pregunte confundida, puede que sea algo lenta aveces.

–Increíble soy. –dijo con obviedad.

La miré pensando en la conversación que estábamos teniendo y después de un minuto, entendí.

–Bueno Lauren, ya que parece que eres una chica normal, quiero que conozcas a mis papás–anunció.

–¿Conocer a tus papás? -sonreí.

–Si, buenos, no porque salgamos o algo así ya sabes, solo por fines de saber con que clase de gente me junto, quiero decir, Dinah ya paso por esto, y no somos novias, eso sería raro. –comenzó a divagar. –Tampoco estoy diciendo que seas una delincuente o algo así, y si lo fueras, al menos cómprame algo lindo con el dinero que ganas...

sendnudes; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora