Camila.
Todo era demasiado ruidoso. Había gente por todos lados, apenas y se podía caminar por ahí.
Definitivamente no volvería a ir a ninguna fiesta. Bueno, fiestas familiares si, porque ahí me dan dulcero y pastel, a y comida, mucha comida.
Llegue a una mesa donde había todo tipo de bebidas alcohólicas, así que decidí tomar un vaso de refresco, era lo más sano que encontraría en aquella mesa.
Estaba bebiendo de a poco mi refresco en un cómodo sofá que encontré, cuando la vi. Lauren estaba ya en la fiesta y se veía simplemente genial. O sea es Lauren Jauregui, creo que es imposible que ella se vea mal.
–Hola– sonrió sentándose a un lado mío.
–Hey– susurre demasiado nerviosa de decir algo tonto. Es muy distinto hablar por mensajes a tener que hablar en persona y no poder borrar algo cuando te arrepientes.
–Pensé que no vendrías– suspiró pasándome lo que parecía ser una ¿cerveza? Como alguien que solo toma jugo, refresco y agua en las fiestas, no tenía idea de que clase de bebida alcohólica era esa.
Inocente me decían.
–Se me hizo un poco tarde– asentí mirando la cerveza sin tomarla.
–Debí imaginarlo– río tomando ella misma de la cerveza. –Tu no tomas–
–¿Que te hace pensar eso?– pregunte sonriendo mientras me hacía la ofendida.
–Tu refresco te delata Camz– sonrió señalando el vaso. Demonios, olvide que tenía ese vaso.
Esperen, ¿Camz?
–Espera, ¿Camz?– pregunte y rápidamente agacho la cabeza. –Oh, no, lo siento, es solo que, nadie a excepción de ti me a llamado así y es algo raro, pero no me molesta.
Lauren iba a responder pero alguien más respondió por ella.
–Raro como tú Cabello– respondió burlonamente Luis. –Y tu presencia si que molesta– Todos se quedaron en silencio, incluso apagaron la música.
Luis era el novio de Lauren, y yo estaba tan sumergida en que Lauren me hablaba, que me olvide completamente de su existencia.
–Raro como todas las mierdas qué haces, raro como tu manera de vestir, raro como esas gafas de estupida que usas en la escuela, raro como tú asquerosa orientación sexual, raro como tú y toda tu asquerosa familia– terminó con una sonrisa de superioridad mientras todos los que estaban en la fiesta se reían de cada cosa que Luis había dicho.
–Ca-cállate– intente gritar pero tenía un nudo en la garganta.
–Lo olvide, lo siento– pasó una mano por su cabello, parecía frustrado y triste. Por un momento pensé que se había arrepentido de todo lo que dijo antes. Pero ese ni siquiera era el caso. –Olvide que también eres una estupida ta-ta-tartamuda– la casa colapso en risas.
–Al menos lleva mejores notas que tú y toda la bola de imbeciles de tus amigos– respondió Lauren poniéndose frente a el. –Al menos no es ignorante como tú, al menos sabe lo que quiere y no fracasara al salir de este colegio como tú. Así que porque mejor no te callas y dejas de dar un show, que al parecer es lo único que sabes hacer Luis, cállate y ponte a hacer algo positivo con tu vida– sentenció Lauren tomando mi mano y sacándome de aquella fiesta, dejando a Luis y a todos sorprendidos.
–¿Que acaba de pasar ahí dentro?– señale con ambos brazos hacia la casa –Luis...tu....Nosotras...Camila...Lauren...Yo...Espera, yo soy Camila...– trataba de hablar pero estaba tan sorprendida que simplemente no podía.
–Camz, cálmate– río Lauren tomándome nuevamente del brazo para alejarnos más de la casa.
–¡Dios mío!– comencé a soltar unas cuantas lágrimas –Gracias Lauren, muchísimas gracias.– la abrace tan fuerte como mis pequeños brazos podían.
–Oye, calma, tampoco es algo como para llorar– acaricio lentamente mi espalda.
–Lloro de felicidad, emoción, no se, todo pasó tan rápido, gracias por defenderme, nadie nunca me había defendido, se que tengo que defenderme yo misma, pero no me gusta hablarle mal a las personas, igual Luis se lo merece porque es un idiota.– reí rompiendo el abrazo caminando de un lado a otro.
–¿Ya te calmaste?– se burlo juguetona mente Lauren –Mira, se que no sere la mejor persona, pero no significa que tenga que tratarte tan mal como Luis–
Luis. Luis es su novio. La sonrisa que tenía en el rostro, se esfumó en segundos.
–Demonios– me detuve en seco –Mejor me voy– añadí dándome media vuelta.
–Hey ¿que pasa?– pregunto sujetando mi mano algo confundida por el cambio drástico de mi actitud.
–Luis es tu novio, he hecho que te pelees con él, frente a todos– suspire nerviosa. –Seguro va a matarme– mencione soltándome de su agarre llevándome ambas manos a la cabeza. –Sip, va a matarme– afirme.
–Eres muy dramática ¿no crees?–sonrió Lauren –Luis no va a matarte y yo ya no seré más su novia, hablaré con el, me di cuenta de que es un idiota y...–
–No te merece– añadí mirándola a esos hermosos ojos esmeralda.
