El rubio abrió su casillero enojado, su día había sido una completa basura, reprobó historia y había sido castigado por la culpa de su novio.
Alejó sus pensamientos al ver que algo caía en sus píes, era una nota y no iba sola, iba junto a una linda rosa amarilla. Se agachó a tomarla y así poder olerla, aunque le costó demasiado por sus pequeñas pero muy afiladas espinas.
Tomó la nota, era del mismo color que la rosa, un lindo color amarillo pálido. Se paró y cerró su casillero nuevamente para así recostar su espalda sobre el frío metal.
Abrió la pequeña notita que estaba partida en cuatro divisiones y empezó a leerla.
"Hey, no sabia que escribirte aquí y no sé realmente si llegarás a leer esto, pero quiero decirte lo hermoso que me pareces y esta es la única forma que tengo para hablarte y hacer que me notes.
El motivo del color amarillo de esta carta y la rosa, es porque me recuerda a tu lindo cabello de pollito que tienes (y claro que sé que es teñido, pero eso quedara entre nosotros;) ), si ves bien la rosa tiene algunos pétalos con manchitas café muy diminutas, al igual que el castaño en tu cabello, ¿no es realmente hermoso?
Tu cabello es hermoso, todo tú es hermoso, lástima que Liam no sepa apreciar lo que tiene junto a él.
Sin más, me despido, pero recuerda algo:
Eres cómo una rosa, Niall. "
El rubio volteo a ver hacia los lados buscando al dueño de aquella carta, sintió cómo se llenaba de felicidad pero fue borrada al ver a su novio junto a una rubia teñida. Todos en la escuela sabían que ambos eran novios, pero a Liam al parecer le molestaba y negaba una, y otra vez, y otra vez sin darse por vencido, haciendo que el pequeño rubio sintiera algo llamado dolor.
Cerró de un golpe su casillero llamando la atención de su novio, el cual le ignoro cuando lo vio, cómo siempre, aún no sabia porque no lo había terminado, oh sí, sí lo sabía, lo amaba y siempre terminaba por perdonarlo al final de los días.
- Deberías dejarlo ya -Su amigo Harry habló justo al lado de él haciéndolo saltar del susto- Lo siento, no quise asustarte
-No importa -se encogió de hombros mientras metía sus últimas cosas en su mochila junto a la nota y rosa, que por suerte no fue vista por el castaño- sabes que lo amo
- Esa no debería ser una razón -contraatacó nuevamente el castaño ganándose una mirada de odio de su amigo- Ya, bien, me largo y te dejo sólo, ten cuidado y vete a tu casa después del castigo
- Adiós, Harry
-Piensa en lo que te dije
-Lo haré -respondió viendo a su chico salir por la puerta de la escuela
Harry le dio un beso en la mejilla y luego se fue corriendo hacia afuera.
Con una mueca se dio la vuelta y empezó a caminar a la biblioteca, ese seria un largo día en el castigo, pero por lo menos tendría tiempo de averiguar de quien era la linda rosa junto a la carta.
Sí, le había encantado ese pequeño detalle.
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Por otro lado, un chico moreno veía al rubio caminar, una sonrisa grande se asomó por sus labios, le gustaba verlo aunque no tenia la valentía de hablarle, mas que todo por su grosero y abusivo novio. Suspiró finalmente y salió del establecimiento rogándole a dios para no toparse con el abusivo del instituto: Liam Payne.
