Capítulo 5

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Katsuki es consciente de su carácter, y que gracias a ella tiende a cagar seguido las cosas. Fue por culpa de su carácter que terminó en la casa de una perra que lo usaba de juguete sexual cuántas veces le dieran las ganas. Todo porque fue lo suficientemente estúpido y competitivo con Izuku.

Tal vez su odio hacia Deku fuera porque a pesar de que el es de raza pura, seguían prefiriendo a un maldito conejo normal..

Suspiro con pesadez, irritado. Desde que llegaron al departamento (T/n) no le había dicho ni una sola palabra y lo evitaba como si tuviera alguna enfermedad contagiosa. La vio encerrarse en su habitación, cada tanto saliendo para buscar algo en la cocina o dejar vasos en el lavabo.

Así comenzaron la semana, evitándose.

(T/n) desayunaba, dejaba comida para él en la heladera y se iba a la universidad.

Katsuki se quedaba solo todo el día, hasta que la tarde llegaba. Hacía sus típicas rutinas de siempre, y se sorprendió cuando vio una copia de la llave arriba de la mesa al día siguiente. Las anteriores veces que salía solo usaba las llaves de ella sin su permiso, con esto, claramente le está diciendo de una forma directa -según el- que hiciera lo que le dé la gana.

Abrió la heladera, encontrando un taper con comida.

Le dijo que no se preocupe por él, y continúa haciéndolo.

Pasó una mano por su rostro, recordando las palabras que le dijo aquella vez en el parque.

«Es increíble el poder que tienen las palabras»

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(T/n) prestó atención a la clase, tomando notas cada tanto, pero en el fondo sabe que si alguien le pregunta sobre el tema se quedaría en plan; «¿Kha?». Ya es miércoles por la tarde, llevan desde el domingo por la noche sin tener una conversación propiamente dicha. La adolescente había vuelto a su rutina de mantenerse encerrada en su habitación, y salir cuando necesitaba comer o hacer otras necesidades.

El estrés le recorrió la espalda con una gélida caricia, recordando que pronto tendría los exámenes. Finalizara el mes sin conseguir un trabajo y en cuestión de tiempo debía pagar las cosas del departamento. Lo cual significaba pedir dinero prestado a sus padres, de nuevo.

Una mano se posó sobre su brazo, el mismo que había agarrado Katsuki días atrás.

Kyoka Jiro, su compañera híbrida le dedicó una mirada —¿Estás bien? —las enormes y largas orejas de la chica están en su dirección —. Te veías alterada —susurró con suavidad, retirando su mano con lentitud.

Ella es una de las pocas híbridas que tuvo el valor suficiente para ingresar a la universidad, ignorando a aquellas personas que intentaban tirar abajo su sueño. Hay una cantidad enorme de personas que odian a los híbridos o que creen que no deberían tener un futuro como los demás, porque después de todo siguen siendo animales.

Pero a ella parecía no importarle en absoluto.

—Si, gracias. Solo estaba pensando, en cosas —imitó su tono de voz, sabiendo que ella podrá oírla perfectamente. La característica de los zorros del desierto es esa, su gran audición.

La cola de Kyoka se sacudió detrás de ella, barriendo parte del suelo. Ahora que lo piensa, ¿cómo es que antes nunca habló con Kyoka? Prácticamente comparten todas las clases, pero estuvo tan concentrada en sus propios problemas que ignoró a los demás. La había visto un par de veces en los pasillos, utilizando auriculares. Tiene la típica onda rockera que podría espantar a cualquiera, pero se ve agradable.

My almost Sweet Puppy [BNHA] [Katsuki Bakugou x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora