My almost Sweet Puppy [BNHA] [Katsuki Bakugou x Lectora]

Capítulo 10

Feliz San Valentín super atrasado <3

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En lo que restaba de camino hacia el departamento, Katsuki no había soltado su mano. Más de una vez se preguntó mentalmente que rayos hacer. Primero que nada, todavía sigue nerviosa y enojada por la conversación que tuvo con la anterior dueña de su híbrido, Midnight. No puede sacarse de la cabeza la mirada que le dirigió, como si conociera cada uno de sus sueños y planeara destruirlos uno por uno. 

Segundo; le está sudando la mano. ¿Y si a Katsuki le da asco? No lo culparia de todas formas–

—Puedo escucharlo —lo oyó murmurar, clavando su mirada carmesí sobre ella. 

—¿Que cosa? —respondió, la boca seca. 

—El sonido de tu corazón. Puedo oler tu ansiedad, mezclado con enojo. —Katsuki dio un ligero vistazo a sus manos unidas. La mano de (T/n) emana mucha calidez, y la cantidad de sentimientos que están en su pecho lo tienen un poco mareado. —Maldición, olvídate de Midnight. De esa perra me encargo yo. 

—Los dos nos vamos a encargar de ella si intenta hacer algo, ¿de acuerdo? —aclaró, dando un suave apretón. 

—No necesito que me protejas, (T/n). 

Ella negó con la cabeza con demasiada rapidez, tanto que un poco de pelo le cayó en el rostro. Katsuki deseo poder quitarselo con la otra mano, pero la tiene ocupada por una de las bolsas. 

—Nos cuidamos mutuamente. Tal vez no pueda pelear o tirar puños como Karate Kid de la misma forma que tu, o correr mucho...esta bien, tal vez no pueda hacer muchas cosas físicas. —creyó escuchar un bufido mezclado con una risa, cosa que la relajó— Pero no dejaré que se acerque a ti. Lo que dije iba en serio, no te cambiare por nada. 

«Así mi seguridad este en riesgo, yo lo protegere»

Aquella semana, (T/n) comenzó a notar como Katsuki se comportaba diferente. Y esta vez no fue por los efectos de la pastilla, ya que los días de celo terminaron. Se veía más relajado a su alrededor, la mirada de sus ojos, aquella que asustaría a cualquiera, se vuelve blanda cada que la ve. Sobre todo cuando va a buscarla a la universidad —si, Katsuki recorría todo el camino desde su trabajo hasta su universidad para esperarla pacientemente afuera—

Ver a su híbrido apoyado en un árbol, con los ojos cerrados y una oreja en dirección a la puerta de la misma, le daba seguridad. Y otro sentimiento que tenía miedo de reconocer. 

—¡Katsuki! —lo llamó, con una sonrisa. El mencionado abrió sus ojos con lentitud, pronto los orbes rubí sobre su figura. 

—No grites, puedo reconocer tus pasos. —sacudió ambas orejas, con aspecto malhumorado. (T/n) susurro una disculpa por lo bajo, ajustando la correa de la mochila al hombro. Hasta que de repente, vio que el rubio extendió su brazo hacia ella. 

No dijo ni una palabra, pero (T/n) comprendio. 

Deslizó su mano por el mismo, sujetándose al codo.

Y juntos, caminaron por la calle que ya a estas alturas, estaba repleta de hojas de tono rojizo y anaranjados. 

El otoño estaba llegando a sus días finales, para darle la bienvenida al invierno.