Prólogo

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—Dios mio, ¿de donde sale tanta mugre? —se quejó por lo bajo, pasando un trapo encima de la pantalla de la laptop— Lo limpie ayer..

Está sentada en la mesa del comedor, con un par de hojas sobre la misma y varios borradores escritos en el Word. A pesar de que es su cumpleaños, aquí se encuentra, estudiando como si se le acabara la vida. Esto es lo que pasa cuando uno dice que solo verá una sola temporada de su serie favorita, y dos días después la termina, y se da cuenta que es domingo. 

Apoyo la cabeza sobre el teclado, dándose ligeros golpes en la frente. Las letras H,J,K se repitieron un par de veces en la hoja blanca, pero poco le importo. Lo mejor sería recoger todo, antes de que llegue su familia a festejar con ella. 

Iba a levantarse, pero una llamada de Skype interrumpió la acción. Reconoció el rostro de Ochako en la pantalla y sin dudar atendió. 

¡(T/n)-chan! ¡Feliz cumpleaños! —del otro lado de la pantalla, pudo ver que la castaña tiraba confeti en el aire, a la vez que una cabeza con pelo verde oscuro se asomaba— Deku también quiere saludarte. 

¡F-Feliz cumpleaños, (T/n)-san! —el conejo híbrido de su mejor amiga le dedico una pequeña sonrisa tímida. Las orejas marrón oscuro están pegadas al cabello. 

—Gracias, a los dos. Creí que estaban ocupados. —a medida que hablaba, ordenó la enorme cantidad de resúmenes que tiene. 

Ante el sonido de las hojas y las ojeras claramente visibles bajo los ojos de su amiga, Ochako entrecerró la mirada, señalando con el dedo índice la pantalla de la laptop. 

¿Otra vez dejando todo para último momento? Te dije que debías hacerlo antes, no podrás disfrutar de tu cumpleaños. 

(T/n) suspiro, resignada. —Ochako, la única vez que hice algo a tiempo en mi vida, fue nacer. Y eso es demasiado, créeme. 

¡Eso esta mal, (T/n)-san! —otra cabeza apareció en la pantalla, casi aplastando al pequeño Deku. Las orejas del doberman están rectas como de costumbre. 

Tenya, no aplastes a Deku —regaño está, ayudando al pobre ojos esmeraldas. 

Los observó durante largos segundos, donde el híbrido canino solo hablaba de que debía ser responsable con sus estudios y estar agradecida por ello. Mientras que Ochako acariciaba las largas orejas de conejo del pobre Deku, que cada tanto movía su nariz, demostrando así su ligero nerviosismo. 

Son una familia de lo más rara, pero ella los adora. Al primero que adoptó fue a Deku, le contó que lo había visto solo y muy delgado el día que fue a adoptarlo. No pudo evitarlo y cuando se dio cuenta, ya vivía con el. Es nervioso, adora comer vegetales, y su cola esponjosa causa que uno quiera tocarla. 

Muchos meses después, ya con Deku acostumbrado a su nuevo hogar, llegó Tenya. Un doberman huérfano, que vivía con su hermano mayor, pero este murió mientras trabajaba para la policía en una misión de rescate. A Ochako no le costó mucho encariñarse con él, y a Deku tampoco. 

(T/n) siente un poco de envidia hacia ella, si es sincera consigo misma. 

Tiene dos personas que la protegen y la adoran como a nadie más, harían lo que fuera por ella. En cambio, (T/n) se tiene a sí misma. Obvio, tiene a su familia también, pero tampoco es como que los viera todos los días. Sobre todo a su hermano, aunque ese es otro tema aparte.

My almost Sweet Puppy [BNHA] [Katsuki Bakugou x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora