War of Hormone |KookMin|

UNO;

El día apenas iniciaba, las clases comenzarían dentro de poco pero a él no le interesaba. Si bien sabía que necesitaba de aquel conocimiento para tener un buen futuro, no le agradaba para nada tener que levantarse del césped. Le gustaba estar ahí; el olor del césped y el hecho de encontrarse cerca de los arboles hacía que su olor característico no fuera tan evidente. Escuchó la campana proveniente del edificio educativo, lanzó un gruñido al aire antes de sentarse sobre el césped recién cortado.

'Quizás si no me presento a clases nadie lo note' pensó de manera rápida pero terminó rechazando la opción al recordar que todo el mundo desde los estudiantes hasta el profesor se darían cuenta de que no se encontraba presente.

Desventajas de ser el más popular.

Con cansancio se levantó y comenzó a caminar al edificio para recibir sus clases. Luego de salir de la zona de árboles logró observar el primer edificio de un complejo de cuatro, se trataba de los dormitorios de los omegas. No está de más decir que el acceso a ese lugar y sus alrededores estaba completamente prohibido, pero para el pelinegro eso le parecía más una invitación que una norma. Caminó por la orilla derecha del edificio, que lógicamente se encontraba cerrada; una reja de metal le impedía el paso a lo que Jungkook solamente respondió con un gran salto para después con ayuda de sus brazos impulsarse al otro lado. Cayó con maestría al suelo, sacudió sus manos para quitarse en polvo que logró tomar al momento de caer para después guardarlas en las bolsas de su pantalón y comenzar a caminar nuevamente. Su caminar era lento apropósito, si algún omega se encontraba de casualidad en su dormitorio y miraba por su ventana tendría la suerte de admirarlo pasar. Todos ganaban, él un poco de atención y ellos una buena vista para suspirar.

El pasar por los dormitorios de los betas fue más sencillo, solo tuvo que sacar una llave para abrir la puerta metálica negra, sonrió al momento de cruzar la puerta para posteriormente colocarle el cerrojo otra vez, lanzó la llave al aire para después atraparla. Recordó que tuvo que seducir a un beta por conseguir la llave una noche y enseguida sacar una copia, cosa que no le costó más de dos horas. El beta al inicio se hizo el difícil, actitud que con algo de coqueteo se le esfumó a los cinco minutos. 

El muchacho continuó caminando hasta llegar a los dormitorios de los alfas, al llegar a la barrera la admiró un momento preguntándose si el director de la escuela creía que los alfas eran demonios traídos del mismísimo infierno, pues la barrera del dormitorio de los alfas era bien conocida en toda la escuela por ser impenetrable, cosa que los omegas y varios betas agradecían hasta cierto punto. Dicha barrera se trataba de una pared hecha completamente de metal, además de ser aprueba de balas y tener puntas afiladas en la parte de arriba. Jungkook sabía que podía burlar esa puerta sin un poco de esfuerzo, pero ese día simplemente se le ocurrió por entrar al dormitorio de los alfas y salir por el otro lado. 

Aquellos portones se encontraban en los límites laterales de todos los dormitorios de la escuela, es una medida de defensa. Cada dormitorio tenía un portón diferente, el de los alfas era el más resistente debido a que se trataba de la primera barrera, el portón de los betas era resistente pero no imposible de cruzar, el de los omegas era el más deficiente si se hablaba en términos de seguridad. Los alumnos eran libres de convivir con quienes quisieran y salir con quienes quisieran, la escuela no se metía en esos delicados asuntos a menos que fuera completamente necesario, sin embargo, las barreras entre los límites laterales de los dormitorios no estaban ahí solo de adorno. Si ocurría otra desgracia estarían preparados. 

Jungkook retrocedió unos cuantos pasos para dirigirse a la puerta trasera del dormitorio. Guardó la llave de los dormitorios de los betas en su bolsillo derecho del pantalón, y sin ningún cuidado empujó la puerta usando su hombro. Subió rápidamente las escaleras hasta su habitación. Debía hacer algo antes de ir a clases.