War of Hormone |KookMin|

DOCE;

Jimin despertó más temprano que de costumbre, quizás porque la noche anterior en cuanto su cabeza tocó la almohada se quedó dormido. Dispuesto a retomar su sueño giró su cuerpo para encontrar una posición más cómoda cuando notó el desastre que había en su habitación, se sentó tan rápido en su cama que su cabeza lo resintió. Ya en un mejor estado se levantó sorprendiéndose de la mala apariencia de su cuarto, había confeti en el suelo, la ropa de su armario se encontraba esparcida por todas partes, su mochila estaba sucia y se sorprendió aún más al notar que dentro de ella se encontraba un puñado de tierra y un girasol, el suelo estaba lleno de pisadas, al verlas con más detenimiento notó que eran el patrón de una bota.

—Jeon Jungkook— mencionó con enojo.

Observó que una nota se hallaba enseguida de las huellas. Tomó la nota y la leyó.

'Ya estamos a mano.

-JK.'

El rubio no pudo evitar enojarse, respiró profundo buscando relajarse cosa que consiguió. Era domingo y quería pasarlo tranquilo, miró su habitación con cansancio y se dijo a sí mismo que limpiaría sin falta ese día. Pero antes que nada iría a darse un baño, cuando llegó a su recámara ayer no le importó dormir con la ropa que traía puesta por lo que se sentía sucio. Luego de tomar lo que necesitaría se dirigió a los baños del edificio y se dio una merecida ducha, luego de cambiarse ahí regresó a su habitación perfumarse y peinarse.

Tomó su celular y notó que tenía una llamada perdida de Hoseok, decidió llamarle de vuelta.

'Puede ser importante' pensó Jimin. La llamada fue contestada a los tres tonos.

—Lo siento, acabo de despertar hace un rato y noté que tenía una llamada perdida tuya— dijo rápidamente el rubio antes de siquiera escuchar un saludo del otro lado de la línea.

—No te preocupes, Jiminnie. Pensé que estabas dormido y por eso no me habías contestado— respondió una voz que no era la de Hoseok.

Jimin pensó unos segundos antes de preguntar.

—¿Jin?

Se escuchó un sonido de sorpresa al otro lado de la línea.

—¡Jiminnie! Me alegro que puedas identificar mi voz— mencionó el omega con ternura.

—Eh, sí... Jin, ¿Qué pasó con Hoseok? ¿Necesita ayuda con algo?— cuestionó el rubio con preocupación.

Jin cambió drásticamente su tono de voz.

—De hecho... sí, Jimin. Hoseok se cayó de unas escaleras... pero ya lo llevan al hospital— informó el chico con voz queda.

—¿Qué? ¡No puede ser! ¿A qué hospital lo...?— Jimin ya comenzaría con una lista imparable de preguntas hasta que escuchó la risa del supuesto beta accidentado.

—¡Date prisa, Jimin! ¡Siento que estoy muriendo!— admitió Hoseok mientras se escuchaba la característica risa de Jin.

El rubio omega atinó a reír falsamente.

—Muy graciosos, chicos. A todo esto, ¿Para qué me necesitan?— inquirió Jimin con aburrimiento, necesitaba limpiar su habitación y lo estaban distrayendo.

—¿No recuerdas lo que dijimos ayer? Quedamos que nos veríamos en el centro comercial para comprar algunas cosas— recordó Jin con una voz más calmada.

—Por cierto, estás en altavoz, ¡No te preocupes, Jimin! Era una broma— habló el beta con voz cómica.

Jimin negó con la cabeza, la molestia de hacía un rato había desaparecido.