Parte 8: Tortura con final relajante

6 0 0
                                    

16 de junio

~ ¡¿Gaspar?! ¡¿Gaspar?! ~ Podía volver a hablar.

~ Luci, ¿estás bien? ~

~ ¡Gaspar! ~ Y lo abracé con todas mis fuerzas.

~ Tranquila, tranquila, solo fue una pesadilla, ya estas despierta, estoy aquí ~

No quería soltarlo, pero él me hizo soltarlo.

~ Otra vez Gaspar ¡otra vez lo mismo! ~ Le dije sollozando.

~ Ya, pero cálmate, estas bien ahora ~ Me decía mientras me acaricia la cabeza ~ Dime que soñaste esta vez ~

Lo mire algo temerosa por contarle, pero se lo conté.

~ Estaba en una playa y hacía mucho calor, de pronto se hizo tan insoportable que no podía moverme y lo único que quería era agua, y después se me apareció un hombre pero... ~

No pude seguir. Recordé que en el sueño no pude identificar a aquel hombre, pero ahora que estaba despierta pude asociarlo a alguien. Aquel hombre en el mercado de la cuidad... creo que era el de mi sueño...o pesadilla.

~ ¿Pero? ~ Preguntó preocupado Gaspar.

No podía decirle esto a Gaspar, él no sabía que Max y yo habíamos ido a la cuidad. Tuve que mentirle, traté de controlar mi expresión para que no se diera cuenta, pues era muy mala mintiendo.

~...no recuerdo su cara, pues estaba tapada por una capucha, y al verlo me daba mucho miedo y cuando...cuando hablaba me daba mucho dolor de oídos. Era espantoso ~

~ Que raro tu pesadilla, yo me acerque a verte porque te pusiste a gritar y me asuste, creo que te ha pasado lo mismo que en la pesadilla anterior, bueno, sólo no trates de preocuparte mucho, olvídalo ¿sí? ¿Quieres tomar desayuno ya? ~

Tenía mucha hambre ya que me estaba saltando todas las cenas, para no salir de mi cuarto, así que asentí.

Gaspar se fue a prepararme el desayuno, mientras yo me vestía noté que las marcas de mis brazos ya estaba desapareciendo y cambiando de color, pero aun se notaban y aun dolían.

Terminé mi desayuno rápido, aún estaba agotada después de dormir tanto, pero esta pesadilla me dejó con mucho sueño, aunque no quería cerrar el ojo nuevamente ya que estaba segura que soñaría algo malo. Gaspar me insistió en que descansara un rato, pero no quise.

El resto de la jornada fue sin inconvenientes aunque tuve un poco más en que entretenerme, ayudé a Gaspar a entrar un poco de leña antes de que él se fuera a trabajar.

Cuando Gaspar se fue, me quedé limpiando el piso a pesar de que había hecho el aseo ayer, pues tenía que estar haciendo algo para no quedarme dormida, además se había ensuciado con la leña que habíamos entrado.

Iba aguantar hasta que se me cerraran los ojos y me cayera al suelo, pues así estaría segura de no soñar ya que estaría tan cansada que no tendría fuerzas para pesadillas.

Estaba haciendo eso cuando Max llegó.

Olvidé por completo lo de "mi plan evitativo", por lo que cuando Max entró yo estaba en la mitad de la habitación limpiando el suelo.

Él, por supuesto también se sorprendió, me miró, pestañó y se dio media vuelta para caminar a su habitación.

Su actitud...realmente me partió el corazón.

Me sentí tan desilusionada al saber que él también me ignoraba, sabía que él estaba evitándome, pero no me había dado realmente cuenta.

Sentí tristeza, pero no podía quedarme así, ya no quería esto.

Historia con un título en esperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora