II Temp. Capitulo 30

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Narra "_________":

Cuando estoy frente a la dirección que me indicó Raúl, siento en mi bolsillo que llega un mensaje:

De Adrián:

¡Es gravemente tonto lo que haces! Entiendo las razones por las que lo haces... ¡¿PERO TE PUSISTE A PENSAR EN QUÉ PASARÁ SI TE SUCEDE ALGO?! ¿pensaste en tu madre? ¿En tu hermano? ¿En mí? No sabes lo asustado que estoy con el simple echo de que fueras sola... Espérame fuera de la entrada de esa dirección... ¡NO ENTRES SIN MÍ!


Sólo le puedo contestar: Lo siento... I love U

Las lágrimas salen de mí, no son de dolor, son de frustración. Sé lo que puede suceder, y es obvio que no quiero que suceda, pero es mi hermana... Ella está en esto gracias a mí.

Toco la puerta y escucho como hay pasos aproximándose a la puerta, ni siquiera cuando me subí a las montañas rusas del parque de diversiones tuve tanta adrenalina como en este momento. Los pasos se detienen y se escucha desde dentro ¿"Quién"?. Digo mi nombre y la puerta se empieza a abrir.

De ahí sale él, su maldito rostro ya no es el feliz que antes tenía, ahora se nota su cara llena de frustración y venganza.

Raúl: Ohhh "________" querida, pasa -Dice abriéndome camino para entrar.

Cruzé y el cerró la puerta de un portazo a mis espaldas. Cuando levanté la mirada para ver el lugar reconocí que era una casa abandonada, aún tenía unos muebles y tapicería. Por encima de nosotros colgaba una lámpara exageradamente grande, tan grande que si cayera a todos nos aplastaría.
En el fondo del sofá principal estaba Ana, con un pañuelo en la boca, a su lado está un hombre que no sobrepasa los 20 años. El sujeto que está al lado de mi hermana la tiene tomada de sus brazos con mucha fuerza. Ella trata de golpearlo pero él es más fuerte.

Raúl: Mira lo que quiero es algo muy sencillo y lo sabes... Si cooperas conmigo todo saldrá más sencillo, así que veamos.. Supongo que quieres saber la historia... ¿Cierto?
Asentí sin dejar de mirar a Ana.
Raúl: Mira, después de tu pequeño "percance" conmigo, mis padre y yo nos fuimos de la cuidad. Todo el camino hablaron de lo decepcionados que estaban de mí. De que hubieran preferido tener una niña antes que a mi. ¿Qué harían conmigo? Entonces mamá propuso un internado. Yo me negué por completo evidentemente, pero a papá le pareció una grandiosa idea. Cuando llegamos a nuestra nueva cuidad, noté que no la vería mucho tiempo, y así fué. Llamaron al internado más cerca y al día siguiente me aceptaron. Me faltaba uno o dos años para terminar el colegio, no recuerdo bien. El día que me llevaron me dijeron que era por mi propio bien y que lo debía pagar, decían que no era tan malo, no era un cárcel... Pero claro, ellos no saben lo que sucede ahí dentro. Mi primer día empezó mal, no me había percatado de que era un internado para hombres, me presentaron en frente de todo un gimnasio. Cuando me asignaron una habitación no me había percatado de que en las paredes sólo habías posters de hombres sin camiseta y en bóxer tallados. Se llaman Billy, Jeaustin y David. Yo dormía abajo y Billy arriba. Empecé a conocerlos ya que con ellos iba a convivir durante bastante tiempo, los tres me confesaron que eran gays, yo me sentí en confianza  y les conté la razón por la que estaba aquí. Ellos me dijeron que si tanto deseo tenía de hacer eso ellos me podrían ayudar, y esa noche empezó todo. Las habitaciones eran cerradas completamente y no se escuchaba ningún ruido hacia fuera. Empezaron a tocarme y besarme, por supuesto me quité pero ellos continuaron, me quitaron la ropa y ... me violaron entre ellos tres -Su voz se entrecortó- Ha sido... la peor noche... de mi vida... Después de eso... lo hicieron millones de veces... hasta que se cansaron de mí. Pero ahí no acabó todo, cuando ya no me querían para tocarme, me vendieron a los demás gays del internado, cobraban por tocarme y abusarme. Cuando quise pedir ayuda nadie me escuchó, los guardias se reían de mí, al igual que los profesores. Llamé a mis padres en busca de algo de ayuda, pero ambos me dieron la espalda... Tuve que aguantar hambre, soledad, abusos... Y no tenía nadie a quien culpar, hasta que recordé porqué estuve ahí. ¡POR TU CULPA! ¡POR TU CULPA MI DIGNIDAD ESTÁ POR LOS SUELOS! POR TU CULPA TENGO PESADILLAS DE ESOS MALDITOS BASTARDOS QUE ME VENDÍAN! 

Estaba con un nudo en la garganta, él piensa que todo es mi culpa... Nunca se puso a pensar en lo mal que estuvo su acto...
Seguía mirando su rostro,  él esperaba una respuesta, pero un movimiento en ,lo que parece ser, la cocina captó mi atención. Traté que pareciera como si meditaba mi respuesta... Hasta que vi más de cerca la figura que me decía que me mantuviera callada... No podía quedarme viéndolo... Sería el fin de Adrián...

Enamorada De Un Chico Malo<3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora