II Tem. Capítulo 6

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Regresé y los niños ya me esperaban, la mayoría tenía la misma edad de Daniel. Hice el mismo procedimiento para los nuevos alumnos. Mi rutina era igual y ellos me mostraban cariño a pesar de ser mi primer día. Los dejo jugar al último. Después de eso va el almuerzo, converso con los alumnos de mi edad. Ellos entrenan 5 horas diarias, así se preparan para un Torneo próximo. Ellos me dicen sobre sus técnicas y yo les digo como perfeccionar. No sé sus nombres pero tampoco me interesan. AL principio me veían como si fuera un animal raro, pero cuando vieron que valía la pena verme nadar ¡Ahora sí!

Terminamos de almorzar y fuí a conocer a mi siguiente grupo, ellos éran más pequeños, rondaban los 4 años. Es más difícil así, aunque sólo se les enseña lo básico y llevan flotadores por todo el cuerpo. 

Los hago nadar en un sólo lugar y fortalecer sus piernas, ya que no los puedo forzar mucho.

Lo bueno de mi trabajo es que no es cansado, más bien, es bonito y me divierto mucho con los niños.

**

Mi último grupo se acaba de retirar, sin embargo, quiero quedarme nadando unos minutos. Miro la piscina y creo que será mejor ingresar de un clavado.

En el momento en que salgo de la piscina, noto que en la entrada llega alguien, una chaqueta negra y pantalones del mismo color. Adrián.

Me vuelvo a clavar rápidamente, siento como mis piernas arden. Ingreso totalmente al agua, empiezo a nadar hacia el otro lado, el lado opuesto de dónde se encuentra Adrián. Levanto la cabeza y él va donde Roberto. Le entrega un sobre, no sé lo que és pero supongo que una mensualidad. De pronto él se vuelve hacia donde estoy yo. Me mira por un momento, yo me empiezo a nadar normalmente. Cuando estoy lejos nado lento, y cerca pongo más velocidad. Cuando ya hice un 200, saco la cabeza y veo que Adrián aún está hablando con Roberto.

Mi única oportunidad de salir sin que me vea es salir corriendo a los vestidores de manera rápida.

No tengo tiempo para ejecutar un plan, sólo para actuar. Nado hasta las escaleras y salgo con los lentes puestos, mis lentes son profesionales entonces no se ven los ojos, camino hacia mi bolso y noto que Adrián no me ha visto. Voy normalmente hasta los camerinos cuando...

Xx: ¡Espera!

Maldición, maldición, maldición ¿Porqué a mi? Me volteé y efectivamente era Adrián quien se acercaba a mí. Veo que su barba está intacta, siempre larga pero por lo menos su cabello está presentable.

Yo: Ejmm, ¿EN qué le puedo ayudar? -Dije con una voz más grave pero creíble.

Adrián: Es que mi hermano tomó clases con usted esta mañana.

Por favor Daniel, espero que no le dijeras que regresé.

Yo: Sí 

Adrián: Él dice que le gustó mucho como das la clase, entonces quiero saber si hay una posibilidad de que él se quede más lecciones aquí.

Yo: Pero es un niño, aún le falta mucho y no se le puede forzar.

Adrián: ¿Y no hay otra manera de dejarlo aquí más tiempo?

Espero que mis oídos me traicionen y él no quiera deshacerse de su hermano.

Yo: A ver si lo entendí ¿Usted quiere deshacerse de su hermano?

Adrián: No me quiero deshacer de él, quiero mi espacio y tiempo solo. Es mi hermano y lo quiero pero en este momento solo quiero estar solo.

Yo: Lamento decirle que esto es una piscina, no una guardería. Es su hermano, no puede deshacerse de él toda su vida.

Adrián: Lo sé, oye ¿Te conozco? La forma de tu cara, tus labios, tu cuerpo. ¿Nos conocemos?

Yo: ¡NO! Nunca te he visto.

Adrián: Te me hiciste parecida a alguien que suelo extrañar mucho -Mira al suelo y una línea recta se forma en sus labios- No importa, perdón por robar tu tiempo.

Yo: No hay cuidado.

Me fuí a cambiar, desearía decir que eso no fué nada, pero no es así... Eso en mi corazón fué mucho...

Enamorada De Un Chico Malo<3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora