obstáculos

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¡Hola! Antes de empezar me gustaría pedir perdón, pues he estado mucho tiempo ausente, bastante, pero he tenido demasiados problemas familiares, y han cambiado muchas cosas en mi vida, por lo que no me apetecía escribir, pero ahora me encuentro con ganas, ojalá suba capítulos de forma más seguida. Bueno os dejo con el capítulo, ¡espero que os guste!
Att. S

Genial, simplemente genial, gracias vida y gracias chica del cubata, ahora mi camisa huele a ron y parece que he estado sudando toda la noche.
Tras este pequeño inconveniente fui corriendo al baño, ¡vaya, no sé qué tienen los baños que me atraen tanto!
Una vez dentro escuché pasos acelerados y una voz que podía calmar a cualquiera:
- Perdona, ¿has visto a una chica con el pelo rizado? -Dijo x.
- Mmm, creo que acaba de entrar al baño. -Dijo una voz de una chica desconocida.
- ¡Gracias!
Escuché unos golpes en la puerta.
- Em, joder no sé su nombre. -Lo escuché murmurar. - Chica misteriosa, ¿estas bien? ¿estas muy mojada? Joder eso suena fatal. - Escuché que dijo x susurrando, me reí en mis adentros, menudo personaje.
- Estoy bien tranquilo, solo estoy viendo como puedo quitar esta mancha.
- Yo sé una técnica, ábreme y te ayudo.
- Vooooy. - Dije mientras abría la puerta.
Se quedó mirándome unos segundos fijamente y finalmente entró, y por inercia cerró la puerta.
- Ven, acércate, con escupitajos salta.
Vale definitivamente este tío estaba loco, increíble.
- ¿Qué dices? -Dije riendo. -Yo me largo antes de que me ahogues en tu saliva.
Iba salir del baño, de verdad que lo intente, pero no se podía. Entré en pánico, no hay algo más agobiante que un baño de a penas un metro cuadrado y dos personas, y más si una de ellas es el chico que te pone super nerviosa.
- ¿Qué pasa? ¿Has cambiado de idea y quieres mis babas? -Dijo con una sonrisilla, preciosa por cierto.
- No se abre. -Yo ya estaba blanca como el papel, el asma no tardaría en aparecer, y no traía conmigo el inhalador.
- Oh, a lo mejor han cerrado tranquila, llamaré a un colega para que avise al camarero y nos abran.
Hizo la llamada, y tras colgar nos quedamos en silencio mirándonos, su mirada atraía, transmitía paz y serenidad, me calmé al instante observando esos ojos verdes.
- Entonces.. -Rompió el silencio. - ¿Me vas a decir ya como te llamas?
- Está bien.
- Espera, ¿así de fácil? Guauu. - Soltó un suspiro.
- Así de fácil, me llamo Alessandra, pero me gusta que me llamen Alessa.
- Vaya, tanto tiempo sin nombre que ahora me resulta raro, me gusta.
- Gracias, ¿y el tuyo?
- Dani. -Dijo guiñándome el ojo.
Solté una risa tímida, cuando de repente nos abrieron la puerta.
- Hey chicos perdonad la espera, algún gracioso se había cargado la manivela. -Dijo de manera distraído el camarero, hasta que levantó la vista, sonrió divertido y añadió:
- Aunque pensándolo mejor no lo siento tanto.
Salí roja de allí, dándole las gracias al igual que Dani. Una vez fuera me preguntó que haría ahora, la verdad no sabía que hacer.
- Creo que me voy a ir a casa, no me apetece seguir aquí.
- ¿Segura? -Asentí con la cabeza. -Bueno, si quieres te acompaño a casa, yo creo que también voy a volver ya.
- No hace falta vivo cruzando el río, no te preocupes.
- ¡Qué casualidad! Vivo por allí también, anda vamos.
Al final no hubo más remedio, tampoco me quejo, nos despedimos de nuestros respectivos grupos de amigos y salimos del local.
Yo que pensaba que la noche iba a acabar en mi cama tranquila, ¿porque tuvo que aparecer ese nazi con ganas de pelea? Y no solo él, toda su tropa.

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⏰ Última actualización: Feb 08, 2019 ⏰

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Skinhead attitude; s.uDonde viven las historias. Descúbrelo ahora