Maratón 4/5
Narra Louis.
—Hey... Cariño... Despierta —se removió un poco en mis piernas y abrió los ojos.
—Hola —me sonrió cuando levantó su cabeza para sentarse.
—Hola —miré la trenza que le había hecho mientras dormía, nunca aprendí a hacerlas bien, pero mi prima pequeña me había enseñado hace unos años, así que ella tampoco sabía hacerlas bien.
Se tiró el cabello para atrás dejando al descubierto sus hombros y cuello.
—¿Me hiciste una trenza?
Yo sólo asentí.
—Que tierno ereeeeees —dijo alargando la "e" y poniendo su cabeza en mi hombro—. ¿Por qué me despertaste?
—Ya vamos a llegar.
—Aaaaah.
—Mira —apunté una estación—, ahí es. Ahí bajamos, anda guardando tu teléfono que se puede caer.
—Guardado.
Bajamos cuando el bus paró y buscamos nuestros bolsos. Habíamos quedado en no traer maletas y sólo bolsos, porque era así más fácil transportarlo.
Cuando estábamos todos abajo hablamos.
—¿Ahora qué haremos? —Kate estaba algo emocionada.
—Yo opino —dijo ____—. Que nos dividamos en dos grupos de tres y cuatro personas obviamente, un grupo vaya a comprar la comida y otro vaya a dejar los bolsos y a ordenar la casa o lo que sea.
—Sí, está bien —dijimos todos.
—¿Quiénes irán a comprar?
—Yo me ofrezco —____ se encogió de hombros.
—Y yo —Kate y Selena hablaron juntas.
—Pero no pueden ir solas, yo me ofrezco —les sonreí a las chicas.
—Okay, los demás tomemos sus bolsos y nos vemos en la casa, te mando en un rato la dirección.
—Bien —vi como los chicos se alejaban para tomar un taxi—. Ahora a buscar un supermercado.
Caminamos unas cuadras y dimos con un mercado algo grande. Creo que era lo único que había.
Recibí un mensaje de Ryan con la dirección de la casa y entramos al supermercado.
{...}
Al llegar a la casa de los padres de Ryan recordé los veranos que pasábamos ahí. Eran muy lindos recuerdos.
Admiramos el lugar, tenía muchas plantas y muchos animales, desde pollos hasta caballos y vacas.
—¡Qué lindo! Yo amo el campo —saltó ____, nunca esperé que ella fuera una chica de campo, no tenía esa pinta.
—Vengan, entremos, los chicos deben estar dentro.
Entramos dejando las bolsas en la cocina, aún no veíamos a los chicos. Recorrimos la casa y no había rastro de ellos, nos preocupamos y fuimos al patio trasero, dónde estaban los pollos y pudimos verlos viniendo hacia la casa con dos bolsas.
¿Qué habían hecho?
Venían riendo mientras corrían.
Cuando llegaron a nuestros lados tiraron las bolsas a nuestros pies y ellos también se tiraron.
Los miramos mientras reían a carcajadas.
—¿Qué pasó chicos?
Se miraron y explotaron en carcajadas de nuevo.
Cuando se calmaron pudieron hablar.
—Fuimos a robar zanahorias —explico Ryan—. Teníamos hambre y ustedes no llegaban, una señora nos vio robando y comenzó a gritar y a perseguirnos, pero logramos escapar.
Los miré mientras seguían riendo, pero había un problema, habían robado muchas zanahorias.
—¿Listos para comer zanahorias toda la semana?
Todos nos miramos y nos encogimos de hombros mientras levantábamos las bolsas y las llevábamos a la cocina.
—Hay que deshacerse de esto —Chaz lavó una zanahoria y la dirigió a su boca, dispuesto a comérsela.
Lo miramos mientras hacíamos lo mismo.
{...}
—Buenas noches, chicos —dije dirigiéndome a mi cama.
Habíamos quedado en que Chris y Sel dormirían juntos, ya que habían 6 camas y éramos 7 personas.
Me dirigí a la cama de una plaza y media de la habitación que tenía sólo esta cama. Las demás habitaciones tenían 3 camas o una cama de dos plazas.
Sentí como Ryan intentaba mover los palos de la chimenea para que esta se apagara más rápido.
Luego sentí los interruptores apagarse y a los chicos moverse. Seguramente se estaban poniendo el pijama. Yo también me lo ponía, un pijama que consistía en un pantalón/short abajo, no tenía mucho músculo. Pero, era más cómodo para mí dormir así.
Me acosté apagando la luz del velador y cerrando los ojos.
Cayendo en un sueño profundo.
Desperté de un salto, cuando sentí un intruso en mi cama. O bueno, una intrusa en mi habitación.
—¿Louis? —la miraba a ella parada.
—¿Si?
—¿Puedo dormir contigo? Sé que sonará atrevido, pero por favor, no puedo dormir sin abrazar nada y Chaz ronca y me da risa... Así que no puedo tampoco despertarlo.
Me dio mucha ternura que me lo pidiera así, me hice a un lado.
—Ven, no te preocupes.
Ella tenía un pijama que consistía en un short y en una polera de tirantes.
Se acostó a mi lado abrazándome por el pecho. Se le cerraban sus ojos igual que a mí. Sentí su respiración más calmada, supuse que se había quedado dormida. Era completamente bella.
—¿Sabes algo?
—¿Qué cosa?
Susurrábamos entre nosotros y ella me hacía cariño en el pecho.
—Terminé con John, porque me enamoré de otro chico.
Fue un golpe bajo para mí, pero antes de que dijera algo, ella prosiguió con voz calmada, aún tenía ojos cerrados.
—Me he enamorado de ti....