Capítulo 19.

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Maratón 3/5

—Y eso es todo.

Terminé de explicarle a Ryan que no tenía nada con ____ —aunque quisiera que hubiera algo con mi vida— él me miró unos segundos dudando hasta que se rindió.

—Bien, te creo.

—¿Gracias?

—No tienes porqué, eres mi mejor amigo obviamente te creeré a la primera. Pero, cambiando de tema. Se vienen las vacaciones de mitad de semestre. Son dos semanas en las que haríamos nada. Pero te tengo una... ¿Propuesta?

—¿Cuál?

—¿Recuerdas que mis padres tenían una casa en el campo? Bueno, ellos dijeron que hace tiempo que está sola, desde la muerte de mi abuelo y que si yo quería invitarlos a ustedes por una semana. Iríamos solos.

—¿La casa que queda a cuatro horas de acá? —Ryan asintió—. ¿La casa dónde un caballo me botó?

—Era una yegua —corrigió—. Y sí, esa misma. Tiene unas 6 camas, dos de dos plazas. Así que, ¿Aceptas ser un granjero por una semana?

—Claro, ¿quiénes más irían?

—Chaz, Selena, Cheese, tú y yo.

—¿Selena no se sentirá incómoda con tantos hombres?

—Le pregunté y me dijo que iba a buscar a alguien que la acompañase.

—Claro.

{...}

—¿Están listos?

El padre de Ryan esperaba en su auto para llevarnos a la terminal. Nos iríamos en bus hasta la casa de campo, allí tomaríamos un taxi, la casa quedaba muy alejada de todo, me gustaba ir a esa casa cuando era pequeño.

Estaban Chaz y Ryan conmigo, nos encontraríamos con los demás en la terminal, luego de asentir, guardamos las cosas en el maletero y el padre de Ryan nos llevó y nos dejó allí.

—Adiós chicos, compórtense.

Fuimos caminando hacia el poste que había allí, ahí se supondría que nos encontraríamos con Selena y Chris.

Y como lo suponíamos ahí estaba Selena y Chris, pero con dos personas más.

____ y Kate.

Me sorprendí un poco, ya que no estaba Camille y ellas eran inseparables. Pero no importó.

Los saludé y esperamos juntos un bus con dirección a St. Mitchell.

Cuando vimos uno, el bus paró, compramos los pasajes, guardamos los bolsos y nos subimos, nos sentamos en la parte de atrás, nos habían dado los últimos asientos.

_____ se había sentado con Chaz, Kate con Ryan y Selena conmigo. Chris había quedado sentado con una señora. Pero no reclamó.

____ de repente hizo un cambio con Selena, ella se sentó conmigo y Selena con Chaz.

—Hola —me saludó.

—Hola —contesté—. ¿Cómo estás?

—Normal, viajando con unos chicos hacia St. Mitchell, no me quejo.

—Suena bien ¿eh?

—Claro —rió—. ¿Sabes? Terminé con John, la semana pasada.

—¿Por qué? Oh, lo siento.

—No, no lo sientas, yo lo dejé. Quería acostarse conmigo, no lo dejaría nunca hacerlo. Era muy duro incluso para dar besos y además no lo amaba, cuando le dije que quería terminar se volvió loco. Pero estaba su hermano, así que él me defendió y llevó a casa.

—¿Defendió?

—Sí, John me quería pegar o no sé, algo. Hasta te sacó a ti —se encogió de hombros—, pero no quiero hablar de eso.

—Yo tampoco, la verdad. Te lo digo ahora, la casa de campo no es la gran cosa, tiene muchos animales y árboles o cosas así, yo creo que lo primero que hay que hacer al llegar es comprar cosas para cocinar o no sé, comer.

—¿Sabes cocinar?

—Pues claro, de todo —le sonreí—. No, no es cierto, apenas sé hacer unos huevos. Pero, no hablemos de comida que me da hambre. ¿Y Camille? ¿Por qué no vino?

—Sus padres tenían que viajar a Argentina y a otra parte de Latinoamérica para arreglar algo con su negocio, así que no iba a estar por estas dos semanas. Va a ser como un viaje para recorrer, además allí los libros en Argentina son mucho más baratos, así que le pedí unos cuantos.

—¿Dijiste Latinoamérica? —Kate que estaba adelante nuestro habló.

—Sí, ¿por qué Kate?

—Yo soy latina. Nací en Chile, pero a mis diez años me vine para acá por cosas del trabajo de mi padre.

—¿En serio? —preguntamos con ____.

—Sí, en serio. Mi nombre no es Kate, es Katerina, pero no me gusta, por eso les digo a todos que me llamen Kate.

Cuando Kate se dio vuelta ____ me comentó.

—Que triste debe ser extrañar a tu patria.

—La verdad es que sí.

Se acomodó en mis piernas y le comencé a acariciar el cabello.

Se le cerraron sus ojos y vi cómo se quedaba dormida.

Platonic Love (Louis Tomlinson y tu) (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora