Min Yoonji (jhs ; myg)

2.- Ella.

Después de comer decidieron dar una vuelta por el centro comercial hasta que la hora de la cena llegó para el grupo de jóvenes. Después de despedirse, Jimin y Jungkook se fueron por su camino hacia el metro, mientras que Yoonji iría en el coche con el mayor.

— Espera, debo contestar una llamada. —Dijo Taehyung, alejándose de la chica con una sonrisa.

Se acomodó cerca de la entrada del parking, asegurándose de estar lo suficientemente lejos de la menor para que no le escuchara.

— Dime, Nam.

— Estoy siguiendo a Jimin. Se ha separado de Jungkook y ahora parece estar hablando por teléfono de nuevo.

— Bien, quiero​ la llamada.

— Hecho.

Taehyung colgó al momento y volvió con la chica, quien se miraba las uñas. Tomó esa mano con delicadeza y la besó suavemente. Luego abrió la puerta del auto para ella.

— Gracias, Taehyungie.

El policía sonrió y subió en el otro lado, metiendo la llave al momento. No era la primera vez que acompañaba a Yoonji a casa, pese a que aún no había entrado. La excusa que se ponía, era que ella seguía siendo una adolescente, y seguramente estaría avergonzada de mostrar su pequeño refugio.

El camino fue silencioso, un silencio bastante cómodo y tranquilo, donde la chica jugaba con su cabello y Taehyung colocaba de vez en cuando la mano en su rodilla. Al cabo de unos minutos, aparcó su deportivo blanco frente al hogar de la menor.

— Gracias por traerme, TaeTae... —Susurró de forma dulce, sonriendo de lado cuando el chico se acercaba a sus labios.

Ambos se unieron, de forma inocente al principio. Pero cuando subió de intensidad, se alejó de sus labios y salió del coche luego de despedirse con un suave adiós.

Taehyung volvió a arrancar al ver que la chica entraba en la casa. Sonrió al recordar los dulces labios contra los suyos. Recuerdo que lo acompañó hasta su hogar.

Aparcó con cuidado y bajó del coche, sacando las llaves de su hogar. Al entrar, se dio cuenta que la alfombra estaba algo movida, por lo que soltó una maldición. Cuando iba con Yoonji, nunca llevaba su arma.

— Namjoon, ten cuidado, si Mochi llega a verte...

Taehyung se relajó al momento al escuchar la voz de Seokjin en el salón. Se quitó la chaqueta que todavía olía a su menor y la colgó en el perchero.

—¿Qué hacéis aquí?

Ambos amigos del menor se giraron suavemente, haciendo que Taehyung temblara. Casi había olvidado sus rasgos.

Kim Namjoon. 30 años. Pelo plateado, peinado siempre hacia atrás. Grande y musculoso, de tez morena y apariencia ruda.

Y Kim Seokjin. Su jefe. 33 años pese a aparentar 20. Moreno, con el pelo peinado hacia adelante. Rostro digno de un dios griego. Con grandes hombros, apariencia de ser un bebé cuando tenía peor carácter que su madre.

— Tengo información nueva sobre el caso.

Taehyung asintió y se acomodó delante de la pareja, viendo como Seokjin acariciaba su mano. Sonrió suave al ver el anillo de bodas. Estaban casados desde los 20 años.

— Verás, hoy he decidido seguir a Jungkook en vez de a Jimin, y lo he visto hablar con un tipo. Tendría su edad, unos 20 años. Y he investigado sobre él. —Hizo una pausa mientras sacaba un folder de su maletín.

—Jackson Wang, W para los amigos.

— Y está relacionado con Jimin ¿verdad?

Namjoon asintió dándole un papel con una dirección.

— Sabemos que vive ahí. Hemos pensado en ir mañana a hacerle una pequeña visita. Tal vez encontremos algo relacionado con el jefe de Mochi.

— Me parece bien, sí. —Taehyung asintió suavemente. — ¿Tienes las grabaciones?

Al ver a Seokjin asentir, cerró el folder y sacó su libreta pequeña donde anotaba lo esencial. El mayor del grupo, al verle preparado, encendió la grabación.

— Wang.—Taehyung reconoció al momento la chillona voz de Jimin.—Tienes que ir a ver a Kookie en la salida 2 del metro, tiene algo que discutir contigo. Yo iré a hacer el trabajito que tengo pendiente.

— ¿Irás solo, o te acompañará Suga?—Dijo la otra voz, una grave.

— Sabes que siempre voy con Suga.—Se escuchó un suspiro. —En fin, nos vemos.

Grabación finalizada.

—¿Qué opinas?

— Así que Mochi trabaja con alguien más... —Dijo Seokjin, quien todavía no había escuchado la grabación.

— Estoy seguro que Kookie es Jungkook, así que debe ser otra persona. ¿No tiene más amigos en el instituto?

— Está Yoonji. Pero te aseguro que no es ella. —Dijo Taehyung tan serio que sus amigos no se atrevieron a debatirlo.

— Entonces hay un compinche con nombre empalagoso y por ahí suelto. Pongo la grabación dos.

Taehyung asintió mientras acababa de anotar eso.

— Jefe, creo que estoy en problemas.

— ¿Qué ha pasado, Mochi? —Taehyung frunció su ceño al escuchar la voz del sujeto que estaba tratando de encontrar.

— Sólo no me mates ¿vale? —Jimin sonaba de forma tierna, seguramente haciendo un puchero.

— Sabes que no, pequeño. Ahora dime.

— Hay un problema con ella.

— Pues deshazte del problema, Mochi. Sabes lo que tienes que hacer.

— ¿No lo ibas a hacer tú?

— La policía está husmeando demasiado en la mierda, Mochi. Ocúpate de ella.

— Sí, jefe.

Grabación finalizada.

— Wow, al parecer ese Jefe es bueno con sus empleados. —Dijo Namjoon, mirando al menor. — ¿Qué opinas, Tae?

Pero Taehyung estaba mirando la grabadora con auténtico terror. Ella.

Ella era Yoonji.

— Ella es... Es Yoonji.

Namjoon palideció al escucharle. Taehyung les había hablado de la chica y de todo lo que despertaba en él. Y ahora, al parecer, había un problema. Estaba en auténtico peligro.

— Iré y haré guardia delante de su casa ¿vale? Tranquilo, nadie entrará ni le hará daño.

  🍂 —  

Yoonji se estaba acomodando su pantalón negro cuando vio un coche aparcar frente su casa. Con el ceño fruncido, se sentó en la cama. Debía mantener la calma en todo momento. No era la primera vez que habían vigilado donde ella estaba.

Bueno, donde su novio estaba.

Y sus consejos eran siempre "actúa con normalidad, haz que te vas a dormir y escapa por la ventana".

Suspiró ligeramente tensa y se estiró un poco, quitándose la sudadera que llevaba en aquel instante para ponerse otra de color negro. Talló sus ojos y tomó el teléfono, fingiendo revisar alguna cosa.

Quería pensar que ese estúpido coche se largaría, pero ahí siguió media hora más. Entonces, apagó las luces, se metió en la cama y llamó a su primer contacto.

— ¿Sí, Suga?

— Hobi, soy yo. Alguien me está vigilando.