Min Yoonji (jhs ; myg)

5.- Suga.

Para Taehyung, Min Yoonji estaba hermosa. Había ondulado de nuevo su cabello. Incluso había aplicado algo de maquillaje a sus ojos gatunos. Pero lo que realmente mató a Taehyung fue el vestido negro y ajustado que la chica llevaba para él.

- Estás preciosa... -Le había dicho nada más subir al coche.

- A ti ese traje azul te queda perfecto, Taehyungie.

El chico sonrió con sinceridad después de todo el día. Estaba agotado, necesitaba consuelo. Un consuelo que tal vez solo Yoonji lograse darle.

- ¿Qué ha pasado esta mañana?

La pregunta de la menor sonó tímida. Tanto, que Taehyung sintió blando su corazón. Suspiró y le miró con ternura mientras paraba en un semáforo.

- Han secuestrado a un amigo mío.

Decirlo le dolió. Tenía un nudo en la garganta tan grande que no se había dado cuenta de las lágrimas en sus ojos. Él no, pero Yoonji sí. Suspirando, llevó su mano a la mejilla del chico.

- Estará bien, Tae... Vamos a distraernos esta noche ¿vale?

Taehyung asintió mientras seguía manejando, aparcando frente al Hotel Royaile, viendo el ambiente burbujeante. Yoonji suspiró temiendo que su fobia social le atacara.

- Vamos, nena.

Ambos salieron del coche, sonriendo. Taehyung le ofreció su brazo, del que ella se colgó con una sonrisa. Empezaron a caminar y entró en el hotel, buscando a Jimin y a Jungkook.

Pero, por desgracia, había tanto ruido y tanta gente que Taehyung no tuvo oportunidad de encontrar o reconocer a nadie.

- Vamos a por una copa.

Esa copa acabó convirtiéndose en tres, y ahora Yoonji bailaba al ritmo de la música entre los brazos de Taehyung, quien le robaba pequeños besos. Besos que subieron lentamente de temperatura. Las manos del policía bajaron por su espalda hasta sus nalgas.

- Vamos a la habitación y acabemos lo de ayer, oppa.

Taehyung se separó con una sonrisa. El alcohol llenaba sus venas como para atreverse a tocar a la chica de esa forma, siendo consciente de todo. Con suaves suspiros, caminaron hacia una de las habitaciones, la que le había sido otorgada a Yoonji al entrar en el hotel. Cuando llegaron al ascensor y entraron, esperaron a que este se cerrara para abalanzarse sobre los labios del contrario, soltando jadeos de excitación.

El ascensor llegó a su planta y Taehyung arrastró a Yoonji hasta la puerta indicada en la llave. La apoyó contra la puerta mientras trataba de abrir la puerta, riendo cuando la chica empezó a torturar su cuello con mordidas y lamidas. Cuando consiguió abrirla, ella tiró de él dentro y lo pegó contra la puerta, cerrando esta.

Los labios de ambos volvieron a juntarse, desesperados. Las manos de Yoonji sobaron suavemente el pecho del chico mientras él tocaba sus nalgas, dispuesto a bajar por sus piernas. Aunque primero, como respuesta a la mano curiosa de Yoonji en su entrepierna, apretó sus nalgas.

- Es-pera... -Yoonji se separó poco a poco - Voy al baño a quitarme el vestido...

Taehyung asintió suavemente y esperó a que ella se diera la vuelta. Al hacerlo, apartó su pelo y bajó la cremallera de la chica hasta la espalda baja, quedando maravillado por su piel blanca. El alcohol le hizo un favor y se atrevió a besar su espalda con cariño.

Yoonji, sonriendo, se encerró en el baño con un suspiro. Bajó su vestido y sacó el arma que llevaba en su liga. Le quitó el seguro por si acaso y volvió a acomodarlo ahí. Sacó de su bolso negro un suave camisón hasta el muslo. Se lo colocó y sonrió al ver que tapaba su pistola. Se despeinó un poco y salió del baño, viendo a Taehyung tumbado en el centro de la cama.

Taehyung se mordió el labio al ver a la chica ahí. Ella sonrió suave y se sentó encima de la entrepierna del mayor, acercándose a besar sus labios. De nuevo, la lengua de Tae entró en la boca de la menor, escuchándola gemir. Las caderas de ella se empezaron a mover sobre el bulto del otro.

Sus manos iban desabrochando la camisa azul. Pero las manos de Taehyung subiendo por sus piernas llamaron su atención. En un ágil movimiento, las tomó y las sujetó contra el cabezal de barrotes. El chico rió suave, sintiéndose excitado por ese acto.

- Quieto, nene... -Susurró Yoonji al sentir aquella embestida de las caderas de Taehyung. Sacó de su lado derecho unas esposas y lo ató al cabezal. Luego bajó besos por su pecho.

- Yoonji... -El chico enmudeció al ver como la puerta se abría y Jimin entraba ahí. - ¡Oye!

Yoonji sacó la pistola y apuntó a su cabeza, viendo como el chico abría grande los ojos.

- Mochi, deberías picar antes de abrir.

- Lo siento, Suga. Pero el Jefe estaba entre desesperado y enojado. Quiere que Kookie y yo lo llevemos ya a casa.

- ¿Eres Suga...?

Yoonji gruñó y le golpeó en la sien con el culo de la pistola, dejándolo inconsciente. Se puso en pie con cuidado y tomó su vestido de nuevo. Se lo acomodó y Jimin le subió la cremallera.

- Mierda, en serio lo matará.

- Jimin mierda. Cállate. Tú -Señaló a Jungkook- Llévatelo al coche. Quiero tomarme algo para el dolor.

Jungkook asintió suavemente y se acercó a ella, colocando la mano en su hombro.

- Yoonji, respira. Lo has hecho bien. Todo ha salido según lo previsto. Aunque... Mochi tiene razón. Hoseok va a matar a Taehyung en cuanto entremos en el cuartel.

Yoonji se sobó la frente. No quería pensar en eso ahora.

Cuando llegaron al cuartel, ataron a Taehyung de manos y pies y luego lo colocaron sobre una silla en la misma sala donde había estado Namjoon antes.

Jimin, algo apenado, le dio un empujón, haciendo que despertara. La luz bañó su rostro de forma horrible. Su cabeza palpitaba con fuerza.

Pero, pese a lo aturdido que estaba, pudo ver a un joven en medio de la sala, colgado de una barra de hierro y con solo un pantalón.

Y delante, un chico joven, con un pantalón tejano y una camisa blanca de mangas remangadas. Resaltaba su pelo rojo.

El pelo rojo de Jung Hoseok.