Paranormal

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Una llamada en la madrugada no es un buen augurio, nunca lo es, y en este caso no iba a ser una excepción... May había cogido el teléfono medio aturdida por el hecho de estar durmiendo, - ¿Quién es? ¿ Qué hace llamando a estas horas? – Dijo mientras se acariciaba la prominente barriga que albergaba a su próxima hija Rachel... -Llamo del Hospital Ginecológico de Serbia, soy Mihail Albirai, los análisis están terminados y me temo... ejem... -Un largo silencio continuó a su carraspera, y de repente, BANG, un golpe seco contra el suelo se escuchó por el auricular del teléfono de May, la cual estaba en shock y totalmente despejada después de la llamada inesperada y la falta de respuesta por parte del hombre que la había llamado, cuando se cansó de esperar por una respuesta, colgó y seguido de eso, llamó a la policía para asegurar que no hubiera pasado nada malo en el Hospital, pero al escuchar lo que había pasado, la policía que había respondido dijo que no eran horas de gastar bromas pesadas, por desgracia, la voz infantil de May había provocado un impedimento del que ya tenía miedo antes de llamar. – Lo que le estoy diciendo es que soy May Springston, la investigadora principal de la seguridad social Serbia, ¡no es ninguna broma! – Dijo con un tono muy exhasperado y sin intenciones de dejar las cosas a medio. – Lo siento hija, pero no es la primera vez que me llaman con la excusa de ser May Springston para gastar bromas de mal gusto, así que será mejor que cuelgues antes de que busquemos a tus padres para que te regañen -. Acto seguido de escuchar eso, May tiró con fuerza el teléfono inalámbrico contra la pared, cosa que solía pasar más a menudo de lo que debería, y se acercó al armario para empezar a vestirse. – ¡Maldición! La única ropa que me viene ahora mismo además del pijama está mojada, debí de haberla puesto a lavar en cuanto llegué ayer de comprar.- Soltó enfurruñada mientras iba poniéndose los calentadores y el abrigo por encima del pijama... Cuando salió a la calle vio algo que no podía comprender, una extraña forma, ¿tridimensional? Que estaba esparciendo unos hilos de color naranja por la ciudad, May se quedó asombrada, un par de minutos después, May ya no estaba...

¡Riiiiiing!, Kate se sobresaltó al escuchar el despertador, estaba sudando y su cama parecía haber sido atacada por un animal salvaje, - ¿¡ Qué demonios fue eso!?, es la primera vez que tengo una pesadilla así, - pensó mientras miraba el móvil para revisar la hora. Llegaba tarde al psicólogo. – Oh, genial, y ahora se me pegan las sábanas. – Refunfuñó mientras apartaba violentamente la ropa de cama y se levantaba a la velocidad del rayo en dirección a la ducha. - ¡Maldición, la maldita casera me ha vuelto a cortar el agua fría! Lo que me faltaba.

Diez minutos después, Kate se encontraba de camino a su cita a la cual llegaba media hora tarde. Mientras esperaba a que un semáforo se pusiera en verde, Kate vió a una mujer con un abrigo y parecía que debajo llevara un pijama en vez de ropa de calle, además de que daba la impresión de estar embarazada; "que gente más extraña encuentro últimamente" pensó, justo en ese momento vio un pequeño resplandor proveniente de aquella mujer, poco después un fino hilo anaranjado que en cuanto hizo contacto desapareció junto con esa extraña persona. - ¿¡ Pero qué!? Debo de estar alucinando. – Dijo quedándose totalmente estupefacta al darse cuenta de que solo ella lo había visto. De repente, escuchó la bocina del coche que se encontraba detrás de ella, devolviéndola a la realidad y haciendo que pisara el acelerador a toda velocidad para no hacer esperar al ruidoso coche de atrás.

Al llegar al centro de salud en el que tenía su cita, un par de horas de espera más tarde, al fin entró a la consulta con su psicólogo, el doctor Travis Henfield, un buen amigo de su familia, que había tratado con varias personas con los mismos problemas que Kate.

- Buenos días Kate, bueno más bien, buenas tardes. – Dijo Travis con un tono burlón en sus palabras. - ¿ Qué te trae por aquí hoy?

- Buenas tardes Travis, aunque solo para ti. He tenido una mañana de locos y no ha mejorado mi humor el esperar tres horas para la consulta de las 12 a la que solo había llegado media hora tarde. – Gruñó Kate con desgana y un cansancio nada normal para la hora que era.

- Lo siento, pero hoy estaba abarrotado a causa de la bajada repentina de la temperatura, y sabes que si se trata de ti o de la familia Harris, suelo meter un hueco para atenderos antes, hoy no ha podido ser, espero que lo comprendas. – Travis estaba un poco nervioso por la actitud de Kate, ella siempre era alegre aunque tuviera un mal día o lo estuviera pasándolo mal, pero hoy era distinto...

- No es tu culpa Travis, solo... no es mi mejor día. He venido porque últimamente he tenido sueños muy extraños y he visto gente a la que otros no veían, y necesito una explicación o me volveré loca... – Kate empezó a sollozar levemente con las manos en la cara...

- Oh no llores hija mía, - Dijo con un tono agridulce, intentando calmarla - es algo de lo que tu madre debería de haberte hablado... por desgracia no pudo hacerlo, pero es el momento, espérame a las 7 de la tarde, que es cuando acaba mi turno de trabajo, en tu casa, iré hacia allí en cuanto termine con todo lo necesario para explicarte todo sobre tu familia y la mía.

Historias sin principio ni final escrito.Where stories live. Discover now