Capítulo IX

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Baekhyun quiso seguir a Chen cuando lo vio alejarse; sin embargo, Kai tomó su mano para detenerlo.

—Kai, él nos necesita.

—Necesita a Suho —respondió con calma.

—Es verdad —asintió Tao—. Y si lo viste bien..., ahora posiblemente nosotros también seamos causante de su malestar.

—¿Por qué? —Baekhyun se soltó con suavidad.

Tao respondió mientras tomaba su mochila.

—Porque claramente cometió un error, pero lo hizo en frente de nosotros... No creo que nos dé la cara por ahora.

—Sólo necesita un rato a solas —sonrió de lado Kai, aunque con inquietud en su interior—. Igual hablaré con él más tarde, yo tampoco tuve tacto para decirle que se equivocó.

Baekhyun exhaló con resignación.

—De acuerdo, entonces no me preocuparé tanto por él. Iré con Suho.

—¿Estás hablando en serio? —Tao arqueó una ceja—. ¿No viste lo enojado que estaba?

—Claro que sí, pero no diré nada, sólo le haré compañía.

—¿Estás seguro que estará bien? —Se inquietó Kai—. Aunque de todas formas..., él ya se fue.

­—No lo hizo —aseguró Baekhuyng—. Se fue por odontología, y el parqueo queda del lado contrario.

Kai y Tao intercambiaron miradas y se alzaron de hombros. Volvieron su atención a su amigo.

—Pero nos mandás un mensaje para mantenernos al tanto —pidió Tao.

—Por supuesto —contestó con seguridad Baekhyun y se dio media vuelta—. Nos vemos.

—Hasta luego —respondieron ambos al unísono; Tao prosiguió—: Kai, ¿me acompañás hasta las paradas? Y de paso te cuento algo que olvidé mencionarles antes.

—¡Con todo el gusto del mundo! —Exclamó Kai con ánimo y siguió a su amigo—. ¿De qué se trata? ¡Ah, ya sé! Es más bien sobre alguien ¿no es así?

Tao se rió antes de empezar a hablar.

Al mismo tiempo y lejos de aquel par, Chen sentía que realmente había arruinado su amistad con Suho y eso le causaba ansiedad. Sintió largo el camino a su facultad, la de ciencias en biología, pues su carrera era la biotecnología. Caminó meditabundo por los espaciosos pacillos, ignorando a los demás estudiantes y sólo alzando una mano, desganado, cuando alguien lo saludaba.

Como aún faltaba una hora para que su clase empezara, se sentó en el fondo de la pequeña cafetería del edificio y escondió su rostro entre sus brazos. No lloró, pero ganas no le faltaron; porque Suho había confiado en él y lo traicionó al abrir su bocota.

¿Por qué tengo que ser tan mal amigo? —Se preguntó, con un nudo en la garganta—. Hice que Tao y Kai recordaran cosas horribles..., y luego avergüenzo de esa forma a Suho. Sólo falta que queme la línea de ropa que Baek lleva trabajando desde hace meses.

Chen sacó la marioneta que le había obsequiado su pareja y con un rostro cabizbajo, empezó a menearlo sobre la mesa con movimientos simples. En silencio, tratando de ordenar sus pensamientos y calmar sus sentimientos; aunque no progresó mucho.

—Sapito, —susurró— ¿creés que Suho me perdone?

Movió el muñeco, mayormente verde, de madera, arcilla y no sabía cuántas otras cosas más. Hizo que su redondeada cabecita se inclinara de lado y que apoyara el megáfono, pegado a su manita, en su mentón; indicando su duda.

Compensación [TaoRis] [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora