Ganadores

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Todos esperaban expectantes a que los ganadores del concurso de los diseñadores Gabriel Agreste y Vincent Carlier se levantaran. Una ya lo había hecho, colocándose al lado de la profesora, quien miraba impaciente al grupo.

- Pss... ¿Qué estas esperando? – susurró Alya.

- Es que... - tartamudeó la aludida, enrojeciendo.

- ¿No me digas que te da vergüenza? Si ni siquiera están los diseñadores – susurró confundida.

- No... no es eso – no podía decirse porque sus piernas se habían congelado - ¡Ay! – gritó, al sentir que la pellizcaban.

- ¿Marinette? – preguntó sorprendida, la profesora Curie.

- No nada, bueno, sí, este yo – la pobre no lograba conectaba sus ideas.

- Lo que trata de decir es que ella hizo el otro boceto – aclaró su amiga.

- ¿Es cierto, Marinette? – preguntó sorprendida. La chica asintió con la cabeza, roja como semáforo - ¡Muy bien! Ahora necesito que el resto de ustedes vaya al parque a hacer la actividad que les dije... ¡Ahora! – exclamó al ver que nadie se movía.

Apenas el último alumno salió de la sala, le pidió a Marinette que esperara afuera, mientras conversaba con su compañera.

Los minutos pasaban lento, muy lento para la ojiazul, que recorría el pasillo del salón una y otra vez, impaciente.

- Calma Marinette, vas a hacer un hoyo en el piso – comentó Tikki, desde la cartera de la chica.

- Ummm – musitó la chica.

- ¿No es por el concurso, cierto? – aventuró la kwami. La chica asintió.

Las ojiazules no pudieron conversar más al sentir unos pasos detrás de ellas.

- Ya hablaste con... ¿Marinette? – la cara de susto de la chica, lo interrumpió.

- Hay eras tú – exclamó aliviada, al ver quien era.

- Los siento – se disculpó el ojiverde, colocando una mano sobre el hombro de Marinette – solo quería saber que había pasado.

- Aun no la llaman – aclaró la kwami.

- Tan bruta es la otra chica – comentó una voz desde la camisa de Adrien.

- ¡Plagg! – lo retó.

- ¿Qué? – alegó asomándose, para saludar a su compañera. Adrien suspiró resignado.

- ¡Animo Marinette! Seguro que te eligió el que querías – dijo tratando de calmarla. Mientras suplicaba que fuera su papá.

- Eso espero – logró decir la chica, sonriendo levemente.

En ese momento la puerta del salón se abrió, saliendo Lila con aire de grandeza, que al ver a Marinette no pudo evitar hacer una mueca de desagrado.

- Hola Adrien – saludó, pasando el lado de la pareja.

- Aún está molesta porque le ganaron – comentó entre risas Tikki.

- ¡Tikki! – la retó, sin poder ocultar una risita. No le molestaba la reacción de la morena.

Adrien y Plagg iban a preguntar por el comentario, cuando otra voz, que llamaba a la ojiazul, los interrumpió.

Marinette puedes entrar... ¿Qué haces aquí?


Un viaje inesperado: ItaliaWhere stories live. Discover now