Harley Quinn se encontraba bailando sensualmente en el club nocturno de su pareja. Como ya era costumbre desde hace unos meses el Joker hacía negocios en ese lugar y Harley tenía que bailar para entretener a la gente. Si como si fuera una puta pero que más da.
Harley bajaba y subía lentamente en el tubo dorado. Era una tipo cabina de vidrio en donde Joker se aseguraría que nadie la podía tocar, era como algo exclusivo para el.
Harley pensaba en Jack, no estuvo con él hoy y siente que extraña a su mamá.
—Mi hijo...cuanto quisiera estar contigo ahora—Harley para de bailar un momento para luego volver a empezar.
Un silbido hacia Harley se escucha, es el peliverde quien la está llamando.
Harley le sonríe desde lejos y camina sensualmente al lugar en donde estaba su Puddin.
Harley entra por el gran balcón hacia la zona VIP
—Puddin...—Harley le sonríe al Joker de forma coqueta.
—Escucha tu—La señala—Eres mi regalo para este guapísimo galán de galanes—El Joker mira a su negociante gritándole y acomodándose el pelo.
Harley sonríe y se acerca lentamente a Monster T.
—Y ahora estás atada a él...—Joker dice.
—Agh...—Harley le gruñe y le sonríe.—¿Quieres tomarme?—Lo toma de las mejillas—Soy toda tuya.
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Harley sonríe al ver la reacción del Joker. Alguien estaba celoso al parecer.
Monster T se puso serio.
—No quiero piel—Dice.
—No quieres piel, no quieres piel que no quieres piel...—Joker susurra.
—¿No me quieres? Bien no me hagas perder mi tiempo—Harley se levanta de las piernas del hombre.