#12

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Chris:

La dejé en su casa y me despedí de ella con la mano, me lastimaba el hecho de dejarla llorando pero esto era algo que no estaba en mis pequeñas manos.

No quería dejarla sola, al final era mi primer amiga y el cariño que le tenía no podía ser superado con absolutamente nada. Caminé a mi casa, el camión de mudanza era visible desde la cuadra, me iba esta misma noche.

En mi mente rondaba el recuerdo de ese día.

Suspire y me recosté en la cama, parecía ser alguien totalmente diferente, aunque era de esperarse, después de que me fuera ella no tenía ningún otro amigo, y eso sumando que su madre falleció también.

Debo ser un estúpido pensando en cosas que fueron inevitables.

Me acomodo mejor en mi cama, dispuesto a dormir hasta que algo golpea mi ventana.

Con cuidado me pongo de pie y me asomo por ella, no había nadie pero sí algo, extrañado abro la ventana.

En el borde de esta había la cuchilla de un cutter llena de lo que parecía ser sangre con una pequeña nota también manchada.

"No te vuelvas a acercar a ella"

¿Qué mierda?

Cerré la ventana y las cortinas, y me senté en el borde de mi cama.

¿Qué clase de broma era esa?

¿Acaso es un acosador? Un momento, la nota decía "ella" y fuera de todo la última chica que ví fue Dylan, ¿Se refería a ella?

Maldición. ¿Qué es lo que está pasando aquí?

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Recorría el camino hacia mi aula, era el primer día de escuela, respiré hondo y continué sin mirar detrás, no quería que los demás niños pensaran que yo era un niño llorón que aún no puede dejar atrás a su mamá.

"No tengas miedo" me repetí internamente.

Una vez entré al aula tomé asiento en la primera silla que ví. Estuve esperando un rato y los demás poco a poco iban entrando al salón.

Cerré los ojos y solté el aire que tenía guardado.

Una peculiar voz aguda me sacó de la pequeña burbuja en la que sin querer me metí.

— Oye, estás en mi lugar.

Me giré hacia ella y pude ver su cara, para ser una niña no tenía una cara tan horrible, aunque, parecía impaciente. Y antes de que pudiera decir algo ella señaló la mesa.

— Aquí tiene mi nombre, yo soy Dylan. — Rayos. Era cuestión de segundos para que mi cara empezará a ponerse roja.

Rápidamente me levanté y tomé mis cosas, no le dije nada, la vergüenza que sentía me invadió y simplemente fui a buscar un lugar con mi nombre.

Una vez lo encontré tomé asiento y con más pena todavía dirigí mis ojos a dónde estaba ella y por alguna razón también me miraba.

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Desperté y miré el techo unos segundos, desconocía el momento en el que fue que me dormí.

Me siento sobre la cama recargando la mano en ella sintiendo nuevamente el papel de la noche anterior.

Suspiro y lo arrojo del otro lado de la habitación. Paso la mano por mi cabello y me pongo de pie, debo irme a la escuela y tratar de saber quién mandó esa nota.

✔c o r r e g i d o y e d i t a d o

Anormal (Ticci Toby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora