Anormal (Ticci Toby)

#13

 La alarma de mi teléfono sonó, desconocía por completo el momento en el que me dormí, después de que Toby dejó mi habitación me puse a pensar en lo irritante que se había vuelto mi vida y las crisis de identidad que esto me causó. Es obvio que el día de hoy el humor que tengo no es para nada menos desagradable.

Sin pensar más, me levanto y me arreglo como siempre para ir a la maldita escuela.

Llego en un tiempo considerable, la clase aún no iniciaba y lo que menos quería era esperar.

Después de un rato, la presencia de alguien empezó a molestarme. El tiempo pasó y con ello un aviso de la ausencia del profesor, por lo que simplemente me puse a escuchar música mientras que con mis brazos me cubrí sobre el pupitre.

Los minutos pasaron cada vez más lentos dentro de mi cabeza y el sentirme observada es algo que a este punto supera ya el poco límite que tengo, sé perfectamente de quién es que proviene y eso lo hace cada vez más sofocante.

Por alguna razón empecé a sentirme enojada, la música que siempre me ayuda, esta vez no puede hacer algo tan simple y siento que una crisis se acerca. Respiro hondo y exhalo, pero eso no hace nada tampoco.

Levanto mi cabeza y veo a Chris enfrente mío, sus ojos parecen mostrar preocupación y desesperación; sin que nadie lo esperase exploté.

— ¡Quieres dejar de mirarme maldita sea!.— Grito poniéndome de pie y corriendo hacia el pasillo dejando todas mis cosas.

Desesperada cubro mis oídos y corro hacia el patio trasero de la escuela.

Corrí hasta el cobertizo de la escuela y golpeo el muro de este con fuerza, cierro mis ojos y respiro profundamente, veo a un gato ya algo grande que se acerca a mí. Sonrío maliciosamente.

— Ven pequeño.— El gato se acercó a mí, acaricio su cabeza y lo cargo. Reviso por si alguien se encuentra cerca, y una vez que no veo a nadie entro en el cobertizo con cuidado. — Sabes, que bueno que has llegado, no tengo a nadie con quién desquitarme. — Acaricio su cabeza, el gato solo ronroneó.

Lo abrazo un momento y de forma giro su pequeña cabeza tronando su cuello, está muerto. Arrojo el cuerpo hacia el suelo y tomo unas tijeras grandes para cortar los arbustos.

Mis manos tiemblan de lo mismo de mi ira, pero aún así encajo las tijeras y la sangre brota sobre mi cara. No evito reírme mientras la sangre volaba por el lugar, junto cuando he creado un hoyo decido abrirlo hasta el cuello, aviento las tijeras y saco los intestinos con las mano.

Rompo las costillas en busca del corazón y una vez lo encuentro, lo arranco. Respiro profundamente y busco una bolsa de plástico para guardar el corazón. Y encuentro una, negra para mi suerte.

Guardo el pequeño corazón en la bolsa y lo meto en mi sudadera, busco otra más grande para los restos que quedaron en el suelo. Limpio el cobertizo en un momento. No estoy consciente del tiempo por lo que me apresuro y me deshago de la basura.

Me quito la sudadera y con ella limpio un poco mi cara; corro de nuevo pero ahora al baño para limpiarme bien, con suerte todo mundo me evita así que no me prestan demasiada atención.

Con mi prenda en mano me dirijo de nuevo al salón por mis cosas para largarme de aquí. Respiro hondo y un dolor agudo empieza en mi cabeza, mi vista se nubla y me mareo, entro al aula y todos estan ahí a excepción del maestro y de Chris.

Tomo todo y de nuevo vuelvo a salir. Mi celular empieza a vibrar lo cual hace que pegue un brinco sacándome de mi crisis.

"Hoy 22:40, ya sabes donde." -T

Me dirijo hacia el bosque, necesito un maldito respiro de toda esta mierda.

Mientras camino siento una presencia, alguien está siguiéndome así que no tengo opción más que correr en dirección a la arboleda.

Una vez ahí mi cabeza empieza a doler y un ruido retumba en mis oídos. Es insoportable y va creciendo cada paso que doy entre los árboles, siento que se me va el aire y vagos recuerdos de mi infancia se proyectan ante mí.

De alguna manera no quería que lo que me estuviera siguiendo fuera a hacer algo mientras estoy en este estado.

Camino en círculos hasta que caigo al piso.

Mi vista es borrosa y todo se hace opaco.

— Mamá ¿ya puedo abrir los ojos?— dije tratando de levantar la venda de mi cara.

— Ni se te ocurra Dylan, es una sorpresa. — suspiré e hice una ligera mueca. — Listo, ya puedes quitarte la venda.

Con un poco de esfuerzo logré ver, mi vista aun estaba nublada, pero aun así pude notar una cabeza de color rojo.

Era una muñeca, de brillante cabello rojo, con un vestido negro de encaje y pliegues blancos, en compañía de unas botas, pero sus ojos, negros como las aceitunas negras.

— Feliz cumpleaños 10 cariño. — sonrió mi mamá y yo corrí a abrazarla.

— ¿Puedo salir al jardín con ella mamá? — pregunté con emoción.

— Ve, en lo que está la comida. — me dio la muñeca y salí hacia atrás.

Lo que más me gusta de mi casa es el gran sicomoro que está en el patio, y ahí es donde alcé la mirada hacia mi gran amigo árbol, algo o más bien alguien estaba detrás de el.

— ¿Hola?— pregunté y en eso vi a un hombre de traje, demasiado alto con la cara completamente blanca sin ningún rasgo de un rostro humano.

Ninguno de los dos nos movíamos, solo nos vimos y la sensación era extraña, como si me hablara en la mente.

— ¡Dylan!— escuché gritar a mamá y giré mi cabeza hacia atrás.

— ¡Ya voy mamá! — grité y giré de nuevo hacia el árbol y aquel hombre ya no estaba.

¿Quién es él? ¿Qué hacía en mi casa? ¿Acaso mamá lo vio? ¿De dónde es? ¿Por qué en mi cumpleaños? ¿Qué es lo que quiere?

— ¡Dylan!— gritó de nuevo mamá haciendo que volviera en sí, aun con la muñeca entré a mi casa, caminando hacia el comedor y tomando asiento. — Tardaste en entrar cariño ¿tanto te gustó la muñeca?

— Pero mamá, acababa de salir.

Una gota de agua cayó en mi cara del techo, miro hacia arriba y no hay techo, solo un cielo negro de donde el agua cae, vuelvo a mamá y ella no está, mucho menos la muñeca, simplemente ya no estaba en mi casa.

Abro los ojos y me siento, siento como si volviera a mi yo actual; el paisaje es diferente, no hay árboles, estoy sola en un campo, y a lo lejos distingo una silueta, es de Toby.

✔c o r r e g i d o y e d i t a d o