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La distancia que nos separaba no era tanta, lo cual me causaba escalofríos en mi cuerpo, el cual no se movía a pesar del miedo.

Miré hacia mis pies, con temblor alcé un poco las manos y estas tenían tierra. Lo que sea que estuviese pasando no le hallé el sentido en ningún lado y cuando regresé la vista en él el pánico me llenó de golpe.

Sin más él inició a correr en mi dirección con las hachas en manos dispuesto a atacarme como lo tenía planeado al inicio. Es por inercia que corro, o al menos hago el intento hasta que caigo en el pasto de un campo ahora seco.

Con algo de rapidez consigo levantarme para seguir corriendo, pero él llega primero; me tomó del cabello tirando hacia atrás, un quejido sale de mi boca mientras que siento como su rostro se acerca al mío por la espalda, rozando su bozal en mi oreja.

Pasé saliva y las lágrimas salieron por montones, quería decirle que parara, por piedad que lo hiciera pero nada salió de mi garganta y entonces cerré los ojos.

— Shhh

Es lo último que escucho y un pitido resuena en mi cabeza.

Abro los ojos y empiezo a ahogarme, escupí un par de veces procurando respirar bien nuevamente. Es cuestión de segundos cuando recobro el sentido correctamente, miro con detalle a mi entorno, me encuentro en el suelo al pie de un gran árbol, mi cuello ardía y la cabeza me punza horrible, ¿qué putada de alucinación acababa de tener?

Me levanto de la tierra lentamente y busco mis cosas que por alguna razón estaban regadas por el suelo, tomo mi mochila y la abro buscando mi teléfono, para mi sorpresa hay hojas sueltas de papel.

Las saco y la figura de el hombre alto con traje aparece en ellas, ¿acaso hice esto?, las cuento y dan un total de ocho. Mis manos tiemblan al pasar de las páginas y el miedo llega a mí recordando que esto es real y no hay nada en el mundo que pueda cambiarlo, era claro que me tenía de alguna forma.

Dejo las notas a un lado y busco mi teléfono, está al fondo de mi mochila, miro la hora quedaban 15 minutos para mi siguiente clase.
Guardé las notas y mi teléfono en la mochila arrastrándome para salir de este maldito bosque lo antes posible.

La situación en la que estoy involucrada parece un episodio esquizofrénico que me mantiene fuera de mis casillas constantemente.

Me mantengo alerta al salir de entre los árboles, lo que sea que haya pasado aquí me tiene inquieta y no puedo correr el riesgo de que algo me siga a casa.

Regreso al instituto pero la atmósfera del lugar me causaba incertidumbre a lo largo que daba un paso más, algo se sentía desconcertante en él a pesar de que jamás fuese un lugar que me agradara en lo más mínimo

El vértigo poco a poco se apodera de mi sistema. No hay ruido alguno, solo hay hojas de papel tiradas por todo el pasillo. Con paso firme me dirijo a mi aula, las personas habían desaparecido y todo estaba hecho un desastre.

Entro a mi aula y lentamente camino a mi asiento, observando todo, fijo mi vista en mi mesa y un extraño símbolo está plasmado en ella, es el mismo de las hojas que hay en mi mochila. Con la ansiedad subiendo cada vez en mi cuerpo observo de nuevo el aula, el símbolo está por todas partes, ¿cómo es eso posible?

¿Qué mierda ha pasado? ¿dónde están todos? ¿acaso es una puta broma? No, no tendrían porqué

Salgo corriendo del aula y voy a revisar a los demás, ¿por qué?, no hay nadie, no hay nada solo aquel maldito símbolo.

Empiezo a alterarme mucho más, son pocas las veces en mi vida que el sentimiento de miedo hace presencia y en este caso era casi inevitable, nunca quise que toda la mierda que hice viniera de esta maldita forma por mí. Golpeo mi cabeza con mis puños intentando dejar de pensar en cosas catastróficas mientras que unas pequeñas voces murmuran, tomo mi cabeza con las manos y agarro con fuerza mi cabello, el climax de mis sensores de peligro ahora se encuentra un poco más alto y los murmullos se escuchan ahora mezcladas con risas.

El pasillo de repente es llenado por una oscuridad que va en mi dirección, con el pánico a tope decido correr hacia el gimnasio, la mancha negra se propaga rápidamente alcanzando mi cuerpo por instantes; la puerta del recinto no abría, algo se encontraba detrás de ellas impidiendo que pueda entrar.

Maldita sea, maldito sea quien está haciendo esto.

Empujo con fuerza la puerta, el olor horrible que sale de aquí apenas es soportable, ¿qué carajo?, apenas logro abrir bien la puerta cuando por acto cubro mi boca y nariz con mis manos.

Pude haber estado preparada para encontrar un cadáver, pero esto era más, muchos cadáveres más. Una enorme pila de cadáveres en el centro del gimnasio y justamente 3 sombras familiares al lado, ¿en qué momento lo hicieron?.

Todos estaban ahí, incluyendo a papá, Chris, todos parecían ser frescos, menos uno.

— ¿Por qué no le das una cálida bienvenida a tu pequeña, Kendall?— Habló Toby con el cráneo de mamá.

Una lágrima bajó por mi mejilla, sentía miedo, impotencia, ira.

— Deberías hacerle compañía Dylan, ella nos dijo lo sola que se siente.— dijo el sujeto de máscara blanca, acercándose a mí con Toby y el otro tipo de pasamontañas detrás suyo.

Mi respiración empieza a volverse cortada, ¿qué se supone que hago ahora?, torpemente camino hacia atrás, pero unas manos me sujetan.

¡¿Quién es?!

No puedo moverme y ellos se acercan, las lágrimas bajan con furia e impotencia, Hoddie sin más comienza a disparar, mi cuerpo arde con cada impacto, no puedo decir nada más que gritar del dolor, era una especie de infierno todo esto.

Con el peso de las manos aún sujetándome veo con dificultad que Toby se acerca y con fuerza clava su hacha en mi abdomen, siento la sangre correr por mi cuerpo, mi agonía parecía no ser lo suficiente para los 3 y la tortura parecía eterna. El sudor recorría mi frente, a la vez que mi respiración se entrecortaba cada vez más.

Con la vista un poco borrosa veo al de máscara cerca con una daga la acerca a mi ojo, bastó un parpadeo para que mi vista dejara de ser factible.

El aire en mi sistema dejo de entrar, el dolor se expandía al nivel que veía cerca el desmayo.

Sin ganas solo respiro y cierro mis párpados, es mi fin.

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¿Conocen la sensación de estar en el mar? Así me siento ahora, todo es absolutamente relajante.

Abro mis ojos y miro alrededor, la brisa del bosque donde me quedé es suave, mi cuerpo duele y arde, esta jodida mierda se sintió tan real, ¿cómo demonios pasó eso?

Sé que esto no es ninguna coincidencia, ¿será obra de él? No, lo dudo, estamos en el mismo lado, ¿o me equivoco?

Como sea, lentamente me levanto y veo mi mochila a mi costado, me pregunto si las hojas estarán ahí, la abro y no hay nada, solo lo que tenía instantes antes de salir de la escuela.

Mi teléfono empezó a vibrar, lo saco de mi pantalón y lo desbloqueo, era un mensaje de
Chris.

¿Dónde te metiste? Perdón, quiero hablar contigo.



✔c o r r e g i d o y e d i t a d o

Anormal (Ticci Toby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora