Capítulo 5 "Tal como él".

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Pequeño mocoso...

...

Narra Thomas.

- ¡Mierda! ¡Déjame ir estúpido!. - Le grito a ese idiota que me está llevando a quién sabe dónde en su camioneta.

- No seas grosero, corazón. Sólo te quiero llevar a un lugar especial. - Responde Erick con su mirada en el camino. Nos estamos alejando de la ciudad, creo que vamos hacia un acantilado.

Quizá quiere acabar conmigo y me lance. Si alguien le pregunta, será un accidente.

Oh, Dios, no dejé mi testamento.

Todo va para Felix, Elliot no merece mucho. Adiós padres.

- Oye, no hagas eso, estás pensando en idioteces. No te haré daño. - Creo que mi cara de susto lo ha alarmado, pero no es mi culpa, no sé en que piensa o qué busca de mí, es mejor prevenir cualquier situación.

O sigo siendo paranoico.

Ahora que lo pienso, terminé aquí por Elliot, pero no lo ayudé al final.

Flashback.

Estoy en plena clase de filosofía, mientras mi teléfono suena como loco y sé que es Elliot debido a su tono de llamada personalizado del ending uno de sekaiichi hatsukoi. Para empezar, fue petición de él, le encantó mucho y lo pidió, yo sólo obedecí.

Ya sé que haré, me voy a agachar debajo de la mesa y contestaré, he visto muchos chicos que lo hacen y no se dan cuenta. Será fácil.

Diablos, la mesa es muy estrecha, y creo que mi trasero sobresale por una esquina, aunque nadie me ha notado aún.

- Peque, ¿Qué pretendes? - me dice Elliot recostado en su brazo mientras me observa desde arriba con su sonrisa burlesca.

Olvidé mencionarlo, él es mi compañero de asiento.

- Baja la voz cretino, sólo quiero contestar la llamada. - le susurro mientras saco mi teléfono y él me observa, pero mis dedos de fideos lo sueltan y se desliza por los puestos, siendo empujado por los demás con sus pies, a propósito, hasta llegar al maestro.

¡¿Por qué universo?! ¡Me odias!.

- Señor, ¿Lerman? Los teléfonos están prohibidos en mi clase, lo tendrá al finalizar. - me regaña el maestro y me recuesto en mi asiento.

- Yo no fui. - Erick se ríe. El maldito no tuvo nada que ver y eso me molesta, porque metí la pata sólo y apuesto que siempre estas cosas no me salen sólo a mí.

Soy patético.

...

Al terminar la clase, me acerqué hacia el maestro para obtener mi teléfono celular.

- Señor Lerman, me sorprende que haya querido hacer eso, creo que estar junto al joven Jepsen es malo para todos. - Dice el maestro, quien al parecer no le agrada ni un poquitín Erick.

Es de los míos.

- ¡Oiga! No siempre soy mala compañía. - se defiende Erick con su típica aura arrogante.

- Lo eres. - el maestro y yo se lo decimos al unísono, lo cual lo molesta más.

- Creo que es mejor separar... - antes de que el maestro termine su oración Erick se adelanta y habla.

- ¡Alto! Qué tal si nos llevamos bien y él no cambia, ¿seré buena compañía?

- No lo creo, pero traten de llevarse bien, me tengo que ir.

¡Eres Un Bastardo! Yaoi/GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora