Capítulo 9 "Uno muy real."

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...Mi heroína.

- Dijo que la sueltes, idiota. - Dice Sofía mientras me toma de la cintura con fuerza y me atrae hacia ella, con firmeza y me abraza protectoramente.

Siento un gran alivio al ver que me han rescatado.

En especial al ser ella.

- Ohhh, ¿Qué tenemos aquí? No me digas, ¿son novias? ¡Ja! Una niña no podría brindarle nada de lo que yo como hombre, tengo. - grita ese chico de manera egocéntrica mientas suelta una carcajada demasiado molesta. Sofía aprieta sus puños con fuerza, está demasiado irritada.

- ¿Y crees qué por tener un pene flácido ella te prefiere? ¡No seas idiota! Quiere respeto. Y una mu-jer, quizá sí se lo de. - Sofía con un tono de seguridad le responde, haciendo que los amigos de ese chico se rían y empiecen a burlarse por la respuesta que le han dado.

Admito que fue gracioso, punto para Sofía.

El castaño aprentado sus dientes con ira, sólo mira a la pelinegra con odio y le da una mirada de "esto no acaba" lo cual pone mi piel de gallina y ella le responde con una sonrisa socarrona diciendo "eso veremos".

Esta pequeña escena que se ha generado ha sido mi culpa, realmente tengo vergüenza por la acción tan estúpida que he cometido. Si antes a duras penas la miraba a los ojos sin ponerme roja, ahora sí que no podré.

Estúpida. Estúpida. Estúpida.

Presiento que ahora no me hablará, pensará que soy hueca, una niña débil que no es capaz de solucionar sus propios problemas, se reirá con los demás de mí, y pasaré a ser "Ashley, la debilucha".

¡Wahhh! No quiero eso.

Mientras voy ensimismada con los jodidos pensamientos que surcan mi mente, veo que Sofía luce tan natural como siempre, como si nada hubiese pasado. Pero es buena actriz y quizá la poca simpatía que me tenía, se fue al caño.
Unas pequeñas lágrimas desbordan mis ojos, intento taparme un poco, pero sin haberlo notado, mi mano todo el tiempo ha estado sujeta a la de ella. No quiero retirarla, pero si lo hago, nunca más podré volver a sentir esta calidez que me comparte y hace estremecer mi latir.

Carajo.

¿Por qué me pone triste pensar que me puede llegar a odiar?

- H-Hey, no llores rubia. - llama mi atención, mientras toma mis mejillas y las limpia.

¿Por qué quiero sentir esas manos sobre mí para siempre?

Mis ojos humedecidos la miran atentamente, mientras ella me sonríe tiernamente intentando calmarme. - Preciosa, no sientas vergüenza, no fue tu culpa, - me dice tranquila mientras aprieta mis manos. - además, prometo no decir de esto a nadie. - finalmente lanza y me guiña un ojo, como si leyera mis pensamientos.

Quiero escuchar siempre sus dulces palabras.

Mientras la miro, doy una sonrisa tímida y ella grita alegre "¡Eso quería ver!" Haciendo que me suelte y empiece un mini baile. Sus extraños pasos me alegran de inmediato y torpemente intentando seguirla, el agua que empujan las olas hacia la playa, me hacen caer y me moja nuevamente por completo.

Oh, genial.

Sofía al mirarme ni trata de aguantar sus ganas de reírse, por lo que de inmediato se tira a la arena y explota en unas no tan suaves risas.

Se ve hermosa.

- O-oye, ¿te encuentras bien? Hehe. - al calmarse, se arrodilla y se acerca hacia mi, donde me encuentro sentada desde que caí, me he limitado a colocarme en pie. Ya no me importa si se ríe o no, no creo poder pasar más pena. Asiento con mi cabeza y ella toma mi mano, al levantarme junto a ella, y en un abrir y cerrar de ojos me besa fugazmente. - esta es mi recompensa. - espeta coqueta y vuelve a guiñar uno de sus bellos ojos, en señal de secreto.

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⏰ Última actualización: Sep 01, 2018 ⏰

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