Capítulo 1 VISITA

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Derek dejó caer sobre su escritorio con cansancio el informe que había recibido esa mañana.
Estaba preocupado, los datos que éste presentaba no eran nada buenos. Necesitaba asegurarse de que todo era un malentendido.
Al día siguiente viajaría a Los Ángeles, no tenía opción.

*****
Hania estaba inquieta, esa tarde Rob había llegado temprano de la oficina, se veía sumamente nervioso, no había querido cenar nada, solo le había dado algunas indicaciones y se había encerrado en su estudio, eso no auguraba nada bueno.

Ella lo había conocido dos años atrás, cuando él llegó a la empresa donde ella trabajaba como secretaria a ocupar el cargo de gerente. Inmediatamente verla quedó prendado de ella, era una mujer muy hermosa, sobresalía de las demás, no solo por su belleza, sino por su sencillez, por su inocencia, por su dedicación y talento.
Ella en un principio trató de esquivarlo, lo contrario de lo que él hacía, pues empezó a cruzarse en su camino, a presentarse en los lugares a donde ella llegaba, a coincidir con sus amigas de trabajo en la oficina, en el comedor o en alguna area común, hasta que no le quedó más remedio que aceptar que también él le atraía.
Poco a poco él la fue seduciendo, hasta que terminaron casados, ahora él se dedicaba al cien por ciento de la empresa que dirigía y ella al hogar, esperando su primer bebé.

*****
Derek bajó del jet privado de la compañía, se encaminó con paso firme hacia la salida, buscaba con la mirada a su hermano, pero no lo encontró, no se sorprendió de ver a Mathew, el sub gerente de la sucursal de los Ángeles donde su hermano menor era gerente.
Este le tendió una mano.
_Bienvenido a los Ángeles, -sonrió con nerviosismo, no sabía que esperar de él, Rob solo lo había enviado a recogerlo, y llevarlo a la empresa sin dar más explicaciones.
_Tú debes de ser Mathew -lo miró detenidamente
_Así es Señor. -asintió
_Bien Mathew, llévame a la casa de Rob y no a la empresa.
Estaba seguro de que si no se había tomado la molestia de ir a esperarlo, tampoco estaría esperándolo en su oficina.

*****
Hania estaba angustiada de ver a Rob caminar de un lado a otro como león enjaulado, no entendía que le sucedía, la tarde anterior le había anunciado que su hermano llegaría hoy desde Nueva York, él rara vez hablaba de Derek y cuando lo hacía no tenía nada bueno que decir, lo único que ella sabía de él era que era mayor que Rob, que era un desobligado que había malgastado su herencia y no atendía debidamente la empresa que tenían en Nueva York y que era un constante dolor de cabeza para Rob y ahora se presentaría ahí en su casa, sin más, por quien sabe cuánto tiempo, esto lo tenía al borde de la locura a él y por consiguiente a ella.
Rob le había dicho que Derek llegaría directo a la oficina y que mas tarde llegaría a casa, por eso se sobresaltó cuando llamaron a la puerta y sorprendida miró a aquél hombre, era la viva imagen de su esposo, solo que unos cuantos años mayor, más alto que él, sin duda más atractivo y más varonil, de inmediato se reprochó a si misma el estar comparando a los dos hermanos, y sobre todo darse cuenta de que su esposo estaba en total desventaja contra él.

*****
Derek tocó el timbre de la casa, era la primera vez que estaba ahí, le pareció pequeña, su hermano tenía la capacidad de conseguir un lugar mucho mejor, en un lugar más exclusivo, le pareció raro, pero no lo cuestionaría.
Por fin la puerta se abrió.
_Buenos días -saludó sorprendido. Ante él tenía a la mujer más angelical que hubiese visto en su vida. Lo miraba con sorpresa, admiración y... ¿temor?
_Soy Derek el hermano de Rob. -dijo por fin. -tendiéndole la mano. _tú debes de ser Hania.
Ella permaneció estática observándolo.
_ ¿Está él? -preguntó ante la indecisión de ella.
_S... Si, pase -se movió saliendo de su estupor y desbloqueando la entrada. _lo llamaré. Y salió dejándolo parado a medio camino.

*****
Rob tenía una copa en sus manos, no deseaba enfrentarse con su hermano, estaba cansado de hacerlo, el que él estuviera ahí no auguraba nada bueno, serían días muy difíciles, pero saldría adelante como lo había hecho hasta ahora, no sabía como pero lo haría.
Unos leves golpes llamaron a su puerta, sabía que era su esposa, su linda y querida esposa, estaba hecho un lío, no sabía que iba a pasar, sabia que las cosas iban a cambiar, tenían que cambiar, pero no estaba preparado.
_Adelante -dijo por fin.
Ella asomó la cabeza con timidez
_Tu hermano está aquí -dijo y se volvió para marcharse.
_¡Espera! -la detuvo. _recuerda lo que te dije, no quiero verte hablando con él, no vas a dar información de nada y aléjate lo más que puedas. El la había tomado del brazo y la lastimaba, pero no se atrevió a protestar, solo asintió y salió con prisa nada más él soltarla.

*****
Hania regresó a la sala, Derek seguía en el mismo lugar donde ella lo había dejado, solo que ahora la puerta de entrada se encontraba cerrada, su equipaje descansaba en el suelo a su lado y en su mano llevaba su maletín, el nada más verlo le cortó la respiración, se veía tan imponente, nada que ver con lo que esperaba, su esposo le había dicho que era un desobligado y la verdad no lo parecía, más bien se veía como todo un ejecutivo, con su traje oscuro, sus zapatos impecables, su pelo oscuro bien peinado, toda una tentación. De nuevo se reprendió a sí misma.
Lo invitó a pasar a la sala y tomar asiento.
_ ¿Desea tomar algo? -preguntó con nerviosismo.
_No, gracias. -la miró detenidamente, notaba su agitación y sabía que no era precisamente por su avanzado estado de embarazo, desde que abrió la puerta había notado su nerviosismo y se preguntaba ¿por qué debería estar nerviosa?, ¿qué le habría contado Rob de él?
Para fortuna de ella Rob por fin apareció.
Sorprendida lo miró caminar con paso firme, con la mirada fija en su hermano y con una enorme sonrisa en su rostro.
Era otro hombre, aún más sorprendida lo vió extender sus brazos y fundirse en un fuerte abrazo con su hermano, quien también respondió de la misma forma.
Después de saludarse efusivamente, Rob la tomó de la cintura acercándola hacia sí.
_Derek. -dijo. _ella es Hania, mi esposa.
_Mucho gusto Hania. -le tendió su mano con una amplia sonrisa.
Al estrechar sus manos ambos sintieron una corriente eléctrica recorrer sus cuerpos, ella retiró su mano instintivamente, él solo se quedó mirando, ¿Qué le pasaba?, ¿se le olvidaba que era la mujer de su hermano?
_Toma asiento. -escuchó la voz de Rob, luego él y Hania se sentaron juntos enfrente de él.

LA MUJER DE MI HERMANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora