Derek se había resistido por varios días a escuchar ese audio, estaba intrigado, sobre todo por la actitud de Hania después de haber leído la carta, si antes se apartaba de él ahora estaba peor, parecía huirle como la peste, estaba total y absolutamente encerrada en sí misma, no se le acercaba, no le hablaba más que para lo estrictamente necesario a menos que se tratase de su hijo.
Así que esa tarde encerrado en su despacho y usando audífonos lo había escuchado, en realidad no tenía nada nuevo, nada que el no supiera ya, pues el mismo Rob le había dicho que la hiciera su esposa, el problema era ella, ahora la comprendía, Rob prácticamente la arrojó a sus brazos, le decía que se enamorara de él, como si en el corazón se pudiera mandar, ahora entendía por qué ella se alejaba, estaba asustada y probablemente no sabía cómo manejar el asunto, era la mujer más pura y tierna que había conocido en su vida y esto debía ser algo totalmente embarazozo e imposible de manejar para ella.
_ ¿Cómo poder decirle que no se preocupara?,
¿Cómo confesarle que él la amaba casi desde el primer momento en que la vió?, ¿que sufría cada vez que su hermano la despreciaba o la maltrataba, que por ella estaba dispuesto a hacer lo que fuera?, ¿que amaba también a su pequeño hijo?, ¿que daría lo que fuera por unas migajas de su amor? ¿Cómo confesarle todo el cúmulo de sentimientos y sensaciones que ella despertaba en él con tan solo estar en la misma habitación?No podía.
En el corazón no se mandaba y ella no lo amaba.
*****
_Hania tenemos que hablar. -la interceptó cuando ella iba a pasar de largo por junto a él sin levantar la mirada siquiera para verlo, como venía sucediendo últimamente._Yo... necesito hacer algo -titubeó e iba a seguir su camino.
_Por favor... dame diez minutos. -pidió.
Ella resignada se quedó, no quería ni siquiera voltear a verlo, era un suplicio tenerlo tan cerca y tan lejos.
_Necesitamos hablar de la carta que dejó mi hermano.
Ella palideció, las manos empezaron a sudarle, lo tenía ante sí, tan fuerte, tan imponente, tan al alcance de su mano, pero tan imposible.
_No hay nada de qué hablar. -trató de evadir la conversación.
_Sabes que si lo hay, sé que dice esa carta. -la miró a los ojos.
Ella lo miró sorprendida. Sabía que Rob le había dado permiso de escuchar el audio, pero no pensó que lo hiciera, principalmente porque iba dirigido a ella.
_Se. -continuó él. _que te pide que no te quedes sola y que busques con quien rehacer tu vida.
Ella bajó la mirada, una gran angustia se apoderó de su corazón, creía saber lo que Derek quería decirle, probablemente se estaba quitando por fin la responsabilidad de cargar con ella y su hijo, si ella se casaba con alguien más el quedaba libre... sin culpa... por fin podría retomar su vida desde donde la había dejado cuando se vió obligado a hacerse cargo de ellos.
Las lágrimas pugnaron por salir de sus ojos, pero se contuvo.
_Hania -se acercó y tomó sus manos. _por favor mírame. -levantó su barbilla. _sé que es descabellado, pero no tienes que buscar a nadie, no tienes que presionarte por eso, tu sabes que yo siempre cuidaré de ustedes, hasta el día en que tu decidas formar una familia -dijo muy a su pesar. _si es que quieres hacerlo, pero... -continuó, _Desearía tanto que si de verdad quieres formar una familia lo hicieras conmigo. -soltó por fin las palabras que lo quemaban por dentro.
Ella se quedó boquiabierta, no sabía si había escuchado bien o había escuchado lo que ella quería oír.
Un pesado silencio se apoderó del lugar.
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LA MUJER DE MI HERMANO
RomansaDesde el primer instante en que Dereck la miró,supo que era una mujer muy especial, pero jamás se imaginó lo que escondía detras de esa fachada de esposa amorosa y feliz. Rob, era para el mundo el típico hombre de negocios, joven, atractivo, exitoso...