Capítulo 36

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Mark

Corrí y corrí por las calles intentando alejarme de Esther, no sé qué planea hacer ahora pero tengo que hacer algo. Llamaría a la policía pero como se ve que sabe disimular creo que tendré solucionar esto por mi cuenta.

Llegué al bosque y la perdí de vista, está vez iba caminando ya que no tenía tanta prisa.

Después de unos minutos llegué al pozo y encontré a Emireth.

—¡Emireth!.

—Oh, Mark, qué gusto verte otra vez.

—¡Anne fue asesinada, ya lo sé todo!.

—¿Fue Esther, no?.

Quedé congelado a esa acotación.

—¿Cómo lo sabes?.

—Escucha, Mark, yo ya sabía lo que le había ocurrido a esa chica, es que no tengo permitido meterme en las historias de los deseantes.

—¡Pero esto es algo grave!.

—Lo sé, y si hubiera llamado a la policía ¿Tú piensas que crearían ésta historia? Es un caso muy complejo.

—Ya veo. Esther me está siguiendo, sabe que yo me enteré de todo lo que hizo, no sé qué planea hacerme.

—Quiere que la ames.

—¡Yo amo a Anne!. ¡Yo le pedí a ese maldito pozo que volviera!.

—Y volvió, pero en forma de espíritu ya que está muerta. Tú, con tu deseo, la despertaste. Creo que Esther llego a verla debido a que ella la mató.

—¿Qué puedo hacer ahora?.

—No lo sé, no tenemos pruebas de que ella haya asesinado a Anne.

—Sí que las hay. ¡Su diario tiene todo!. Tendré que ir a buscarlo sin que me vea.

De repente una figura femenina aparece entre los árboles.

—No tan rápido, cielo—. Dijo con una sonrisa maquiavélica.

—¡Esther!.

Cuidado Con Lo Que DeseasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora