Capítulo 17

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De tú respuesta depende si decido matarlo o no.

Georgia recordó las palabras de Robert en aquella habitación. Eso le sacó un suspiro mientras bebía una taza de té en compañía de Iuola y su abuela.

Ese hombre me saca de quicio, pensó ésta irritada. Le molestaba la confianza que mostraba aquel tipo a pesar de su condición de americano. Daba a relucir que no le temía a nada ni a nadie.

Eso le molestaba y le encantaba a la vez.

—Deben ser ellos—informó Iuola mientras se llevaba una taza de té a los labios.

—Los mocosos que vendrán a pasar la tarde son hijos del pupilo de Lady St. James ¿No es así? —quiso saber su abuela

—Es así—le respondió Iuola

—¿Cómo es que ustedes tienen relación con ella?

Ambas hermanas se miraron y se llevaron la taza de té a los labios.

—Ellos fueron a la Hastings Summer Week—le respondió Georgia—y la mayoría de las actividades fueron con ellos

—Desconocía que Lady Hastings fuese cercana a Lady St. James—comentó su abuela—después de todo son diferentes círculos

—La condesa de St. James tiene una respetable reputación—le informó Georgia

—La cual el conde se ha encargado de mancillar. Aquel título está manchado a más no poder—espetó ésta—Es una pena que el conde haya resultado ser un vividor, por suerte tiene a este muchacho. Es una lástima que sea americano

Iuola dejó la taza de té en la mesita—No se puede juzgar a otros por cosas que no pueden cambiar

Su abuela la traspasó con la mirada—Silencio. Eres muy joven para entender

Ésta se limitó a comer una rebanada de pan y se abstuvo de comentar nada.

En ese instante Marco entró al salón e hizo una reverencia.

—El señor Harris y sus hijos están en el vestíbulo mi lady—informó este

—Hágalo pasar—le ordenó Georgia

—¿Te has vuelto loca Georgia? —le preguntó Lady Agatha—Recíbelos en el vestíbulo, este es el salón privado de la familia y no es un invitado deseado

Georgia le lanzó una mirada llena de irritación a su abuela y a continuación se puso de pie.

—Voy contigo—le dijo su hermana

—Ni siquiera lo pienses Iuola, no puedes estar cerca de esos hombres—le ordenó su abuela

Ésta se acercó a Iuola y depositó un papel en su mano. Georgia lo apretó en un puño mientras le lanzaba una mirada asesina y su hermana le devolvió una suplicante.

—¿Qué sucede? —preguntó su abuela

Georgia escondió el papel y miró a su hermana.

—Iré a recibir a nuestros invitados, ya regreso

Ésta dio media vuelta y se fue. Le preocupaba que tan enamorada estaba su hermana, aunque ésta insistía en que estaba bién no le creía en lo absoluto.

Reprimió la tentación de abrir la nota y avanzó con paso rápido. Al cruzar el umbral se encontró con tres hombres y los niños.

Reconoció al señor Shaw y al Robert Harris; el tercer hombre estaba de espalda observando una pintura.

Sangre Púrpura © (Saga Westhampton Libro #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora