La melodía de dos corazones (Lunacoln)

Un ensayo muy tenso

Las prácticas duraban por lo general dos horas y media, ese era al menos hasta ese día, el tiempo establecido por Sam, Luna, Tabby y claro, Lincoln; Acuerdo que tuvo que romperse, pues, con la noticia de que George entraba a la banda, era sumamente importante y necesario que él se pusiera al día con todos ellos.
Hubo otro cambio bastante importante, lo que causo un descontento e incomodidad en dos personas: George y Tabby.

El acuerdo inicial era que Tabby sería el bajo eléctrico, pero con la llegada del último miembro, tuvo que desplazarse a ser el violonchelo eléctrico. ¿El motivo? George era mejor bajista que ella.

Decir que Tabby la tomo mal sería poco, por poco estuvo de abandonar la banda y las cosas pasaron así:
Tabby salió del lugar, con el ceño fruncido y sintiéndose ofendida hasta el alma. Todos habían tratado de decir algo, sin realmente poderse entender al menos una palabra de todos debido a las diferentes voces chocando entre si.

Al percatarse de ello, Lincoln decidió seguirla, mientras que Sam, Luna y George miraban desde sus posiciones iniciales. Este último sintiéndose avergonzado de haber causado ese pequeño detalle.

Los dos se encontraban fuera de la cochera de los Loud, la intención de la joven rockera era irse de ahí, pero Lincoln le tomo de las manos para

— Descuida, Tabby, yo estoy seguro que realizarás un trabajo estupendo, no importa que instrumento sea el que toques— fueron las palabras del peliblanco dichas hacia ella

— Lincoln… — dijo sorprendida Tabby, con los ojos abiertos totalmente.

Los otros tres jóvenes miraban aquella escena, a George le parecía en cierta forma tierno, a la vez que lamentaba lo que tenía que hacerle a aquel buen chico.

Sam mostró una sonrisa en silencio, mientras que se sentía más relajada al presenciar como la tensión desaparecía.

En el caso de Luna, la situación era totalmente diferente. Era bien sabido que ella fue quien presentó a Lincoln con su amiga Tabby, habría sido una opción buena para cuñada en lugar de Ronnie Anne… ¡Ronnie Anne! “¿Qué había sido de ella?”, se preguntaba Luna a la par que veía a su hermano con su amiga Tabby.

Ambas situaciones, Ronnie y Tabby… le hacían sentir... mal, como si fuera un malestar profundo. Tendría que averiguar el porque de eso, y sobre todo, ¿Qué relación tenían con su hermano…? Lincoln.

Tabby regresó, más animada que antes para seguir ensayando. Durante todo el tiempo restante, Luna tocó con un poco más de dureza que lo usual, era evidente para su hermano (que la escuchaba tocar todos los días) que ella no se encontraba bien.

George tocaba mientras que al mismo tiempo no le apartaba la vista a su querida Luna. No sabía bien que pasaba pero la notaba triste o enojada, quizás un poco de ambas.

La tarde pasó, al poner al corriente a George, se llevaron dos horas y media más de lo que usualmente tocaban. Ese día tocaron cinco horas de corrido.

El resto de las hermanas Loud al principio no les molestó, total, ellas estaban demasiado acostumbradas a escuchar bastante ruido todos los días de todas direcciones. No obstante, a la tercera hora, más de una se quejó por el excesivo ensayo que no parecía tener pausa.

Luna tuvo que arreglárselas para convencerlas de que las dejara practicar en paz, por lo que tuvo que acceder a realizar tareas menores y cubrirlas cuando ellas desearan. “Que importa”, se decía la rockera para si, con el ceño fruncido. Era obvio que sentía una molestia, a la par que una enorme preocupación. Se sentía insegura, como si estuvieran tratando de arrebatarle algo más que preciado.

-----------------

La noche cayó, ya no era hora de seguir ensayando, todos los miembros recogían sus instrumentos para guardarlos. Mañana sería la última vez que practicarían antes del evento y tenían que descansar para hacerlo mejor, aunque no les saliera mal.

— Fue una buena práctica, un tanto diferente y extraña a las demás, pero aún así fue provechosa— les dijo Sam — hasta mañana chicos.

Todos se despidieron de ella. Acto seguido, la joven se fue caminando rumbo a su hogar.

— Adiós, Lincky— le dijo Tabby a Lincoln, con una sonrisa pícara.

“¡¿Qué, qué?!”, se preguntó Luna con fuerza internamente a la par que sintió algo eléctrico recorrer su espalda. A su rostro le fue imposible no mostrar inseguridad y asombro ante lo que había escuchado.

— Adiós, Tabby—se despidió Lincoln sin captar la indirecta de quien despedía.

La pequeña rockera se fue feliz de la casa Loud. Sin saber que en su amiga había generado emociones encontradas.

Luna se dio la vuelta, haciendo como si estuviera guardando su guitarra, la cual ya estaba guardada.

— Adiós linda Luna— se despidió George de la tercera hermana Loud con tono dulce. Teniendo la esperanza de que lo volteara a ver.

Luna ni escuchó el “Linda”, su mente estaba trabada en las actitudes que Tabby tenía con Lincoln, también con el hecho de que su hermano había tomado a su amiga de las manos, como si de una parejita se tratara. Se sentía enfadada, el ¿motivo?

— Si… si… adiós, George, hasta mañana— se despidió tajantemente.

George sintió un hoyo en el estomago, salió de aquel lugar, chocando con el albino en el proceso. Ninguno de los dos dijo nada, ambos estaban en su propio mundo.

“Mañana me esforzaré más”, se decía el chico.

“¿Cómo que “linda” Luna?, se cuestionaba Lincoln con cierta perturbación.

Luna había dejado de hacerse la ocupada, dio un pesado suspiro y volteó para ver que nadie más que su hermano se encontraba ahí.

Con cierto enojo en su voz, la rockera dijo:

— Lincoln— hizo una pausa digna de temer en una mujer— Tenemos que hablar inmediatamente.

El peliblanco salió de sus pensamientos.

— Lo mismo digo— dijo con tono retador.