Esta noche

Si amas algo...

Gracias por llegar al final de esto, en verdad gracias a aquellos que siempre leyeron 🙌 infinito amor a ustedes 😘

Sólo un favor, en algún punto de la lectura hallarás un link de YT, cuando llegues allí por favor copialo en YT y reproducelo. Prometo que enriquecerá tu lectura.

Si lees según las palabras por minuto estándar (? el audio y el final del fic debería empatarse.

Nos leemos al final nwn/

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Su llanto se detiene y su incrédula mirada recorre centímetro a centímetro su habitación hasta posarse en la delgada silueta del otro lado de la puerta.

¿Qué hace aquí? ¿Por qué, cómo?

Pero la voz, amable y paciente, apacigua sus sentimientos durante los aprensivos segundos en que acepta su presencia y justo como su dueño, se desliza suave por su corazón, ingresando a él con apenas resistencia.

Y es que quizá sólo el sabe cómo sortear los letreros de keep out sin golpearse.

—Sí.

La puerta se abre con lentitud y el rostro tranquilo de Casey Jones aparece, contrastando terriblemente con el suyo aún lloroso y húmedo.

Suelta la mochila y se gira, dándole la espalda mientras se limpia las lágrimas con movimientos torpes de sus manos y muñecas.

—Hey Raph.

—Hey Casey —murmura. Su voz rota hiere su orgullo y más lágrimas teñidas de un dolor distinto al de hace unos instantes vienen—. ¿Qué haces aquí?

—La cena aún no está lista, así que pensé en venir a verte, ¿estuvo mal?

Por instinto rehuye la mirada y ésta cae a sus temblorosas rodillas; pero prefiere culpar a la adrenalina de la discusión antes de admitir que se debe al terrible descargo emocional de también aquella discusión y las sujeta con las manos, concentrando allí toda la fuerza de su estrés.

Lo mismo con Casey; no desea admitir que su visita es lo mejor y peor que faltaba por pasarle y deja caer los hombros con un bufido de indiferencia.

Pero al vigilante esos instantes de vacilación no le pasan desapercibidos y se acerca con cuidado, sentándose detrás suyo.

—Tomaré eso como un no —dice revisando con la mirada los kilos de posesiones en el suelo, pero sólo uno capta su atención—. ¿Un pañuelo? Raph no sabía que eras tan delicado.

La esfera.

Un escalofrío recorre su caparazón y en un movimiento gira y arrebata el envoltorio al humano. Pero al lograrlo un segundo de terror le invade al pensar que ha vuelto a “romper” a alguien pues lo siente vacío entre su apretado puño. Esta por empezar a jadear cuando en la otra mano del chico ve la esfera, pero no la de Slash, sino la suya.

—Te ves bien —comenta girando el delicado objeto entre sus dedos—, ¿la hiciste tú?

—Sí —responde ya más calmado, esquivando sólo el rostro. Está demasiado cansado como para seguir girando.

—Lo supuse, tiene tu trazo por todos lados. —Sonríe una última vez al rostro infantil en el adorno y lo regresa al de rojo, que de inmediato vuelve a resguardarlo en su inusual envoltorio. La fragilidad que denota el ninja al proteger el objeto entre su cuerpo encogido es demasiado para Casey que francamente preocupado, decide que de nada sirve la sutileza y busca la mirada del menor, inclinándose un poco dentro de su campo de visión para lograr atraparla —. Rapha —llama suavemente, acariciando su hombro con la punta de sus dedos—, ¿qué pasó amigo?