No Son Quien Dicen Ser

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        Quizá el plan de Calum que consistía en pasar un buen rato y luego irse a casa, no resultó como lo esperaba. Llevaba allí más de tres horas y no era porque Ashton le detuviera, más bien eran los dos hombres que se situaban del otro lado del bar, sentados en la barra, uno había salido y no había vuelto desde entonces.

Le observaban sin una pizca de disimulo, Calum agradecía que la curiosidad no fuera morbosa, pero podía darse cuenta que le miraban con interés, como si trataran de saber más a través de sus ojos.

Había tratado de convencer a Ashton de irse pero este se empeñaba en quedarse, Louis sabía que irse era lo que deseaba y correría a la primera oportunidad que se le presentara, pero el demonio lo retenía cada vez que se excusaba.

Sin decir que él de ojos verdes lo interrogaba con la mirada y Zayn parecía asesinarlo en su imaginación desde que pronuncio el nombre de Liam en sus labios y no tenía razón porque, sabía que no había hecho o dicho algo que ofendiera al mayor.

—Me voy— Calum habló interrumpiendo el coqueteo de su amigo hacia una chica, se puso de pie del sillón y Ashton se encargó de tirar nuevamente al morocho. —Enserio, Ash, es tarde y Liam debe estar preocupado.

—Liam, Liam, Liam, todo es Liam— repitió el castaño imitando al chico. —¡Déjalo en paz, hombre! No es tu niñera.

—Estas borracho.

Calum negó varias veces su cabeza, no le sorprendía lo ebrio que podía ponerse su compañero, pero no podía replicar tal comentario cuando estaba en la misma cuerda que él.

Suspiro frustrado bajo la mirada del hombre de piel morena, Zayn tenía literalmente sus ojos oscuros sobre él y le inquietaba de alguna manera. El hombre era tan grande y musculoso, enmienda poder y sus facciones son duras y oscuras. Tenía un mal presentimiento y aseguraba que lo sentía desde que los conoció hace unas semanas atrás en la fiesta.

Se sobresaltó por la vibración en su pierna, deslizó su móvil fuera del bolsillo y su respiración se corto en cuando la pantalla se encendió y dejo ver el nombre de Liam en letras negras. Tragó saliva con desilusión y abrió el mensaje con el nudo en la garganta.

Liam:
"¿Dónde estás pequeño? Estoy algo preocupado por ti. Respóndeme
lo antes posible, cariño."

Su corazón se oprimió desbocado, no quería imaginarse cómo estaba el castaño, tenía que darle una buena explicación por su repentina desaparición junto con la vergüenza al momento de decirle que se encontraba en el bar. Podría mentir e igual Liam le creería, pero se había decidido en no caer al hoyo, aunque precisamente estaba en ella.

Dirigió su mirada en la parte superior de la pantalla, bufo cuando miro las once treinta, oficialmente la noche había caído. Revolvió sus cabellos oscuros y un gruñido abandonó en lo más profundo de su garganta. Irwin giro hacia él morocho, mirándole divertido por su actitud.

—Tengo que irme, Liam está angustiado— se deslizó por el sofá, lejos del castaño ebrio y se levantó una vez más, retrocedió unos pasos para no estar al alcance de Ashton.

—Quédate un rato más niño— Louis se le acercó, lo abrazó por hombros impidiéndole su huida y Calum se removió incómodo cuando una punzada se ubicó en su tatuaje de la ingle.

—De verdad, mañana tengo turno completo— inquirió en un tono molesto, se le estaba acabando la paciencia.

—Eres, eres un aguafiestas, ¡un amargado!— confesó Ash arrastrando las palabras.

Torpemente se puso de pie y dejó caer su cuerpo hacia el morocho, Calum lo atrapó gesticulando una mueca en su rostro al instante que el aliento de alcohol le golpeó.

Mándalas en la PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora