INICIO DE UNA GUERRA
ENAMORAMIENTO DE LOS SANGRE REAL
Mientras tanto Tania se dirigía a largas zancadas en dirección a la biblioteca, lejos de todas esas personas que se creían mejor que ella como para poder juzgar su accionar.
― No pensarás saltarte mis clases también, ¿o sí? ― La había bloqueado la maestra de su siguiente clase, al no recibir respuesta más que silencio absoluto de parte de Tania continúo como si la respuesta hubiera sido "no" ― Bien, porque necesito que me ayudes. ― Le dijo alegremente dándole unos cuantos libros pesados que ella cargaba.
Decepcionada por su fallido escape se dirigió con la maestra hacia su salón, la maestra se detuvo un momento en la entrada para conversar un momento sobre la clase anterior con uno de sus hermanos, el paso hacia adentro estaba bloqueado, Tania no podía cruzar y estaba tan desanimada que incluso pedir permiso para pasar y colocar los libros en el escritorio le resultaba molesto, así que prefirió no decir nada, total en algún momento la maestra tenía que entrar al salón y dar la clase. Desanimada visualizo su asiento, ella normalmente siempre se dirigía directamente hacia él para sentarse y pretender prestar atención.
― Aburrido. ― Soltó en medio de un suspiro, sus palabras fueron casi inaudibles e incomprensibles, no se lo decía a nadie en particular, de hecho no tenía a nadie a quién decírselo pues recientemente se había alejado de todos sus hermanos y hermanas, es que su simple mirada representaba un juicio.
Sus hermanas más cercanas habían captado el mensaje, después del traspaso de poder habían cruzado escasas palabras con ella y días posteriores ese cruce de palabras fue disminuyendo a ser inexistente. Pensando en ellas de repente una imagen capto su atención, en medio de esa multitud de hermanos dispersos en el salón había captado una figura familiar.
La oveja lobo. ¿Qué hacía en su clase? Oh cierto, él era un tipo mágico, a él le correspondía estar en esas clases, ella lo había olvidado realmente aunque no se le pudiera culpar puesto que la idea de que un ser sin magia estuviera recibiendo clases de magia era absurdo. Así que él también se saltaba la clase de Magia avanzada como ella, que injusto que a él no lo acecharan y obligaran a estudiar como a ella; y de tantos lugares donde poder pasar el rato totalmente libre él optaba por meterse en esa biblioteca a estudiar cosas que a él le eran innecesarias.
Era una soberna estupidez.
Podía ser libre y despreciaba esa libertad que ella tanto anhelaba, lo observó por unos momentos en medio de todos sus hermanos, siendo totalmente ignorado, con su habitual postura leyendo otro libro innecesario.
―Tania. Los libros por favor.
La voz de la maestra logró darle un leve sobresalto, se sorprendió al verla lejos en su escritorio esperando por sus libros, todas las miradas se dirigieron hacia ella, ella había sido absorbida por la imagen de la oveja lobo por completo. Con paso danzante mostrando desinterés llevo los libros hacía el escritorio, en el trayecto de vuelta a su escritorio no pudo evitar espiar a la oveja lobo que seguía con la mirada fija en su libro, tan rutinariamente predecible.
Durante la clase Tania se sorprendió a sí misma estando demasiado atenta, hacia anotaciones, leía una y otra vez los párrafos que le parecían complicados para entenderlos, sí, ella sabía por qué lo hacía. Por alguna razón sentía que tenía que demostrarle a la oveja lobo que estaba prestando atención, que ella comprendía la clase, que era capaz de hacerlo, y de hecho lo era. Tania comprendía la clase, y ahora que estaba comprendiéndola realmente le estaba pareciendo interesante e incluso pudo responder la pregunta que la maestra le había hecho, todos la miraban perplejos, ella normalmente siempre respondía con un "no lo sé" o un "¿realmente interesa?" pero ahora había contestado correctamente y se sentía complacida, instantáneamente giró hacia la dirección de la oveja lobo solamente para decepcionarse de que él no era uno de los que la observaban con asombro, él estaba como siempre, haciendo que su expresión de victoria se desvaneciera.
Al término de la clase Tania había recogido sus libros de inmediato para guardarlos en la gaveta de su asiento, ignorando casi descaradamente los comentarios de asombro que hacían sus hermanas por su comportamiento ejemplar durante clases, sin demora se dirigía hacia el asiento de la oveja Lobo, el para qué no lo sabía, quizás empezaría con un "hey, ves que si puedo comprender lo que leo" o algo por el estilo pero sus intenciones fueron evaporadas al ver una melena pelirroja ondearse cerca de él. Lorance le estaba sonriendo tontamente mientras seguía sus pasos y él le hablaba, nunca había visto la boca de la oveja lobo moverse tanto y le sorprendió el hecho de que él estuviese viendo a los ojos a la chica, con ella él parecía hablarle a la pared.
Sus pensamientos parecieron interrumpirse cuando fue rodeada por sus hermanas y algunos hermanos, todos para adularla sobre su inesperado buen rendimiento, ese comportamientos de sus hermanos y hermanas era mucho más cómodo que la habitual serie de críticas que oscilaban entre ser silenciosas y descaradas, podría fácilmente acostumbrarse a eso, fue entonces que consideró el comportamiento de la oveja lobo normal para con Lorance, después de todo ella era la única que parecía prestarle interés, era comprensible que él le diera un trato especial por no ser parte de los que lo criticaban silenciosa o descaradamente por ser una presa.
Así bien no perdió tiempo en pensar sobre la diferencia de trato entre ella y Lorance, en cambio ella se enfocó únicamente en sus estudios, y ahora que se había percatado de la presencia de él en sus clases su comportamiento fue admirado por todos los que la rodeaban, de un momento a otro se había vuelto una estudiante ejemplar, quién comprendía los textos con prontitud, quién parecía tener todas las respuestas, que leía y comprendía una gran variedad de hechizos. Una estudiante modelo, si no fuera porque continuaba saltándose clases, o al menos una en especial: Magia avanzada, la maestra Naya había escuchado sobre la mejoría de Tania pero se había mofado.
― Tan desesperados deben de estar para considerar que unas cuantas respuestas acertadas la hacen una estudiante con potencial de mejora.
La opinión de Naya la tenía sin cuidado, de todos modos la gran mayoría ofrecía comentarios positivos, excepto uno, uno con quién ella estaba manteniendo más contacto que con cualquiera, con uno que pocas veces le dirigía la palabra si no era para emitir órdenes que ella sin duda alguna no seguiría, ¿en serio él no tenía nada que decir? Claro que se había dado cuenta de su implacable comportamiento académico, sin importar que sus ojos jamás se despegaban de sus libros tenía oídos, obviamente escuchaba sus respuestas acertadas y las felicitaciones de todos. Claro que lo hacía pero el muy arrogante no cedería.
El silencio de la biblioteca fue interrumpido, el sonido de la puerta abierta anunciaban la entrada de Ragul y Tania evidenció una sonrisa, parecía que la estuviese esperando, jamás se había alegrado tanto por su llegada, de inmediato corrió a esconderse detrás del asiento del arrogante que el día de hoy había iniciado con la lectura de un nuevo libro.
― Buenos días. Por casualidad... No habrá visto a Tania por aquí. Puede que hoy lo esté, dicen que se está aplicando. Parece que si sabe leer después de todo.
Pero que impertinente comentario, un sirviente burlándose de un sangre real era inaceptable pero ahora no tenía tiempo para sentirse ofendida, ella esperaba la respuesta del arrogante, hoy cedería y sino evidenciaría que estaba cubriéndola, de una u otra manera ella ganaría esta vez. Su respiración estaba siendo contenida inconscientemente mientras la impaciencia de escuchar la respuesta aumentaba.
― No hay nadie aquí aprendiendo de los libros más que yo.
...
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KAT, DETALLES OLVIDADOS 1
Fantasy¿Cómo podría obtener un juguete de otro juguete? Ella parecía una muñeca danzarina de aquí para allá y claramente manipulada por tantos hilos invisibles. Pobre. Él podía entender porque quería tener más juguetes de los que le correspondían puesto q...