PARTE 11

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INICIO DE UNA GUERRA

ENAMORAMIENTO DE LOS SANGRE REAL


Tania tenía ya 6 días de no convivir... si es que a eso se le podía llamar convivir, con la oveja lobo, después de su presentación Sonya había cumplido su advertencia y ahora Ragul, acompañado de Saris, la vigilaban desde el alba hasta el crepúsculo, ella no había puesto un pie en la biblioteca y solamente podía ver a la oveja lobo durante clases, ahí, lejos, en un rincón del salón, centrado en sus libros como siempre, no es como que si ella se estuviese perdiendo de algo, la oveja lobo era cotidiano, nada nuevo, nada interesante pero aun así Tania no podía resistirse a ver qué estaba haciendo como si no lo supiera a la perfección, simplemente no lo podía evitar, miraba casualmente sobre su hombro de manera constante sin preocuparse de ser descubierta pues él jamás levantaría su mirada de esas hojas. Quería hablarle, quería decirle que había hecho algunos avances en sus hechizos, o que al menos estaba practicando los hechizos ya concretizados para no olvidarlos nunca, quería decirle que estaba aprendiendo de los libros, pero no tenía oportunidad de hacerlo.

― Otra vez tan desanimada. ― No había sido pregunta, era una afirmación de su nana. La sierva Flora.

― Como siempre. Todo es aburrido.

― ¿Entonces por qué no va a ese lugar que la mantiene entretenida? La biblioteca.

Tania abrió exageradamente sus ojos por la sorpresa, sin saber qué responder, pasaron unos segundos de total silencio incómodo para ella, sin embargo, Flora no se había turbado, ella continuaba doblando toallas.

― ¿"La biblioteca"? ― Intentó aparentar desentendimiento.

― Si. Es ahí donde se esconde.

― ¡¿Lo sabías?! ¡¿Cómo?! ―Preguntó, era inútil tratar de fingir, Flora no estaba indagando, ella estaba afirmando todo, ella lo sabía sin duda alguna.

― La conozco. Tenía que ser su primera opción, un lugar donde evidentemente no estaría, yo la hubiera ido a buscar ahí primero adelantándome a su pensamiento. Y el por qué le entretiene, bueno... me es un misterio pero viendo su dedicación a sus estudios desde sus desapariciones de la clase de Magia avanzada me hace intuir que no le parece aburrido del todo, sino ¿por qué invertiría tanto esfuerzo en ello?

― ¿Por qué no se lo dijiste a Ragul?

― No se lo dije porque yo no soy sierva de su madre, sino suya. Y evidentemente usted no quería ser descubierta, ¿por qué tendría yo que traicionarla estando a su servicio?

― ¡Oh! Entonces... ¿Eso implica que puedes ayudarme a escabullirme? ― Preguntó maliciosamente, llena de esperanza de tener una cómplice.

― Pertenezco a la servidumbre de los Spencer y su madre es la cabeza, perdería la mía si voy en contra de su voluntad, si ella me hubiera preguntado directamente yo sin duda hubiera delatado su ubicación, es cuestión de jerarquías, y mientras usted siga por debajo ella, la señora Sonya Spencer tiene prioridad para mí a pesar de que le sirvo a usted directamente... claro, eso hasta que se libere de ella cuando se case, lo cual no está tan lejos, el festejo de las bodas reales está cerca. ― Le explicaba mientras recogía el cesto lleno de las toallas ya dobladas dirigiéndose a la puerta ― Así que tendrá que encontrar una manera de escapársele a Ragul y Saris que la vigilan desde el alba hasta el crepúsculo. ― Dijo abriendo la puerta mientras veía la cara de decepción de Tania ― Del alba hasta el crepúsculo. ― Repitió ofreciéndole una sonrisa antes de desaparecer tras la puerta.

Del alba hasta el crepúsculo.

Tania sonrió sintiéndose un poco libre, de inmediato recogió una bata y unos cuantos libros para salir de su habitación a hurtadillas cuidando de no ser descubierta por cualquiera, de noche no tenía guardias pero no quería ser descubierta por nadie que pudiera dar testimonio de su escapada al momento que amaneciera.

KAT, DETALLES OLVIDADOS 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora