Capítulo 4

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La casa se encontraba en la parte interna del bosque y a unos cuantos kilómetros estaba el pueblo. Aunque era de mañana no había claridad en las afueras de la casa pero era acogedor y tranquilo. Olía a tierra mojada por la lluvia de anoche, según nos comento Gregory. Había un pequeño jardín con muchas flores, había tulipanes, rosas, margaritas y claveles. El viento rosaba mi rostro, como una caricia. El cabello de Ethan como el de Gregory se movía ligeramente con el pasar del viento.

Gregory comenzó a hablar de muchas cosas desde la casa hasta como era su vida. Nos dijo que nos encontrábamos en una casa pequeña de campo que se encontraba muy apartada de los pueblos que había alrededor pero a pocos minutos de la carretera. Ellos la habían comprado para vacacionar en sus ratos libres o cuando simplemente quisieran desaparecer del mundo por un momento. Dijo que lo que mejor tenia la casa era que los arboles la cubrían por completo, así los días de verano no se sentían por completo y nunca tendrían calor los días muy soleados. La lluvia casi no caía, a menos que lloviera muy fuerte ya que los arboles, como había dicho antes, cubrían casi todo.

Él trabajaba en una compañía de venta de sistemas tecnológicos por lo que siempre realizaba viajes de negocios en el exterior; por esa razón su esposa y él se habían tomado unas vacaciones a las afueras de la gran ciudad.

Caminábamos por todo el pequeño patio. Luego rodeamos la casa y llegamos a la entrada principal. Esta tenía un lindo porche con plantas colgantes y unos lindos faroles. Había un carro negro afuera parqueado y Gregory nos indico que lo había comprado hace un mes para venir para acá, decidió cambiar su auto por un 4x4 para mayor comodidad. Nos comento que a su esposa solo le gustaba manejar autos pero que a él le gustaban los carros grandes. Nos continúo contando sobre las maravillosas cosas que había en la casa de campo pero que muy pronto debían regresar a la ciudad. Diciendo esto último con tristeza ya que tendría que regresar a trabajar aunque le gustaba viajar, no había nada como la tranquilidad de esta casa.

Al regresar al interior, Liz nos esperaba con la comida lista.

– “Creo que ya Gregory les conto donde se encuentran y ya saben cómo los hayamos” – dijo ella. – “Supongo que les mostro los alrededores de la casa, verdad?” – dijo sonriendo. – “Aparte, algo más que quisieran saber?”. –

– “Bueno creo que ya sabemos lo que nos preocupaba pero ahora quisiera saber más sobre nosotros. Aunque creo que esas preguntas no se las podemos hacer ya que ustedes saben lo mismo que nosotros” – dijo Ethan.

– “Yo quería agradecerles por ayudarnos cuando más lo necesitábamos” – dije.

– “Es verdad. Yo también quería agradecerles por cuidar de mí y de Evangeline.” – dijo Ethan al instante.

– “No hay porque. Es un gusto ayudar a las personas, además qué hubieran hecho solos por ahí. Eso no lo podía permitir” – respondió Liz con determinación.

– “Ahora yo quisiera hacerles una pregunta importante a ustedes” – dijo Gregory.

– “Si” – Ethan respondió

– “Quisiera saber qué piensan hacer ahora?” –  Pregunto Gregory. – “No estoy diciendo que quiero que se vayan pero entenderé si se quieren ir” – continuó.

– “No lo hemos pensado aún, ya que recién sabemos lo que ha pasado. Además hay muchas cosas que no sabemos, ni una pista que nos guie a tomar el siguiente paso.” – respondió Ethan. – “Buscar nuestro pasado sería muy difícil sin datos coherentes o específicos y no sabemos nada. Excepto nuestros nombres”. –

Memorias OlvidadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora