Capítulo 8

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Me encontraba caminaba por una larga y oscura calle, hasta llegar en un callejón junto a un bar. Me reuniría con alguien que me entregaría unos documentos. Mire mi reloj y ya era tarde, el tipo no llegó. Mi celular sonó.

– “Los tienes?” – dijo la voz del otro lado del teléfono.

– “No. El tipo no llegó.” –

– “Rayos. Ya voy para allá.” –

– “No, es mejor que yo vaya donde…” – no termine de hablar porque escuche pasos detrás de mi. Me vire para observar quienes se acercaban y eran ocho hombres vestidos de negro con cosas en las manos.

– “Eve, estas bien? Háblame!”. –

– “Creo que te apresuras!” – corte la comunicación porque uno de los tipos se me lanzo encima a golpearme. Lo esquive como pude pero mi celular cayo al suelo haciéndose pedazos.

Los otros hombres se iban acercando gritándome cosas que no entendía. Yo buscaba la forma de esquivar sus golpes y a la vez pensar en una forma de irme de ahí. Me fije que uno de ellos estaba callado e inmóvil, no lo veía bien por la capucha que traía puesta. Pensé que debía ser el líder y mandaba a sus secuaces a hacer el trabajo sucio. Pelee con ellos como pude, pero eran demasiados. Yo veía que algunos de ellos salían disparados por los golpes que les dada y quedaban inconscientes.

Cuando ya solo quedaban dos en pie, el sujeto que no se había movido en toda la pelea caminaba hacia mi. Se movía de forma extraña, no parecía humano. Poco a poco se iba haciendo más grande, al principio pensé que era el miedo que me jugaba una mala broma pero mientras más se acercaba sabia que no era mi imaginación. Su ropa se estaba rompiendo y desgarrando de él, su cuerpo ya no era el mismo, se transformaba en una cosa horrorosa.

– “Eve, Eve…” – escuche detrás de ese monstruo. Vi como alguien se lanzaba encima del monstruo y peleaba con él. No podía distinguir quien era, luego alguien más llego a la pelea y me lanzo una espada.

– “Mátalo, mátalo” – escuche que me decían los que peleando con el monstruo, pero estaba inmóvil por el miedo y la confusión. Luego alguien a mi lado tomo mi mano y me dijo que todo estaba bien que él ya estaba ahí conmigo.

– “Ethan?” –

– “Si, ya llegue cariño.” – dijo tomando la espada. Se movió rápidamente y clavo la espada en el monstruo. Yo inmóvil miraba todo lo que estaba pasando frente de mi, el monstruo se convirtió en cenizas después de que Ethan le clavara la espada. No podía creerlo además Él conocía a los otros dos que habían llegado. Recordé que habían dos más de parte del monstruo que habían escapado.

– “Habían dos personas más con… eso.” – dije señalando a lo que quedaba del monstruo.

– “Esta bien, ya nos hemos encargado de ellos.” – dijo uno de los que no reconocía.

– “Ehh… gracias por ayudarme.” – no sabia que más decir. Ethan se acerco a ellos diciéndoles algo y ellos se fueron. Luego se acerco a mi y me dijo que lo acompañara. Me llevo hasta donde estaba parqueado el auto.

– “Te encuentras bien?”

– “Si, gracias.”

– “No te preocupes, ya es hora de irnos.” – dijo indicándome que entrara en el carro.

– “Esta bien.” – acepte su pedido, esperando que en el auto me dijera más información. Antes que pudiera entrar en el carro, Ethan agarro mi brazo y con un movimiento rápido me atrajo hacia él poniéndome frente a él. Lo mire detenidamente en espera que me dijera algo, pero ocurrió lo que no me imagine. Me besó.

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