Lauren tiró del Mazda dentro de su camino de entrada y lo estacionó al lado del garaje. Para su gran molestia, quitar la llave del encendido no apagó el motor. En su lugar el coche azul continuó chisporroteando y resoplando durante un minuto después finalmente murió.
-Bien gato, pienso que es seguro decir que el lugar siguiente que irá este pedazo de mierda será el depósito de chatarra-
- ¿Mrrow? - El felino respondió cuando intentó subirse sobre el regazo de la alta mujer.
-No, no, no, este no es tiempo para mimos- Metió al gato debajo de su brazo y abrió la puerta-Vamos, veamos si María puede encontrar algo en la cocina para que tu comas-
Cuando salió del auto con el gato en remolque, Lauren echó un vistazo sobre sus tres autos en el garaje. La puerta estaba medio abierta y a través de la media luna de la ventana vio su Porsche. Silenciosamente agradeció a su primo Charlie por ayudarle. El gato se retorció en su agarre.
-Oh no tu no. No estaré recorriendo todo el vecindario en tu búsqueda-
Lauren abrió la puerta deslizable y entró en la cocina. Una vez dentro puso al anaranjado y blanco gatito en el suelo.
- ¿María? ¿María estas aquí? - Las llaves del auto azul fueron lanzadas sobre la encimera.
-Estoy aquí- una voz desde la sala llamó.
-Tenemos compañía- Lauren dijo.
María era una vieja mujer trabajando en su trigésimo año con la familia Jauregui y era cercana y querida al corazón de Lauren. De mediana edad el cabello negro como azabache que tenía hace mucho tiempo le combinaba ahora con canas y se extendía a su regazo perfecto para que cada vez que llegara la joven niña viniera encima. María entró en la cocina.
-No es bueno que estés fuera toda la noche, Lolo- la regañó. -Si tu madre sabe...-
-No estaba fuera puteando por ahí, María- respondió, satisfecha con la impresionada reacción en la cara de la mujer mayor. Desabrochó su chaqueta y la lanzó sobre uno de los taburetes al lado de la plataforma de la cocina. -Tenemos algo aquí para alimentarlo? - Dijo señalando al gato.
- ¿Mrrow? -
- ¿Un gato? - Finalizó.
María bajó la mirada a los pies de Lauren para ver al anaranjado y blanco felino frotarse contra ella.
-Oh ¿Tu trajiste a casa un gato? -
-No es un permanente arreglo. Él únicamente estará aquí por algunos días mientras que su dueña está en el hospital-
El ama de llaves se agachó y tomó ahora al ronroneado felino
-Odio decirte, Lolo, pero él es ella. ¿Cuál es su nombre? -
-No lo sé. Llámalo gato por ahora-
-Hola dulzura, que linda gatita eres- María la piropeó, sosteniendo al feliz animal en su amplio pecho. - ¿Te gustaría un poco de atún? - Llevó el gato a la despensa y sacó una lata. -Ohm, ¿no te parece esto rico? -
-No creo que él, quiero decir ella alguna vez comiera atún antes. Creo que solamente come alimento seco-
-Oh... bien entonces- María puso la lata en la barra y dejó al gato suavemente en el suelo -No es bueno llevarla directo de seco a enlatado. Sería bastante sabroso para ella. Puedo mezclarlos-
-No traje ninguno. Supongo que tendremos que conseguirle un poco de alimento-
-Bien, he hecho ya las compras esta semana, pero si quieres saldré ahora. Puedo comenzar a hacer la comida cuando regrese- Limpió sus manos en su delantal y alcanzó sus tirantes.
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Amor accidental Camren (Adaptación)
Ficción GeneralEn esta historia un accidente provoca que dos completas desconocidas se enamoren, pero.... Un accidente puede ser el inicio del cuento de hadas o sera que lo que mal comienza mal acaba. Esta historia tiene una trama muy bien estructurada no me pert...