Y si aun así no me quieres, seré lluvia, mojaré tu pelo, y entraré por tu nuca, acariciaré tus labios con la suavidad de una lágrima, lloveré por sorpresa y a destiempo para que acabes empapada de mí. Y tú te volverás poco a poco un ser acuático, hasta que desees haberte sumergido en el café de mis ojos, porque habré entrado en tu cuerpo y formaré parte de ti, y cada vez que pase por tu corazón escribiré mi nombre de sangre y agua.
Y entonces comprenderás que yo era la única persona del mundo que podía haberse fundido contigo.
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Sempiterno.
PoetryCulturalmente lo llaman el hilo rojo del destino. En física de partículas se le conoce como entrelazamiento cuántico. Pero yo, amor, le he puesto tu nombre.