Capítulo 12

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The A Team - Ed Sheeran

Roxanne - The Police

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-¡Fue la mejor noche de mi vida! -exclamó Susan dándole la vuelta a una tortilla.

-Entonces, fue bien.

-¿Qué si fue bien? -preguntó de manera retórica- Fue la cita más perfecta en la historia de las citas.

-Woah, sí que tuvo que ser perfecta. -me puso los ojos encima.

-No te burles de mí, Rowling.

-No lo hago. Bueno, sí un poquito. Pero es que me parece muy divertido que estés así por un chico al que conociste hace dos días. -continué lavando platos en el fregadero a su lado.

-Es que Troy es... Troy -suspiró. Aguanté una carcajada.

-Vaya, ahora lo entiendo todo. -puse cara de comprensión.

Metió una mano entre la espuma y me salpicó. Hice un sonido por el frío contacto con mi cuello. El mismo que repitió ella cuando lo sintió en la espalda. Me echó una mirada asesina y decidí que era el momento de empezar a correr.

Y así fue como empezó nuestra pelea de agua.

...

-Mamá, llamaba para avisarte que llegaré más tarde a casa.

-¿Por qué? ¿Ha ocurrido algo? -escuché su voz a través del teléfono.

-No... -era consciente de que se me escuchaba nerviosa- El señor Burton nos ha pedido algunas horas extras porque hay que hacer inventario.

-Ah, bueno vale. No llegues muy tarde, hija.

-Adiós. -colgué, no quería que se diese cuenta de mi inofensiva mentira.

La verdad era que Bill nos había encontrado en una situación poco profesional. Es comprensible si tenemos en cuenta lo poco habitual que es una cocina de cafetería con las paredes recubiertas de agua sucia. Si le añadimos el suelo resbaladizo, por el cual ambas estábamos tiradas riéndonos a carcajadas cuando entró y que la mayoría de los platos se habían arruinado, su enfado era comprensible, sí. Sin embargo, el momento culminante fue cuando se acercó a la encimera y se resbaló, con la mala suerte de volcar el cubo de la fregona en su cabeza. Susan y yo pudimos apreciar con mucha exactitud la vena de su cuello incharse, daba grima. También, algo que me dio mucha gracia, cuando según Susan debería darme vergüenza, fue cuando no me quedó más remedio que servir mesas con el uniforme empapado mientras se secaba. Fue bastante divertido ver la reacción de la gente.

Lo malo de todo esto, fue que Burton nos obligó a quedarnos más tiempo para arreglar todo el desastre que habíamos montado. Pero mereció la pena.

Susan entró en la sala de empleados con una bolsa de plástico en la mano.

-Toma, Burton dice que debemos lavar los uniformes. -ella ya se había cambiado a ropa de calle y traía una bolsa con su uniforme mojado dentro.

Cojí la que me tendía y metí el mío.

-Yo ya estoy lista. ¿Nos vamos? -asintió.

Nos despedimos de Emily y Lana. Más bien por educación ya que no teníamos mucho contacto.

Salimos fuera. Estaba diluviando. Susan abrió su paraguas y yo me coloqué la capucha.

-¿No te has traído paraguas? -negué- Toma el mío.

La chica que arruinó mi concierto | NH.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora