Narrador
Ya era de noche y todos ya estaban listos para ir a la elegante cena menos el doctor que apesar que White Hat lo volvió a invitar, se negó y prefirió quedarse en su hogar. Mientras los tres integrantes subían al auto, es Dr. Slug los observaba desde la ventana de su laboratorio a oscuras, White Hat abrió como todo un caballero la puerta de la limosina, cortesía de la empresa ya que el ensombrerado les había hecho el favor de salvar su compañía de un robo armado y por ende estaban en deuda por siempre, este tenía su mismo traje blanco de siempre, el oso llevaba un corbatín que la chica le dio para que se pusiera aunque no quería pero acepto con tal de no quitarle sus brazaletes de pico y por último Clemencia estaba con un hermoso vestido de noche de un rosa muy claro pero opacó, con escote de corazón y con diseños de diamante en la cintura, la parte de abajo era lisa con algunos pliegues y en los hombros traía unas magas muy cortas como las de su camisa, que también traía decoración. Slug los veía hasta que se fueran pero por alguna razón se enfocaba más en Clemencia al verla en ese vestido podría decirse que él no se percataba de lo mucho que la veía e incluso más por la parte del escote, de la forma en que le hacía tan bien a su pecho parecía que le daba más tamaño. Nunca se dio cuenta de que su mente rondaba la imagen de esa chica y uno que otro pensamiento indebido.
Cuando ellos terminaron de entrar en el vehículo se fue dejándolo completamente solo, se alejó de la venta.
Clemencia
Apesar de que mi plan no saliera tal y como quería, no iba a sentirme triste o molesta como Slug siempre lo hace, yo esta feliz de ir a un restaurante elegante y usar mi vestido y pasar tiempo con White aunque estuviera 606 aquí. Pero si les soy sincera pensaba mucho lo que me dijo Slug me hacía sentir un estorbo y además un absurdo experimento, trababa de no pensarlo tanto o al menos disimularlo ya que me hacía soltar lágrimas y no quería frente a White Hat, no arruinare esta cena.
- ¿Estás bien?- fui sacada de mi transe por aquella cálida voz, escucharlo me hacía sentir muy bien y de la forma como me trataba provocaba que me sintiera la persona más importante del mundo y no un simple error como lo hace Slug - si estoy bien, es que es mi primera cena elegante - dije aparentando que era nervios y no tristeza - oh bueno, tranquila solo es comer ya varas que nos divertiremos - comento para luego sonreír a lo cual yo también hice.
Llegamos al restaurante y me asome por la ventana para ver el lugar, por fuera era realmente hermoso cada detalle, de la forma que estaba construido y el gran jardín tan decorado además de la fuente que estaba desde el principio lo que me pareció tan romántico. White se bajó y extendió su mano para que yo me bajara del auto lo cual correspondi y me hizo sentir como una princesa, luego 606 también bajo y ambos nos dirigimos al restaurante.
Al entrar todo estaba tan iluminado y la decoración era tan elegante al igual que su arquitectura, tenía un ambiente de sofisticación y además romántico. Un hombre con esmoquin nos atendió y nos llevó a una mesa la cuál White reservó y era como la VIP, era más que perfecto apesar de 606. Empezamos a cenar, los meseros solo llegaban con bandejas de diferentes tipos de comida que deleitaban el paladar, tan esquisto y más que perfecto.
Narrador
El grupo de héroes cenaban en aquel restaurante con clase, el oso de pelaje morado solo devoraba cada platillo que ponían frente a él y se podría decir que estaba dispuesto de comer cada plato que pueda ofrecer el menú. El albino y la de capucha de unicornio estaban charlando sobre cualquier tema que se les viniera a su mente, para la joven casi no le importaba la presencia del oso ya que su concentración era la comida, ella era totalmente feliz con el de sombrero y a su vista esto lo considera una cita romántica.
Pero el único que no fue a la cena fue el científico, después de que ellos se fueran se quedó solo en la gran mansión, era tan larga como lo era de alta por lo que se podía sentir la presencia de la soledad en cada salón y pasillo. Slug se dirigió hacer su labor pero el problema es que ya había terminado con ello, no había nada más que hacer así que decidió ir a la cocina para encontrar algo de comer.
Al abrir la nevera vio un recipiente con las sobras de quedó de la cena de anoche, fue a recalentar la comida en el microondas ya que no le gusta mucho cocinar y tras de eso no tenía ganas. Se sentó en el gran comedor, esa larga mesa de múltiples sillas y solo una persona estaba sentada era un vacío muy grande y un silencio eterno. Con las sobras en un plato el científico se quitó su bolsa y se dejó los lentes, es normal que nunca se quite su bolsa y el único que conoce su rostro es su jefe, Slug comía tratando de no sentirse mal por el inminente vacío que lo atormentaba, no se escuchaba nada más que el segundero del reloj que su ritmo constante pasaba el tiempo pero aún así la soledad se hacía eterna. Slug se levantó de la mesa, lavo su plato, tomo su bolsa y camino con ella en su mano por todo el lugar tratando de perder tiempo o al menos esperar a que se le ocurra algo para matarlo.
Mientras caminaba por los pasillos oscuros pero de paredes blancas al igual que el piso, lo único que las iluminaba era la luz resplandeciente de la gran llena que coronaba en lo más alto de la cuidad, su luz traspaso por los ventanales de la mansión y con cada paso que daba el de bata negra lo iluminaba igual que el pasillo. Era un recorrido pacifico hasta que freno en seco, un mueble blanco con cajones se encontraba decorando el pasillo y arriba de esta se podía apreciar un gran espejo ovalado de pared. Frenó antes de que su presencia fuera captada por el espejo y viera su reflejo, se puso de nuevo su bolsa cubriendo otra vez por completo su rostro y camino normal pero no pudo evitar verse al espejo, al estar frente a este se vio detenidamente. Mientras que su reflejo presentaba su forma física el solo vio a un fenómeno con cara de papel.
Si que era triste, hace tantos años que el científico no veía su rostro y no quería para nada hacerlo, 7 o 8 años sin ver su propia cara, casi no recordaba su propia imagen pero si recordaba lo horrenda de ella, la razón de porque traía esa bolsa solo para ocultar lo que realmente es, con la cabeza abajo siguió su camino y trato de no pensar mucho en ello.
Una luna hermosa y una botella de licor era lo único que lo acompañaba sentado en el balcón, apreciaba el cielo nocturno con un poco de nostalgia, todo como fue su vida en la infancia, al crecer como adolescente y terminar trabajando con White Hat para ser héroe y en eso recuerda a Clemencia, su creación hecha para el bien y para algo más. Slug estaba sumergido en sus pensamientos que inundaban el ambiente de nostalgia y a largo rato el científico se había quedado dormido ante la clara luz de la luna y sus recuerdos.
Por fin actualizó! Perdón la tardanza :v
Ay, me da tanta tristeza Slug, Pobre y.y
Nos vemos hasta el siguiente cap.!
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Un verdadero héroe (papperlizard)
FanficA pesar de ser compañeros de trabajo no se llevan muy bien, la verdad no se toleran mucho. A Clemencia no le gusta que se comporte como un villano y a Slug no soporta que Clemencia lo moleste y este cerca, son muy opuestos la verdad y no tienen muc...