soulmate ﹥ junhwan

7

—Joven Kim, esta es la última vez que se lo advierto. Preste atención a la clase o me veré en la obligación de enviarlo a la dirección.

—Disculpe profesora. — Respondió el castaño avergonzado y bajó su mirada; podía sentir como todos en la clase tenían sus ojos sobre él. Segundos después, un papelito cayó sobre su mesa y sin mirar, supo que el papel venía de Jiwon. Jinhwan llevaba las materias avanzadas, así que podía compartir clases con su mejor amigo. Con sutileza y evitando llamar la atención de la profesora, Jinhwan abrió el papel y leyó las palabras escritas.

¿Qué pasa? Has estado con la mirada perdida durante toda la clase.

Jinhwan suspiró cansado y escribió una respuesta en el pequeño papel.

No dormí bien. En el almuerzo te explico.

El castaño lanzó el papelito hacia su mejor amigo y con el rabillo de su ojo vio a su mejor amigo leer y luego asentir con su cabeza.

~

—Ahora sí, explícate. — Habló Jiwon sentándose frente a Jinhwan quién solo pudo soltar un suspiro cansado.

Amaba a su mejor amigo, habían sido unidos desde muy niños y tenían una conexión muy fuerte, pero algunas veces Jinhwan quería analizar las cosas un poco antes de tener que verbalizarlas. A pesar de esto, Jinhwan estaba realmente agradecido por el apoyo del castaño y comprendía que su amigo lo hacía para ayudarlo y protegerlo.

—Estoy muy confundido Jiwon, todo esto del chico de la cafetería me tiene sin dormir en las noches y sin poder concentrarme en el día.

—Hmmm. ¿Quieres saber qué opino? — Preguntó mientras revolvía la comida en su plato. Jinhwan solo asintió. —Yo opino que deberías darte unos días antes de volver a la cafetería. Entiendo, o trato de entender, la intriga que te genera este chico pero creo que sería prudente que dejes a tu mente descansar de eso. Recuerda que recién obtuviste tu marca, acostúmbrate a ella y escúchala.

—Supongo que tienes razón.

~

Jinhwan realmente planeaba hacerle caso a su mejor amigo, de verdad que sí, pero su corazón le seguía insistiendo en volver a la cafetería. Sabía que era sensato lo que Jiwon le había dicho y en su mente seguía sintiendo que le estaba siendo infiel a su alma gemela, pero no estaba haciendo nada malo, ¿cierto? solo quería indagar un poco en aquel chico, solo eso.

Con este pensamiento, Jinhwan se dirigió hacia la cafetería pero cuando se acercaba cada vez más a ella, más dudaba en entrar, es decir, este sería el tercer día seguido en visitar la cafetería, ¿no resultaría eso extraño?

Pero en las películas siempre van las personas a una cafetería a diario... ¡y el café era muy rico, por eso volvía!

Miles de excusas giraban por la cabeza del castaño, pero sabía que no engañaba a nadie. Y además el chico probablemente creería que Jinhwan lo estaba acosando, lo cual, de cierta manera, realmente estaba haciendo.

— ¿Vas a entrar? — Sonó desde la puerta abierta de la cafetería y Jinhwan se sobresaltó; ni siquiera se había percatado de que ya había llegado. El chico dirigió la mirada hacia la fuente de la voz y ahí estaba el ladrón de sus sueños, Jun.

— ¡Oh! Hola, eh... sí, supongo, claro, por eso estoy aquí... de pie... frente a la puerta, sí. — Jinhwan balbuceó y deseó con todas sus fuerzas poder ser capaz de patearse a sí mismo. ¿Segunda vez que cruzan palabras y tenías que hacer un vómito de balbuceos sin sentido? Su pensamiento se perdió cuando vio que una esquina de la boca de Jun se alzó como si deseara sonreír, pero el gesto desapareció tan pronto inició.

—Adelante. — comentó el más alto y Jinhwan no pudo hacer más que obedecer: el chico estaba viéndolo fijamente a los ojos y no quería ser quien lo rompiera. Cuando estuvo con ambos pies dentro, Jun se volteó y empezó a caminar en dirección a la caja y Jinhwan lo siguió como si fuera un perrito.

— ¿Cuál sería tu orden? — Preguntó el ojinegro.

— Vainilla Latte.

—Gracias Jinhwan, serían cinco dólares y retiras tu café en la ventanilla.

Y no fue hasta que Jinhwan estaba en su habitación, viendo al techo y listo para dormir que se percató de que Jun no le había preguntado su nombre... es decir, lo recordaba.

Esa noche, decidió que hacerse amigo de Jun sería su nueva misión.