soulmate ﹥ junhwan

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Jinhwan instantáneamente buscó la mano de Junhoe y la apretó contra la suya. El Menor en cambio lo movió para que quedara frente a él y lo abrazó por la espalda, apoyando su barbilla sobre su cabeza debido a la diferencia de altura notoria. Jinhwan posó sus manos sobre las de Junhoe, que estaban entrelazadas sobre su abdomen. Juntos, observaron aquella hermosa imagen.

Sobre las mejillas de Jiwon rodaban un par de lágrimas con lentitud, tenía sus manos hechas puños a los costados de su cuerpo y parecía estar sembrado al piso. Su pecho se estremecía y sus ojos no se movían, fijos sobre aquel chico. La expresión de su cara era indescriptible, parecía que había visto lo más hermoso, impresionante y maravilloso de toda su vida... y para Bobby, así era.

Muy despacio, Hanbin dio el primer paso hacia el castaño. Poco a poco se fue acercando hasta quedar a un pie de distancia del más alto. Bobby seguía paralizado y Hanbin sonrió con dulzura al notar el estado de... su alma gemela. Con delicadeza, el más alto levantó sus manos y las posó con suavidad sobre las mejillas del castaño y lo acarició. Sus ojos bailaron por toda la cara de Hanbin, observando y memorizando cada centímetro. Después de unos instantes, Hanbin rió un poco y de sus ojos brotaron unas pequeñas lágrimas.

—Llevo tres años esperándote. — Empezó a decir Hanbin en un susurro y esas palabras fueron suficiente para despertar a Bobby del trance en el que estaba. —Tres largos años... que valieron la pena por completo, porque eres aún más perfecto de lo que soñaba.

Bobby no se pudo contener más y lanzó sus brazos sobre los hombros de Hanbin, apretándose a él en un añorado abrazo. Sus cuerpos calzaban a la perfección uno con el otro. Sin soltarse mucho del abrazo, Bobby alzó su enguantada mano y se la presentó a Hanbin.

En ese momento, Junhoe y Jinhwan comprendieron que se iban a mostrar sus marcas, así que muy despacio caminaron hacia la puerta de la cocina. Aunque no importaba mucho si se iban despacio o si se iban corriendo gritando; de igual manera ambos chicos estaban totalmente idos el uno en el otro.

Cuando cruzaron la puerta, se encontraron con la madre de Junhoe sentada en la mesa, sujetando una taza de café entre sus manos, su mirada ida en el caliente líquido. Cuando los dos chicos se adentraron y se le acercaron, ella se percató y los observó con una sonrisa.

— ¿Pero qué tenemos aquí? — Comentó ella sonriendo mientras se levantaba de donde estaba y se acercaba más a ellos.

—Mamá, él es Jinan, quiero decir, Jinhwan, mi... mi alma gemela. — Presentó el pelinegro, su mano aun sujetando la de Jinhwan, que estaba temblando incesantemente debido a la impresión de ver a su mejor amigo conectarse con su alma gemela y además de los nervios. Su madre tomó la mano libre de Jinhwan y con su otra mano acarició la mejilla del chico.

—Yo llevo aún más tiempo esperándote que el que lleva este tonto de aquí. — Comentó señalando con su cara a Junhoe y Jinhwan rió por el comentario. —Por un tiempo creí que no te conocería nunca, pero me alegro muchísimo de que esté sucediendo en este momento.

—Es un placer conocerla. — Respondió Jinhwan sonrojado.

— ¿Ya conociste a Hanbin? — Cuestionó y ambos rieron.

—Ay mamá. No sabes de lo que te perdiste — comentó abrazando de nuevo a Jinhwan por detrás. Su madre lo miró confundida y Junhoe siguió. —Jinhwan trajo a su mejor amigo y pues... su mejor amigo resultó ser el alma gemela de Hanbin. Así que no, básicamente no lo ha conocido.

— ¿Estás hablando en serio? — Preguntó ella sorprendida y ambos chicos asintieron.

—Bobby llevaba solo un año esperándolo y ya estaba muy triste... no me imagino lo que debió ser para Hanbin esperarlo por tres años. — Jinhwan comentó volteó su cara para mirar al ojinegro y Junhoe apretó su agarre sobre su abdomen. —Pero creo que todos nos conocimos cuando debíamos conocernos, ¿no crees?

Junhoe lo miró y en ese momento amó aún más a su pequeño Jinhwan. Sin importar que su madre estaba ahí, lo besó con dulzura.

—Sí, mi Jinan... y ahora todo es perfecto.