Mariquita 《Yoonmin》

Luciérnagas

La profesora de ciencias había decidido hacer una pequeña excursión nocturna  al campo para observar unos insectos llamados luciérnagas, que por lo visto, emitían una hermosa luz.

Jimin no quería ir. De hecho, ni siquiera le había dado la hoja de permiso a sus padres para poder ir. Faltaba 1 día para la acampada.

Jimin estaba en el patio solo, pegado a una sucia pared, y se acariciaba los múltiples moretones en sus piernas.

"Quizás soy una nueva especie de mariquita, grande, sin alas y con lunares verdes y morados en las patas"

Aquel pensamiento le hizo sonreir.

Ya se le había caído el diente de alante, aunque no de forma natural, claro. Ryuu le había ayudado a acelerar la caída.

Jimin alzó su vista y la dirigió al fondo del patio. Yoongi apuntaba concentrado algo en su cuaderno. Oh! Había encontrado alguna nueva especie que quería conocer! Jimin le miró fascinado. Era tan serio y maduro para sólo tener 2 años más que él...

Yoongi levantó la vista de su cuaderno y miró directamente a Jimin.
Ambos se sorprendieron tanto del encuentro de sus ojos que giraron la cabeza rapidamente.

Jimin cogió uns piedra y comenzó a jugar a rayar el suelo con ella, intentando dibujar una mariquita, como Yoongi hacía en su cuaderno con las especies que desconocía, pero aquello de dibujar no era el don de Jimin...

—¿Irás a la acampada?

Jimin alzó su vista inmediatamente. Yoongi estaba ahí.

—Oh...no.

—¿Por qué no? ¿No quieres ver las luciérnagas?

Jimin se encogió de hombros.

—¿Tú irás?

—Por supuesto. ¡Será todo un espectáculo si conseguimos verlas!

El pequeño corazoncito de Jimin latió más rápido en ese momento.

—Oh...entonces puede que vaya. 

Yoongi sonrió al ver el desastroso dibujo en el suelo.

—Debes mejorar tus dibujos, Jimin.

—¿Podrías enseñarme en la libreta lo que dibujabas hace un momento?

Dijo alargando su mano, ansioso, hacia dicho objeto, pero Yoongi la alejó veloz.

—No, no puedes. Lo siento.

—¿Por qué no? ¿Te quedó feo? Me da igual, seguro que no es peor que el mío...

Alargó su bracito de nuevo, y pasó lo mismo.

—¡No!

Jimin se sobresaltó y puso un puchero.

—¡Al menos dame una pista de lo que puede ser!

Yoongi lo pensó un momento antes dd responder.

—Es pequeño y sin alas. Pero las tendrá en el futuro.

Jimin frunció sus labios y su ceño. Él no conocía tantos insectos como Yoongi, de hecho la mayoría le parecían iguales, asi que no podía adivinar de que se trataba.

—¿Y es bonito?

Yoongi tensó un poco su mandíbula y sus mejillas tomaron cierta calidez.

—Sí, es bonito.