All I need is you II © [AINIY #2]

13. Vestidor para dos

—Evaluando el contexto social y cultural en el que vivió el autor, podemos claramente deducir que el principal eje de la trama gira en torno al ego humano simulando el honor. Ahora, como siempre, todo escrito está abierto a interpretaciones según...

En reiteradas oportunidades yo había expresado mi amor infinito por la clase de Literatura, pero no había forma de que en ese momento consiguiera prestarle atención a mi adorada maestra Grey. Estaba confundido y mi corazón galopaba frenéticamente dentro de mi pecho sin darme tregua, no podía pensar en otra cosa que no fuera la decepción en la mirada de Greg. ¿Pero cómo lo sabía? ¿Y por qué estaba tan enojado por eso? La cabeza me iba a estallar de tanto pensarlo.

Aunque, gracias a Dios, aparentemente yo no era el único con conflictos mentales atacando a toda marcha. A mi lado estaba Julie, como siempre en esa clase. Sus dientes no habían soltado su labio inferior desde el inicio de la sesión, su rodilla se movía de manera compulsiva, como si tratara de acompasarse con la mía. Tuve que hacer algo por llamar su atención cuando vi que se hallaba tan distraída que estaba con la mirada clavada en la pizarra escribiendo en la mesa en lugar de en su propio cuaderno.

—Hey —toqué su hombro—. Julie, ¿todo bien?

Lentamente se volvió hacia mí, pero tardó un momento incluso en descifrar mi rostro.

—No lo sé —dijo con un hilillo de voz.

—¿Pasó algo? ¿Puedo ayudarte?

Julie volvió a morder su labio inferior, dudando. Nunca la había visto tan perdida.

—Ethan... tú eres amigo de Sophie, ¿no?

—Eh... sí...

Ya comprendía más o menos por dónde podía ir el asunto.

—Y tú... ¿sabes si hay alguien que le guste o así? —se ruborizó violentamente, incapaz de seguir mirándome, tan poco propio de ella.

Desde luego que no iba a decirle tan alegremente: "sí, tú". Ni siquiera estaba seguro de ello, era una mera suposición que había estado amasando por un tiempo, pero era más que evidente. Sophie era radiante cada vez que hablaba con Julie, se sonrojaba en su presencia (los sonrojos era algo con lo que yo estaba bastante familiarizado, en realidad), ¿no era un poco obvio?

—No que yo sepa —mentí.

—Oh... —suspiró.

—¿Por qué lo dices?

Me lanzó una mirada ansiosa.

—Anoche... —tragó saliva— me quedé cuidándola en lo que Nía y el pelirrojo iban con los otros dos... eh... hablamos un poco... ella se reía mucho, supongo que era producto de los tragos, pero se reía... en fin. No entendía mucho lo que me decía, solo me reía con ella... hasta que de pronto se puso seria. Se paró frente a mí... y me dijo... dijo que...

La pobre Julie estaba tan nerviosa que parecía estar a punto de sufrir un ataque de asma, parecía otra persona.

—Tranquila... —acaricié afectuosamente su espalda.

—Ashburn y Saint Claire, ¿todo bien por ahí? —nos dijo la maestra tranquilamente desde el frente, todavía escribiendo en la pizarra, pero aun así hablándonos, como si tuviera ojos en la nuca.

Un par de cabezas voltearon a vernos, aunque luego se regresaron, completamente desinteresadas.

—Maestra... —dije, contemplando cómo Julie lentamente se hiperventilaba, tanto por sus asuntos internos como por el hecho de que la hubieran sorprendido hablando en clase— creo que deberíamos... retirarnos. ¿Nos da la oportunidad?