Choose Me, Victor - [VICTOR X YURI]

"Me ama, no me ama."

  Esta mañana desperté mirando al lado contrario al que se encontraba Victor. Me di vuelta, quería agradecerle todo lo que había hecho por mi. Él seguía dormido. Me coloqué mis lentes para verlo mejor. En serio, no puedo decir lo suertudo que soy al despertar con alguien como él a mi lado todas las mañanas.

  Le di un beso en la frente para despertarlo mientras acariciaba su hombro.

—¿Yuri?  —Dijo confundido.

— Buenos días. —dije sonriente. Hoy me sentía especialmente de buen humor.

—Buenos días, amor. —¿Amor? Es la primera vez que Victor me llama así... Notó que su comentario me dio vergüenza y continuó —Yuuri, no debes avergonzarte. Es lo que eres.  Mi amor.

  Hablamos un rato largo con Victor. Cosas tontas sin sentido.  Me dejó peinar su cabello y el me peinó a mi. Era divertido, pero Victor estaba preocupado por el tiempo; no quería dejar esperando a Hashimoto-san. Nos encontramos con el susodicho en el comedor.

  Hashimoto-san se encontraba allí, con su vestimenta de ayer, a excepción de que ahora contaba con una bufanda del color de su cabello, rojo. Se veía muy atractivo y yo, por el contrario, soy un desastre viviente. Hashimoto-san estaba sosteniendo un pedazo de camarón que era parte de su desayuno, Okonomiyaki*.

Cómo si de un francotirador se tratara, apuntó la mirada hacia mí. Tragué saliva. El corazón me latía a mil por segundo. Mis piernas comenzaron a temblar. «¡Mierda!», pensé. Había tenido la misma sensación de cuando ví por primera vez a Yurio. Victor saludó alegre al pelirrojo y este le respondió con una dulce mirada ¿A caso había sido el único que notó el evidente cambio en la mirada de Hashimoto-san o Victor solo lo estaba ignorando?

  Le recordé la hora a Victor y le dije que debíamos irnos puesto que el Ice Castle abriría dentro de diez minutos. Victor asintió, y el nuevo pupilo nos siguió. Trotamos, como de costumbre, hasta el Ice Castle. Una vez allí, Yuko nos recibió con una sonrisa y pasamos al vestuario a prepararnos. Ya listos, nos dirigimos a la pista de patinaje donde Victor le enseñó su programa corto. La música daba una sensación de misterio elegante y lo describía totalmente a Hashimoto-san. Este programa contenía una combinación de Axel triple y Lutz cuadruple, un Salchow triple, dos cuadruple y como broche de oro para cerrar, un Flip cuadruple al final. Ese "broche" me da la sensación de que Victor planea dejarle el legado del Flip a Hashimoto. Me puse mal, si, pero no dejé que me afectara del todo.

  Mientras Hashimoto-san practicaba su programa corto, yo practicaba mi programa libre.

— ¡Yuuri!—Exclamó Victor  —Un hada no debería estar tan rígida, son seres débiles y delicados. Muestra más delicadeza en tus movimientos.

— ¡E-entendido!—¿Delicadeza? ¡No puedo hacerlo! Estoy demasiado molesto.

— ¡Esa es una excelente muestra de elegancia Naoko! —¿¡A caso es una broma!? Bueno... N-no es como si fuera su culpa que yo sea un desastre...

  Seguí practicando mi Flip. Decidí centrarme en eso este día, ya tendría tiempo de practicar la delicadeza cuando no esté tan afligido. Llegaba a hacer las cuatro rotaciones pero siempre terminaba planchado contra el hielo. Sentía lejana la posibilidad de clavar el Flip Cuadruple alguna vez en mi vida. Sin embargo, a Hashimoto-san no parecía costarle tanto. Lo clavaba con soltura y Victor lo aplaudía. Con el peso de la situación sobre mis hombros, fui a intentarlo una vez más y lo clavé. Al principio quedé yo mismo anonadado por lo sucedido, pero al reaccionar rendí cuentas de que no era el único. Victor me miraba con sus ojos centellando de felicidad y Hashimoto-san me miraba con cierto desprecio.

—¡Yuuri! ¡Amazing! —Dijo Victor felicitandome. Patinó con rapidez a través de la pista y terminó su recorrido en mis labios. Si, estaba besándome, en frente de Hashimoto-san. Nunca me sentí tan bien. Una vez sus labios se encontraron separados de los mios, hablé.

—V-Victor... No es para tanto...

—¿Bromeas? ¡Ese fue probablemente tu mejor cuadruple hasta la fecha! Lo clavaste de una manera perfecta y con una soltura y seguridad extremadamente arrolladora.—¿Seguridad? ¿Yo?

  Victor besó mi mano. La cara de Hashimoto-san era impagable, de inmediato capté en sus ojos los celos que sentía ¿A Hashimoto-san le gustaba Victor? Efectivamente.