BWF (Best War Friends) editando

Capítulo 13 : El Centro del Dolor.

-¡Riggan!

Sabía que lo más entretenido venía ahora.
Levana se acercaba más y más con una perfecta sonrisa antes de mirarme y decir:

-Ya estoy aquí, nenaza.

Y oírse por cuarta vez:

-'Nuevo sentimiento encontrado: Poder.'

Creía que todo saldría bien.

Lev apretó los puños y empezó a repartir dolor y muerte a todo lo que se nos acercaba.

Sus movimientos.. mortales, perfectos, acababa con cualquier cosa que se moviera.

Y yo mirándola otra vez con adoramiento.

Y cuando acababa con el último, corrió hacia mí haciéndome sentir lo más importante, quitándome estas cadenas para darme mi libertad,

hasta que alguien gritó:

-¡Alto!  ¡Deténganse!—un grupo de soldados armados hasta los dientes...un grupo de soldados algo extraños.
Miramos hacia esa voz amenazante y alguien a mi lado estaba temblando.

Levana me miró asustada y pidió:

-Riggan, no preguntes, solo haz lo que te digo, tenemos que correr.

No lo dudé.

En un segundo ya estábamos dirigiéndonos a un túnel sin saber que tendría salida. A no ser que ella supiera algo.
Y de lejos se oyó la misma voz.

- ¡A por ellos! ¡Los quiero muertos!

Se oían pasos.

Entramos en un túnel diferente el cual parecía de una tecnología demasiado avanzada y siniestra, un misterio que me estaba asustando, y que sabía que Levana conocía.

-¿Qué es esto? Es un lugar totalmente diferente.

-Es el Centro del dolor.

Apretó con tanto dolor sus puños que de ellos cayeron gotas carmesí.

No quería que nuestro fin fuera a llegar, pero horrorizado paré de correr cuando ella se detuvo de repente ante mi pregunta.

-Separémonos.

Asentí y me metí por un pasillo pero me tropecé y me maldecí sabiendo que solo eso me había ralentizado, temía por mi vida y la de Lev.

Se oían los pasos de aquellos soldados cada vez más cerca de mi, más cerca de nosotros.

Pasos mortales, sepulcrales, coordinados.
Corría a toda velocidad hasta que entré en una sala y me choqué con alguien haciéndonos caer y agarrándonos sin nada más que hacer.

No quería  pensar, no quería saber.

-¡Riggan! ¡Tenemos que salir de aquí!

Pero sus pasos se escuchaban cada vez más.
Ya era demasiado tarde.

-Riggan, escúchame,—agarró mi cara con sus suaves y cálidas manos—corre, corre por lo que más quieras y no mires atrás, luego te alcanzo.—susurró y no quise pensar que era una despedida.

-Levana, no.

-¡Riggan, vete!¡Vete, joder!

Mis lágrimas salían sin freno.

- ¿Levana, por qué no vienes conmigo?

Me miró con una sonrisa esperanzadora y finalizó.

-Porque tengo que cumplir mi misión.

Negaba con la cabeza.

-¡Que te vayas!

Ordenó con furia y corrí porque no podía hacer nada más. Estaba asustado, estaba desorientado, temblando.
Oí como los soldados entraron.
No quería.
No.
Lloraba sin parar y corría sin ver por lo borrosa que mi vista estaba.
De verdad que no quería...
Pero miré atrás.

Levana me miró con una sonrisa y sus ojos se tornaron lilas, me susurró algo que intentaba descifrar pero..

Se oyó un disparo.
Oí cómo caía tan lejos de mí.

Y no pude aguantar más.

-No...

Intentaba respirar pero no podía. Las ataduras en mis manos y piernas impedían moverme. Soltaba gritos ahogados mientras intentaba pensar que no era real.

Esto no podía pasar.
No sé dónde estoy.
No sé dónde está Tonny.
Pero Levana...

Todo esto...todo.
Qué mierda había pasado.
¿Cuando mi mente me ha recreado esto para hacerme tanto daño?

Esto es lo peor que me pudo haber tocado.

No puedo. Ese era el centro de experimentación otra vez.
El Centro del Dolor.

Y Ella.. ella sabía algo.

Ella..solo quería salvarme.

Ella y  su compañía, su sonrisa, sus movimientos.

Ella..con sus ojos, sus labios, tan espléndida.

Su esperanza, su fuerza, su inexistente freno.

Una puta pesadilla que me ha hecho llorar por su pérdida.

Levana

Estas putas pesadillas van a acabar conmigo.

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