BWF (Best War Friends) editando

Capítulo 21: Cuernos.

Draco

Mi aspecto monstruoso se fue disminuyendo y terminé siendo lo que antes era de nuevo.
Había salido fuera de aquella sala cuando vi a aquella chica pelirroja despedirse por algo notando sus latidos muy pesados, pero volví a entrar cuando oí un disparo, y no los volví a oír.
Ahora estaba dentro.

- ¡Draco! ¡Vamos, tenemos que salir de aquí!— gritó Skylar sin yo hacerle caso.

Entré a esa sala de nuevo y vi que su cuerpo yacía sin vida, recordándome a aquella vez cuando el Amo me dio este don sin yo saberlo dominar.

Flashback

Observa bien mi posición y me apunta con la misma pistola de siempre.

Parece que cambia de opinión esta vez y baja el arma.

-La llegada de un ángel te hará aún más fuerte y peligroso.—dijo acercándose y acariciándome el Amo como si fuera un perro.

No sabía cuánto llevaba aquí ya que nos prohibía saberlo, pero contando los soles y las lunas que había observado hasta hoy, llevaría casi 1 año.

Había muerto varias veces, para ser exactos, 1 vez al día;
todas por disparos, todas porque me utiliza como diana para mejorar su puntería.
Lo que no entendía era porqué no hacía nada.

-Cuando por fin reacciones, sabremos cual es tu modificación.—dijo emocionado como si hubiera respondido a mi pregunta.

-Oye, ya en serio. ¿Qué es lo que está pasando aquí? ¿Cómo nos dañas tanto para luego hacernos seres sobrenaturales? Es imposible, es inhumano. Esto que haces, ¿qué explicación tienes? ¿Cómo...? ¿Cómo? Dinos ya qué hacemos aquí y porqué haces esto. No sé en qué año ni ya en qué vida estoy, no sé si tengo padres o si nací del suelo, no lo recuerdo.
Pero algo que sí se, esque aquí está ocurriendo algo muy extraño, algo que nunca habíamos visto antes, algo que está por encima de ti, y tú, ¡tú!, tú eres su mensajero.

Paré para tomar aire por mi discurso guardado durante mis dolorosos días en este asqueroso centro, encerrado en cuatro paredes, soñando con algún día poder sentir un rayo de Sol en mi cabeza.

-Veo que te las sabes todas.—respondió intentando halagarme.

Se guardó la aborrecida pistola y dio tres aplausos lentos.

Una sombra salió de detrás de él posando su mano en el hombro de este.
Una sombra femenina, que habló:

-Te felicito, ya tienes tu don.

-¿Qu..

Y caí a un lugar muy pequeño para ella,
y muy grande para mi.

Y chillé, chillé hasta que caí a un pozo sin fondo, dejando de chillar porque sino me ahogaba, e intenté nadar a la superficie que cada vez se hacía más lejana.

Y me acabé hundiendo.

Hasta que mis ojos se abrieron.

Escupí todo el agua de un tirón y tosí hasta que me quedé sin aliento.
Miré a todas partes, y todo era negro.
Pero el agua menos cubriente que mojaba mi cuerpo ahora, era clara.

Me empecé a ahogar con mis pensamientos de saber que no podría salir de aquí.
Y algo como el agua se deslizó sobre mi cara.
Algo que tampoco había soltado.
Estaba llorando y no podía parar.